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  • La convivencia armónica y pacífica de judíos y sirio libaneses en Gualeguaychú

    Gualeguaychu » El Dia

    Fecha: 02/11/2024 05:21

    Son argentinos afincados en Gualeguaychú a los que sin embargo los afecta la guerra que se libra en Medio Oriente. Es lógico, la amenaza de destrucción y muerte se abate sobre la tierra de sus padres, abuelos y hermanos. Los descendientes de árabes y judíos de la ciudad, bajo distinta forma, viven con inquietud los infaustos acontecimientos de Medio Oriente. Algunos con más angustia que otros porque tienen familiares afectados por el conflicto armado. Ahora ElDía abordó a referentes locales del Centro Cultural Sirio Libanés y de la Asociación Israelita para conocer el impacto del acontecimiento bélico entre sus miembros. Más allá de la lectura política de la guerra, en la que cada parcialidad tiene razones para defender su propia causa, del contacto periodístico emerge el espíritu de convivencia y tolerancia que ha reinado históricamente en Gualeguaychú entre las dos comunidades, a pesar del persistente conflicto árabe-israelí. Contrasta, de hecho, el espanto de la guerra allá lejos con la cordialidad reinante a nivel local. Un testimonio del carácter integrador de Gualeguaychú, una sociedad construida con inmigrantes, quienes llegaron aquí con sus costumbres, religiones y tradiciones. Tanto los descendientes de la comunidad sirio-libanesa como de la israelita han tenido un papel significativo en el desarrollo social, económico y cultural de Gualeguaychú. Se diría que se han mezclado creativamente en favor de la ciudad, pero sin perder su propia identidad étnica, como lo expresa el hecho de que ambas colectividades crearon en su momento instituciones que buscan preservar la esencia espiritual de la patria de sus ancestros. Esta convivencia pacífica entre árabes e israelíes en Gualeguaychú podría atribuirse, en parte, a la distancia geográfica respecto al conflicto del Medio Oriente y a un proceso de aculturación que ha permitido que estas comunidades mantengan sus identidades mientras se asimilan dentro de la sociedad local. Además, las ciudades argentinas, en su historia, han sido espacios de encuentros multiculturales, donde las tensiones políticas internacionales no siempre se traducen en conflictos a nivel comunitario. Dolor por el Líbano Ante la guerra en Medio Oriente un sentimiento de inquietud atraviesa a los miembros de la colectividad árabe de Gualeguaychú, reunida institucionalmente en torno al Centro Social, Cultural y Deportivo Sirio Libanés. El titular y la secretaria de la entidad, Julio Nazar y Marcela Faiad respectivamente, comentaron que las noticias sobre la destrucción que llegan del Oriente próximo impactan de distinta forma en las familias de origen árabe en Gualeguaychú, es decir en algunos más que en otros. “Yo soy de origen libanés por el lado de mi abuelo y sirio por el lado de mi abuela. Y siento una gran injusticia por las bombas que caen para impactar en viviendas y edificios enteros”, explicó Nazar. Quien sigue con angustia lo que pasa en Líbano es Carla Zouhairi, que desde Gualeguaychú está pendiente a través de la tecnología de la situación de parte de su familia, que vive en Beirut, capital de ese país, concretamente su padre y sus hermanos con sus respectivas familias, al igual que sus tíos. “Ellos son de la capital, pero ahora con esto se trasladaron todos a la montaña, donde tienen una casa. Pero tengo un hermano que sigue en Beirut porque trabaja en un banco”, comentó a Ahora ElDía. “Estoy muy angustiada; me cuesta dormir, y yo digo ¡qué dolor siento! Porque me imagino lo que están pasando. Y también me duelen los bombardeos a ese hermoso país, Líbano. Es muy difícil estar ajeno a lo que está ocurriendo”, precisó. “Para mí lo de Hezbolá es una excusa. Porque antes no existía esta milicia y sin embargo Israel invadía el Líbano. ¿Por qué esto? ¿Por envidia?”, reflexionó la entrevistada. “El Líbano tiene muchas dificultades a nivel social y ahora se suma el impacto económico de la guerra, que hace que las personas se queden sin ingresos”, destacó. “Después de la destrucción, ¿quién va ayudar al Líbano? ¿Qué país o grupo de países lo hará? Porque Naciones Unidas se lava las manos”, apuntó por su lado Nazar. “A mí me da rabia todo esto. Yo digo que sí, que hay genocidio. Atacan indiscriminadamente, por ejemplo, a iglesias y hospitales”, testimonió Zouhairi. “Yo admiro al Líbano por la resiliencia de sus habitantes, que son personas de fe. Hay tanto musulmanes como cristianos. Es un país hermoso que sufre mucho. Allí se puede disfrutar tanto del mar como de la nieve. Considerada la perla de Medio Oriente, es una pena que la destruyan”, apuntó. Carla Zouhairi dijo pertenecer a la comunidad árabe drusa, una minoría religiosa que se reparte mayormente en Líbano y Siria. “Nosotros somos monoteístas, creemos en Dios, aunque no en los santos”, precisó. Según comentó, se están pidiendo donaciones a la diáspora libanesa en el mundo para colaborar por los damnificados por la guerra. Al