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» Elterritorio
Fecha: 14/11/2024 00:50
Celebrarán el viernes con un concierto gratuito en la sede del Programa Música ubicado en Jujuy casi Sarmiento de Posadas, que tendrá inicio a las 20.30 miércoles 13 de noviembre de 2024 | 23:12hs. El concierto del 30 aniversario de la Orquesta Juvenil de la Universidad Nacional de Misiones no será un espectáculo cualquiera. Para el director Miguel Brizuela, este evento, que reunirá tangos, música sinfónica y piezas latinoamericanas, es la continuación de una historia tejida con esfuerzo, sueños y un profundo compromiso con la música y la comunidad. “Jeromita Linares,” de Carlos Guastavino, se interpretará en la noche del viernes, cuando la orquesta llene de notas las paredes de la sede del Programa Música de la UNaM. La elección de esta obra no es casualidad, representa el alma de una orquesta que supo mezclarse con el paisaje sonoro y cultural de la región. La pieza dialogará con tangos y otras selecciones sinfónicas que, como dice Brizuela, “redondean” la identidad de la orquesta: un viaje que empezó hace 30 años y que ha dejado huella en generaciones de músicos, desde los que interpretan en el Parque del Conocimiento hasta los que buscan su camino en Europa o América Latina. Brizuela recordó con afecto aquellos primeros días, cuando la orquesta buscaba su lugar en la provincia. “A lo largo de los años, fuimos mudando nuestro perfil y expandiéndonos hacia todos los rincones. La música clásica fue nuestra primera casa, pero luego nos aventuramos en la música popular, en el barroco jesuítico, en el folclore regional, en la obra de nuestros propios compositores”, contó. Con el tiempo, el repertorio se hizo más amplio y diverso, atrayendo a los jóvenes músicos misioneros que fueron moldeando y enriqueciendo la orquesta con cada generación. A lo largo de estas tres décadas, la Orquesta Juvenil de la UNaM es un semillero de talento musical. Desde sus filas surgieron músicos que hoy son reconocidos en importantes orquestas, teatros y conservatorios. Algunos fueron atraídos por los retos de la música barroca, otros por el encanto de las sinfonías clásicas y otros se enamoraron de las complejidades de la música coral y sinfónica. Brizuela destacó que la orquesta es un espacio de aprendizaje y de encuentro entre diversas comunidades educativas, en una relación estrecha con coros universitarios, coros de niños y grupos locales que han sido parte de esta celebración musical. El camino no siempre fue fácil. Desde sus primeros días, el proyecto enfrentó retos económicos que la universidad ayuda a mitigar, permitiéndole a la orquesta mantener sus actividades y su ambicioso repertorio. Con Nancy Hedman, colega de toda la vida en esta tarea, Brizuela siente que forman parte de una labor que trasciende sus propias trayectorias: “Tenemos solo palabras de agradecimiento. Si algún día llega la jubilación, nuestras primeras palabras serán de agradecimiento a la universidad pública por esta oportunidad única de crear y enseñar música junto a tantos jóvenes”. Este aniversario no se limita a una sola presentación. Durante el año, la orquesta realizó diversos conciertos y colaboraciones con otras instituciones y artistas locales, desde la interpretación de la Novena Sinfonía de Beethoven hasta los conciertos con solistas de piano, la puesta en escena del “Carnaval de los Animales” con el Ballet Expandans en el Auditorio Montoya. Ahora, para cerrar el año, interpretarán sus piezas más queridas en un cierre memorable. “La orquesta siempre fue un lugar de aprendizaje y un espacio para crear vínculos con la comunidad,” reflexionó Brizuela. “Poder tocar en actos académicos, en colegios primarios, o en celebraciones especiales es algo que nos llena de satisfacción, porque no sólo compartimos nuestra música, sino que sembramos un amor por el arte en los jóvenes.” Este espíritu, más que el logro de una fecha particular, es lo que define a la Orquesta Juvenil de la UNaM y lo que, en última instancia, la proyecta hacia el futuro. Con miras al porvenir, Brizuela se mostró optimista: “30 años son un buen comienzo, pero vamos por los 40”. Mientras haya jóvenes dispuestos a explorar el repertorio sinfónico, misionero y popular, la orquesta seguirá adelante, fiel a sus raíces y abierta a las nuevas generaciones que vendrán a nutrir su legado.
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