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» Misionesopina
Fecha: 27/11/2024 03:01
Con 76 años, Sara Delgado ha logrado lo que muchos podrían considerar un desafío imposible: convertirse en Licenciada en Trabajo Social. Su historia, marcada por esfuerzo y dedicación, demuestra que nunca es tarde para alcanzar un sueño. Con una vida dedicada al trabajo social y la educación, Sarita, como la llaman en su comunidad, ha transformado su historia personal en un ejemplo de perseverancia. «Estoy con 76 años de edad ya y, por supuesto, que satisfecha con todo lo hecho a lo largo de mi trayectoria de vida porque esto era lo máximo a lo que podía aspirar y que, bueno, gracias también a la universidad pública y gratuita y de calidad pude llegar a concretar este objetivo,» expresa emocionada. Desde el inicio de su carrera, Sarita tuvo claro que su principal interés sería trabajar por los derechos de las personas mayores. Su tesis de licenciatura, que se enfocó en este tema, fue el resultado de años de observación y compromiso social. «La violencia hacia las personas mayores, llámese maltrato, llámese abandono, llámese discriminación, es algo que se nota mucho. Los derechos son la mejor herramienta que se le puede brindar a un adulto mayor», explica. Con la convicción de que el trabajo social puede ser un medio para empoderar a los más vulnerables, Sarita tiene grandes proyectos en mente, como el desarrollo de su tesis en Campo Grande, un área en la que ha trabajado desde su juventud como docente. «Mi próximo objetivo es trabajar con ese proyecto, por supuesto, que de manera voluntaria. Yo ya tengo mi jubilación, y lo que quiero es devolverle a la comunidad todo lo que me dio,» relata con entusiasmo. Una vida de lucha y compromiso Sarita es un claro ejemplo de dedicación a la comunidad. A lo largo de su vida, estuvo involucrada en la política local, fue concejal y militó en diversas organizaciones sociales. «Siempre estuve involucrada en trabajos sociales, desde los centros de estudiantes hasta la política local. Trabajé 30 años como docente, y después de mi jubilación, me seguí dedicando al trabajo social,» recuerda. A pesar de haber superado un cáncer, su voluntad de continuar sirviendo a la comunidad no disminuyó. «Nunca es tarde para estudiar, para superarse. La edad es solamente un número», afirma, reconociendo que la superación personal no tiene límites. «Siempre somos productivos, somos útiles aunque tengamos 90 años.» Un futuro en Campo Grande Ahora, Sarita se prepara para regresar a Campo Grande, donde planea implementar el proyecto que fue el eje de su tesis. «Allá me espera la gente, me conoce, muchos fueron mis alumnos. Es un placer poder volver y devolverle a la comunidad todo lo que me dio,» dice con una sonrisa. El cariño de sus vecinos y amigos es palpable, y muchos ya la llaman «Licenciada Sarita». «Es impresionante el cariño que estoy recibiendo, de todos los ex-alumnos, compañeros, amigos de distintos puntos del país. Solo puedo decir gracias a Dios por todo esto,» concluye emocionada. A los 76 años, Sarita Delgado demuestra que no hay límites para seguir aprendiendo, luchando y aportando a la sociedad. Con su título en mano y su proyecto en marcha, su historia es un testimonio de que la educación y la pasión por el servicio social no tienen edad. Fuente y Gentileza del video: Misiones Online
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