respecto Nazar comentó que los descendientes de inmigrantes en Gualeguaychú siempre han sido sensibles a este tipo de convocatoria. De hecho, durante la guerra civil en Siria, un conflicto armado originado en 2011, la comunidad árabe de Argentina recibió a refugiados. “Nosotros íbamos a traer familias de allá en una tarea conjunta con el Obispado de Gualeguaychú. Nosotros, como tenemos el espacio de la comparsa y el complejo educativo, teníamos disponible lugar para traer a 12 familias. Pero al final esto no se hizo”, recordó Nazar. ¿Cuál es la relación que tiene la comunidad sirio libanesa local con los israelitas de Gualeguaychú? “Ha sido siempre muy buena. Tenemos de hecho amistad con muchos de sus miembros”, respondió el titular de la entidad que reúne a descendientes árabes, sugiriendo que lo que ocurre en Medio Oriente no interfiere en la histórica convivencia entre ambas colectividades. Cabe consignar que la inmigración sirio-libanesa a Gualeguaychú, como en otras partes de Argentina, se dio principalmente a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Estos inmigrantes eran mayoritariamente cristianos, de las ramas maronita, melquita y ortodoxa, que huían de la persecución en el Imperio Otomano, donde predominaba el Islam. Las tensiones religiosas y las dificultades económicas, sumadas al régimen opresivo del Imperio, impulsaron a muchos a buscar refugio en América, siendo Argentina uno de los destinos preferidos. “Vivimos una pesadilla” En tanto la comunidad israelita de Gualeguaychú, como el resto de la colectividad de esta etnia en Argentina, vive atribulada por lo que considera un ataque artero, desde el 7 de octubre de 2023, al Estado de Israel. La Asociación Israelita de la ciudad, en contacto con Ahora ElDía, manifestó que desde ese fatídico día “los judíos del mundo estamos viviendo una pesadilla”. En un escrito se señala que la guerra la iniciaron otros: “Esto no lo provocó Israel. No lo provocó ningún estado democrático ni país alguno. Esto lo provocaron terroristas a los que no les cabe ninguna calificación humana posible. Sembraron el horror y el terror. A partir de ese momento el Estado de Israel lucha por sobrevivir y proteger a todos los judíos del mundo”. En otro tramo del escrito se indica: “Y pese a que los hechos y la historia lo demuestran, no se usurparon territorios. Nunca se provocó ni se comenzó un conflicto. Pese a la demostración de querer vivir en paz y confraternizar dónde estemos se nos sigue condenando en la mayoría de los casos sin argumento o sin saber por qué. Eso es simplemente antisemitismo. Y ese sentimiento nunca tuvo razón de ser. Es simplemente inexplicable como es el odio infundado”. Desde la Asociación Israelita de Gualeguaychú se remarca que “en nuestro país Argentina, los judíos nos sentimos a salvo de esos hechos y sentimientos”, aunque esto “a pesar de haber sufrido tres atentados, como la embajada de Israel, la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), y la muerte del fiscal Alberto Nisman (el encargado de investigar el último atentado), todos provocados por el fundamentalismo y el terrorismo”. La comunidad israelita local dice estar “siempre en alerta”, y añade que “esa es nuestra forma de vivir, desde siempre. Y desde siempre pidiendo para vivir en Paz, estemos donde estemos”. La inmigración judía a Gualeguaychú comenzó en el último tercio del siglo XIX, en consonancia con las primeras grandes oleadas de inmigrantes a Argentina. Al igual que otros grupos migratorios, los hebreos llegaron buscando escapar de la persecución y las difíciles condiciones de vida en Europa, especialmente en la Rusia zarista y otras regiones del este de Europa donde los pogromos y las restricciones legales afectaban gravemente a las comunidades judías. Formación de estados nacionales Si bien tanto las comunidades árabes como las judías han habitado la región de Medio Oriente durante milenios, fue a mediados del siglo XX que se crearon los estados de Líbano, Siria e Israel. Esto se debe a varios factores históricos interrelacionados, particularmente el desmantelamiento del Imperio Otomano, el colonialismo europeo y la situación política global tras la Segunda Guerra Mundial. Francia obtuvo el mandato de la Liga de las Naciones sobre Siria y Líbano en 1920. El país europeo se vio obligado a conceder la soberanía a ambos países, bajo la presión árabe y las circunstancias originadas tras la Segunda Guerra Mundial. De esta manera, mientras Líbano se independizó en 1943, Siria lo hizo en 1946, constituyéndose ambos en Estados nacionales árabes. La creación del Estado de Israel en 1948, en tanto, fue el resultado de varios factores, incluidos el movimiento sionista que surgió en Europa en el siglo XIX, y el impacto del Holocausto en la diáspora judía, junto con la creciente migración hebrea hacia Palestina, que estaba bajo mandato británico. El conflicto con las comunidades árabes y los vecinos regionales, que se resistían a la creación de un Estado judío, dio lugar a conflictos que siguen presentes hasta hoy.

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