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» Diario Cordoba
Fecha: 24/10/2024 15:03
Córdoba está indudablemente ligada a San Rafael desde que el arcángel salvó a la ciudad de sufrir una epidemia en el siglo XVI. Esa unión se ha mantenido imborrable a lo largo de los siglos a través de su presencia en iglesias, calles, plazas, puentes o por ser uno de los nombres más populares entre los cordobeses. Otro de los homenajes a su figura se encuentra en los doce triunfos repartidos por los barrios de la ciudad, unas creaciones escultóricas que esconden en muchos casos una rica historia y que son un importante legado de la Córdoba del siglo XVIII. La mayoría de ellos están catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía. «El origen de los triunfos en Europa se remonta a las columnas romanas, una tradición que en el Barroco se recupera y se extiende por Europa, especialmente durante la Contrarreforma, con el objetivo de simbolizar la supremacía del catolicismo», explica Juan José Roig, que ha publicado recientemente el libro Los triunfos de San Rafael. Roig apunta a que esta tendencia llega a Córdoba a finales del siglo XVII, «cuando ya se hacían procesiones y diferentes cultos a la figura de San Rafael». Así, se construye en 1651 en el Puente Romano el primero de ellos, una obra de Bernabé Gómez del Río que «no sigue el esquema clásico del arcángel sobre columnas y emergiendo entre las nubes», remarca. Roig recuerda que antes de esto «había únicamente un par de estatuas a San Rafael, la más popular, en la capilla de los Santos Mártires». Puente Romano (1651) / Víctor Castro Es en la primera mitad del siglo XVIII cuando los triunfos se popularizan en Córdoba y empiezan no sólo a estar financiados por el Ayuntamiento sino también por vecinos y nobles. Paralelamente, destaca Roig, «en la ciudad se colocaron más de cien altares, no solo a la figura de San Rafael, también a otras imágenes» que finalmente el político Ángel Iznardi ordenó retirar prácticamente en su totalidad décadas más tarde. Historia y legado El triunfo más monumental de todos se encuentra en la Puerta del Puente. Construido en 1781, cuenta con una altura de 27 metros, siendo el más alto de los doce. Fue mandado construir por el Cabildo de Córdoba y no solo llama la atención por su altura y ubicación, a los pies de la Mezquita-Catedral y el Puente Romano, también por el conjunto escultórico que lo conforma. En la base de la columna están representados Santa Bárbara, Santa Victoria y San Acisclo, que están sobre una cueva «de la que se pretendía que saliera agua simbolizando el nacimiento del Guadalquivir, aprovechando el excedente del Patio de los Naranjos», remarca Roig. Muchos triunfos han cambiado de ubicación a lo largo de su historia, como es el caso del de la plaza del Potro. Construido en 1768, en primera instancia se situaba en la plaza del Ángel, hoy San Ignacio de Loyola. Sin embargo, fue víctima de un paulatino abandono y ya a mitad del siglo XIX, según detalla Ramírez Arellano en Paseos por Córdoba, se encontraba en «un estado muy deteriorado», por lo que se pidió trasladarlo a la avenida de Gran Capitán, a los Jardines de la Agricultura o incluso hacer una fuente monumental en el Campo de la Merced con el triunfo en el centro. Sin embargo, fue en 1924 cuando se colocó en su emplazamiento actual, que llegó tras la petición de Enrique Romero de Torres, hermano del pintor. «Estaba casi destrozado y era profanado por las noches (...), se restauró y se trasladó con el beneplácito de los jesuitas de San Hipólito y la unión de los vecinos, que contribuyeron con los gastos», señaló Romero de Torres en uno de sus escritos. Destacar que inicialmente se ubicó en el otro extremo de la fuente. La luna ilumina el triunfo de San Rafael de la Puerta del Puente. / FRANCISCO GONZÁLEZ Otro de los triunfos que ha modificado su localización ha sido el de la glorieta Conde de Guadalhorce (antigua estación). Data de 1743 e inicialmente se ubicaba en el Alcázar de los Reyes Cristianos, en la puerta más cercana al río. No obstante, en 1953, y aprovechando las obras de reforma de la antigua estación, se trasladó a su ubicación actual. Como curiosidad, destacar que la imagen miraba en sentido contrario, con el objetivo de recibir a los viajeros, por lo que en 2007, y tras una petición vecinal, el Ayuntamiento desmontó el triunfo y lo giró 180 grados. Glorieta Conde de Guadalhorce (1743) / Víctor Castro El último triunfo es probablemente el más particular de todos. Ubicado en la calle Sebastián Cuevas, fue inaugurado en 2014 y cuenta con un diseño moderno obra de los alumnos de la Escuela de Artes y Oficios. Se trataba de una demanda del barrio, ya que los vecinos querían recuperar a San Rafael después de que la hornacina fuese eliminada con el traslado del estadio municipal. Además, su localización indica ahora dónde estaba el antiguo campo de fútbol. Cabe mencionar el caso del triunfo del Alpargate, que fue destruido tras el paso de la borrasca Bernard, que dejó rachas de viento de hasta 130 km/h. Era un símbolo del barrio, donde se encontraba desde 1976. La Asociación Cordobesa de Artesanos anunció recientemente que lo restaurará gratuitamente en los próximos meses. Suscríbete para seguir leyendo
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