19/01/2025 11:02
19/01/2025 11:00
19/01/2025 10:59
19/01/2025 10:58
19/01/2025 10:57
19/01/2025 10:55
19/01/2025 10:54
19/01/2025 10:53
19/01/2025 10:53
19/01/2025 10:51
» Elterritorio
Fecha: 19/01/2025 08:31
Mónica Mazacote compartió cómo esta práctica transformó su vida y la importancia de la conexión entre cuerpo y mente para alcanzar la calma y el autoconocimiento domingo 19 de enero de 2025 | 6:05hs. Es una práctica milenaria que demuestra ser beneficiosa para el cuerpo y la mente. Foto: Guadalupe De Sousa En un mundo donde las responsabilidades diarias y la velocidad de la vida moderna generan tensión y estrés, el yoga se presenta como una vía de escape y reconexión con uno mismo. Para Mónica Mazacote (46), profesora de yoga en Posadas en el espacio Radha, esta disciplina no sólo significó un cambio en su rutina, sino una transformación completa de su vida. “Yo tenía una vida muy estresada. Era comerciante, tenía cuatro hijos y apenas dormía de dos a cuatro horas por noche. Estaba saturada y necesitaba un cambio radical”, relató Mónica sobre sus comienzos. Su primera aproximación fue a través del Reiki, pero fue el yoga el que finalmente la ayudó a encontrar el equilibrio que tanto necesitaba. “El yoga me ayudó a darme cuenta de todo lo que nos rodea y a conectar con lo que realmente importa. Me hizo vivir el presente”, afirmó. El yoga, que en sánscrito significa “unidad”, es una filosofía de vida que une cuerpo y mente. Su práctica permite alcanzar un estado de calma y autoconocimiento, al tiempo que fortalece y flexibiliza el cuerpo. “La respiración profunda trae calma. Una mente tranquila relaja el cuerpo y permite disfrutar del momento presente,” explicó Mónica. Beneficios emocionales Esta disciplina no solo alivia el estrés, sino que también transforma los pensamientos negativos, conecta con la intuición y mejora la salud física. Desde dolores en las articulaciones hasta contracturas, muchas molestias cotidianas pueden aliviarse con su práctica. Para Mónica, quien también es formadora de instructores de zen shiatsu, el yoga también fue clave para superar el dolor en las rodillas, provocado por ejercicios intensos. “Después de una sesión de Reiki, sentí cómo todo se acomodaba a nivel muscular. Fue una sensación tan fuerte que decidí profundizar en el yoga para transformar mi vida.” El yoga también tiene un impacto positivo en niños y adolescentes. Mónica trabaja con chicos con diagnósticos como Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), enfocándose en la creatividad y el cooperativismo. “Trato de que todos disfruten, se trabaja mucho y ellos la pasan bien, se trabaja el respeto, la integración emocional”, contó. Ofrece numerosas ventajas para la salud mental y la gestión del estrés. Foto: Guadalupe De Sousa La clave radica en su capacidad para conectar cuerpo y mente a través de la respiración. “La práctica lleva la atención hacia el cuerpo y la respiración, permitiendo centrarnos y alinearnos con lo esencial, el yoga es unión y una filosofía de vida cotidiana”, explicó. Este enfoque ayuda a las personas a salir del modo automático y a disfrutar de las pequeñas cosas, el latir del corazón, la compañía de seres queridos o simplemente el acto de respirar. El yoga también fomenta la gratitud. “Nos lleva hacia el autoconocimiento y la humildad, expandiendo el amor por todas las experiencias. Es un camino hacia la autorrealización,” aseguró. Esta conexión también permite a los practicantes liberarse de patrones negativos y enfocarse en posibilidades positivas. Por otra parte, en el ámbito del yoga deportivo, el objetivo no es competir con otros, sino superarse a sí mismo. “Se trabaja en mantener una postura y encontrar la comodidad en ella. Participar en un torneo ya es un desafío personal,” comentó Mónica. En Misiones se realizan dos torneos anuales que atraen participantes de diferentes provincias, promoviendo la disciplina y sus beneficios. El yoga es inclusivo y apto para todas las edades. Desde mujeres embarazadas hasta personas mayores, cualquier persona puede comenzar. “Una clase dura aproximadamente una hora y se recomienda practicar dos o tres veces por semana. No hace falta ser flexible para empezar, eso se gana con la práctica,” comentó. En cuanto a los costos, Mónica explicó que las clases tienen un valor de 20 mil pesos mensuales, aunque ajusta los precios para quienes tienen dificultades económicas. “El dinero es relativo, pero lo importante es brindar este servicio desde el amor”, concluyó. Sin didas para Mónica es mucho más que una práctica física, es su vocación y un camino hacia la paz interior. “El yoga me conecta con otra parte de mí, con el amor y con mi propósito. Es súper importante poder encontrar el propósito y yo creo profundamente en la energía del amor. Es un estilo de vida que transforma”,afirmó. El yoga invita a vivir el presente, a disfrutar del aquí y ahora y a ser conscientes de las capacidad para crear maravillas. Sin importar la edad o la experiencia, esta práctica recuerda que todos son perfectos en las imperfección y eso ayuda a soltar para renacer cada día. Por otra parte, Mónica, el cuarto sábado de cada mes, realiza el curso de instructor de yoga, para aquellos que quieren profundizar su autoconocimieto o conocer más sobre está actividad. Compartí esta nota:
Ver noticia original