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» Diario Cordoba
Fecha: 07/01/2025 18:58
La reactivación territorial del PSOE -con varios ministros del Gobierno desembarcando en sus CCAA para disputar al PP las presidencias autonómicas en las próximas elecciones- no parece alterar los planes de los conservadores. Ni en Génova ni en los territorios muestran preocupación por las decisiones más recientes y responden al desafío: “Pedro Sánchez está exportando la política nacional a las autonomías. Nada activa más a nuestro electorado que candidatos que son delegados de Sánchez”, reflexionan en el entorno de Alberto Núñez Feijóo, convencidos de que el desgaste que sufre el Ejecutivo podría arrastrar a los futuros candidatos. El PP tiene un poder autonómico muy fuerte desde 2023. Feijóo no pudo llegar a la Moncloa pero se vale, precisamente, de sus presidentes autonómicos para exhibir la alternativa que plantea al PSOE. Y ha visto como -con la excepción de la Comunidad Valenciana tras la catástrofe de la DANA, que no está claro cómo se resolverá- los barones populares se han consolidado en sus territorios con mayorías muy amplias, o absolutas en casos como Madrid o Andalucía. El partido maneja encuestas que reflejan la posibilidad de que otros presidentes como el de la Región de Murcia, Baleares o Castilla y León la podrían conseguir si ahora se abrieran las urnas. Los socialistas, por su parte, tenían pendiente la renovación territorial tras el descalabro que sufrieron hace año y medio. Y poco a poco se ha ido confirmando la apuesta del presidente por desdoblar a algunos de sus ministros para que empiecen a trabajar en la recuperación de las plazas autonómicas. La primera fue la valenciana Diana Morant y después se confirmó el desembarco de Óscar López en Madrid en sustitución de Juan Lobato. Luego Pilar Alegría confirmó que se pondría al frente de Aragón. Tanto Luis Tudanca como Juan Espadas en Castilla y León y Andalucía respectivamente venían mostrando fuertes resistencias a marcharse. Pero este fin de semana todo se desencadenó y ambos han dejado paso a otros liderazgos. “Los ministros no le van a funcionar al PSOE. Lo ha intentado antes en Madrid, lo vimos con Ángel Gabilondo en la Comunidad y Reyes Maroto en el Ayuntamiento. Vemos muy complicado que María Jesús Montero [todavía debe confirmarse] vaya a hacerle daño a Juanma en Andalucía o Pilar Alegría se lo haga a Azcón”, aseguran en el núcleo duro de Feijóo. Hace semanas la reflexión era la misma sobre Óscar López y su capacidad para hacerle un roto a Ayuso. En la dirección nacional consideran que habría sido más perjudicial para sus presidentes candidatos del PSOE vinculados a los territorios y con un discurso propio. En el PP insisten en que en las comunidades autónomas hay mucho voto dual en juego (electores que han apostado por distintas opciones en anteriores convocatorias o que votan en autonómicas un partido y en generales a otro), y consideran que con cabezas de cartel tan atados a Sánchez tendrán muy difícil recuperarlo. Por otro lado, en el PP siempre recuerdan que el candidato más fuerte del PSOE es precisamente el más crítico con Sánchez: Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha, que logró retener la mayoría absoluta impidiendo la llegada de los conservadores al poder. Armar el postsanchismo Hay algunas voces dentro del PP que también ven en estos movimientos una forma de preparar un escenario cuando Sánchez deje de ser presidente. “Desde luego ha ido colocando a todos los suyos”, reflexiona un dirigente veterano del partido conservador. “Con independencia de si persigue otros objetivos, como intentar ganar, también parece que da una salida a algunos de los ministros más cercanos”, zanjan. Ninguno de ellos se plantea dejar sus labores al frente de las carteras, por lo que en este periodo de tiempo compatibilizarán la nueva labor orgánica con la gubernamental. Esa va a ser la principal crítica del PP, como ya deslizó este martes Borja Sémper en rueda de prensa desde Génova: “Debemos asumir que van a dedicar una parte notable de su tiempo a hacer oposición a las comunidades donde van a ser candidatos. Van a hacer campaña desde sus ministerios”, aseguró el portavoz. En el núcleo duro de Feijóo van un paso más allá, reconociendo que la ventaja de estos candidatos -además de un grado de conocimiento muy alto- es “la maquinaria política, mediática, económica y administrativa” a su favor para poder desempeñar ambas responsabilidades. 2025 es un año sin fechas electorales marcadas en el calendario, al menos por ahora. En el comité de dirección de este martes, el primero del año, el líder del PP anunció a los suyos que pretende recuperar una oposición más propositiva, como ya trató de hacer tras el verano con la ley de conciliación y otras medidas, que quedaron en parte enterradas por los frentes que se le fueron abriendo al Gobierno. Este fin de semana Feijóo reúne a sus barones en Asturias para hablar de Vivienda y alumbrar una alternativa consensuada en esta materia sobre la que las comunidades autónomas puedan empezar a legislar.
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