11/01/2025 14:53
11/01/2025 14:53
11/01/2025 14:53
11/01/2025 14:52
11/01/2025 14:52
11/01/2025 14:52
11/01/2025 14:51
11/01/2025 14:47
11/01/2025 14:46
11/01/2025 14:45
Concordia » El Heraldo
Fecha: 11/01/2025 09:30
Schvartzman sostuvo que “la figura del juez Seró venía golpeada en estos últimos tiempos por, al menos, dos aspectos específicos que habían impactado en su vida; el primero –que había comenzado a tener consecuencias en su actuación profesional también- fue un episodio que se produjo el año anterior en donde su hijo Ramiro estuvo involucrado en un accidente automovilístico conduciendo un auto perteneciente al Poder Judicial, a la justicia federal, y en estado de ebriedad. Esto fue denunciado por las personas damnificadas y desde entonces comenzaron una persistente actividad destinada a mostrar cómo se había querido consagrar la impunidad del hijo del juez y a cuestionar la figura del propio juez, e incluso presentaron el caso en el Consejo de la Magistratura, que hasta hoy no lo ha resuelto”. Agregó que “el otro hecho más reciente que había impactado en la percepción pública del juez fue la noticia que se conoció la semana pasada, que fue la apelación que había presentado la fiscal Josefina Minatta en una causa que tramitaba el Juzgado Federal de Concepción del Uruguay a cargo de Seró, contra un grupo de personas involucradas en la presunta facilitación y comercialización de drogas prohibidas en dos boliches o pubs que ya no existen más desde hace unos 6 años en Concepción del Uruguay”. En relación a ello, consignó que “esa era una noticia aparentemente trivial porque era una apelación que había presentado la fiscal federal ante el segundo sobreseimiento que el juez Seró había dictado a los comerciantes, a los propietarios de esos boliches, y la Cámara a la que apeló Minatta le dio la razón y contradijo lo que había resuelto en dos oportunidades el juez Seró. El impacto que tuvo esa noticia fue muy grande por el hecho de que uno de los comerciantes involucrados era hasta ese momento funcionario de segunda línea del gobierno provincial que encabeza Rogelio Frigerio, el secretario de Gestión Cultural Juan Carlos Meillard”. En ese marco, sostuvo que “siendo Concepción del Uruguay una ciudad chica, todas son personas que conocemos y nos cruzamos habitualmente. Lo mismo ocurría con el juez Seró; a diferencia de otras grandes ciudades donde los jueces federales viven en una especie de palacio de cristal hiper custodiados, pero acá a Seró uno se lo cruzaba en el supermercado, o caminando en el centro o haciendo footing en la Costanera, no era gente que viviera vidas demasiado diferentes de la su comunidad”. “Lo cierto es que la imagen del juez Seró venía golpeada por estos hechos porque la mujer cuyo auto fue embestido por el vehículo oficial que conducía el hijo de Seró, venía denunciando en las redes que el hijo de Seró –y eso se fue transformando en una leyenda urbana- estaba vinculado con los otros casos que Seró investigaba de estos comercios en los que se comercializaban estupefacientes y que esa era la razón por la que Seró los había sobreseído. La mujer venía publicando sistemáticamente en redes este tipo de cosas, e incluso que, en el momento del accidente, el hijo de Seró transportaba droga. Todo eso genera una suerte de comentarios por la cual la figura de Seró venía muy impactada”, mencionó. Schvartzman agregó que “de acuerdo a fuentes del propio Juzgado, muy cercanas a Seró y a su equipo, aseguran que Seró venía anímicamente muy mal, que había vuelto a fumar, que se lo veía demacrado, que no estaba bien anímicamente. Alguien mencionó la palabra deprimido, aunque la evito porque requiere una descripción profesional, pero lo cierto es que esta es la descripción que se hacía de los últimos días de Seró. Y ni siquiera hemos hablado de las causas judiciales que tenía a su cargo”. Comentó también que “Pablo Seró formaba parte de una familia muy tradicional de Concepción del Uruguay, muy vinculada, muy cercana familiarmente, sanguíneamente, a los Rodríguez Artussi, posiblemente el clan radical de mayor historia en Concepción del Uruguay, cuyo principal exponente fue Moringa Rodríguez Artussi que fue diputado nacional y provincial, su hija fue diputada, su sobrino fue diputado provincial y estuvo en la CARU”. Confirmó que “la única hipótesis que se maneja en la investigación hasta este momento, porque no apareció ningún elemento que permita pensar en otra cosa, es la del suicidio. Hasta acá no hay ningún elemento que permita pensar en otra posibilidad. “Nosotros reconstruimos en base a fuentes serias los últimos minutos del juez Seró y apreciamos una jornada normal de trabajo del juez federal. Firmó temprano unos papeles de un expediente que llevaba en el Juzgado, avisó que se iba a la casa de la madre que está a pocos metros del Juzgado, a una cuadra, y antes de retirarse le dijo a uno de los secretarios del Juzgado: ‘no te vayas, que vuelvo y tomamos unos mates’. Fue al departamento de la madre, le dijo al portero que quería subir a la terraza y según el portero subió solo y allí no había nadie, y desde allí se arrojó hacia calle Eva Perón, en pleno centro de Concepción del Uruguay”, puntualizó. Mencionó que “hasta ahora no apareció su teléfono celular, quizás lo reboleó; pero hasta el momento no hay ningún elemento para pensar que haya sido otra cosa que un suicidio” y acotó que “el director del hospital Urquiza nos aclaró que, si bien en el hospital está la morgue, todo está a cargo de la justicia provincial y no es personal del hospital el que tomó actuación en la autopsia. Lo que se sabe hasta el momento de la autopsia son generalidades que se explican siempre en estos casos que son golpes y lesiones que no permiten inferir otra cosa más que la muerte como resultado de caer desde 11 pisos”. (Análisis)
Ver noticia original