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  • La fragilidad y el pasado juegan para Milei

    » Panorama

    Fecha: 16/06/2024 04:51

    La Argentina vive un cambio de época; “¿de quién creés que es la responsabilidad de tu situación económica actual?”, preguntó un sondeo de Taquion: un 41% contestó que es “del gobierno anterior”. Por Francisco Olivera, en diario La Nación Una buena parte del entusiasmo que les dejó a empresarios y operadores financieros la sanción de la Ley Bases y el paquete fiscal no obedece tanto al contenido de ambas iniciativas, algo que la mayoría de ellos valora positivamente, como al escenario que, coinciden, esa aprobación en el Senado logró evitar: que un gobierno sin estructura partidaria tuviera semejante traspié apenas seis meses después de haber asumido y en pleno ajuste. Como si ese riesgo institucional hubiera quedado más expuesto durante la jornada de votación. Hay ejemplos sutiles y burdos. Será difícil de olvidar una imagen tan funcional al oficialismo como la del auto de Cadena 3 patas arriba y en llamas mientras transcurre el debate. Es lógico que algunos kirchneristas, como Juliana Di Tullio, hayan sospechado enseguida de la acción de grupos infiltrados. ¿Puede haber tanta torpeza? Pero en simultáneo, dentro del recinto, Eduardo de Pedro volvía a pedir, como ante las toneladas de piedras de 2017, suspender la sesión. Milei saca provecho desde hace tiempo de estos contrastes. Son, en definitiva, los que lo trajeron al poder. “Por suerte también pudieron controlar la calle”, suspiró al día siguiente un operador bursátil. Hechos que, cada tanto, convierten la supuesta debilidad presidencial en fortaleza. La Argentina vive un cambio de época. “¿De quién creés que es la responsabilidad de tu situación económica actual?”, preguntó entre el 1° y el 10 de junio un sondeo de la consultora Taquion, del analista Sergio Doval, y un 41% contesta que es “del gobierno anterior”. Hay otro 12% que dice: “Mía y de mis decisiones”, y un 20%: “De ambos gobiernos”. Solo un 26% le atribuye la culpa al “gobierno actual”. Cuando se interroga hasta cuándo podría esperar para ver resultados, el 56% de los consultados responde que al menos hasta fin de año. La sociedad ha decidido darle tiempo a Milei. Algo que va en sintonía con la reacción que tendría ante un eventual fracaso. ¿Qué haría si el Gobierno no cumpliera las expectativas?, insiste la encuesta, y las respuestas vuelven a sorprender: un 31% no lo volvería a votar, un 17% le pediría a la oposición que se involucrara más, un 16% sería más activo en las redes sociales “mostrando las deficiencias” de la Casa Rosada, un 6% se iría del país y un 12% “no haría nada”. ¿Alguien estaría dispuesto a “salir a la calle para mostrar su descontento”? Sí, apenas el 16%. Al menos por ahora, las cacerolas están guardadas. Una novedad para quienes, ya en diciembre, imaginaban un marzo en llamas. En junio, según Taquion, el “sentimiento digital positivo” medido en redes llegó al 64%, el nivel más alto desde diciembre. “En estos seis meses Milei pudo mantener un sentimiento digital positivo por encima del 45%”, dice el trabajo, que agrega que solo en abril fue superado por el negativo. El desafío de Milei es ahora edificar sobre esa estepa empobrecida pero expectante. Un contexto ambivalente en varios ámbitos. Hacía tiempo que, por ejemplo, un gobierno no tenía tanto respaldo de empresarios que permanecen, a su vez, renuentes a hundir capital. Por eso era relevante la sanción de estas leyes, cuyos efectos se percibirán en el mejor de los casos en un plazo más largo. Interés por lo que viene no falta. El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), por ejemplo, fue hace un mes eje temático de un seminario que se hizo en la UBA con enviados del Departamento de Energía de Estados Unidos y el Instituto de las Américas, y donde se habló del futuro del gas natural licuado (GNL), de China, de minería. “Horacio Marín, director general de YPF, incluso llegó a decir que sin RIGI no habría exportación de GNL”, dice el reporte del encuentro, todavía publicado en la web del instituto con sede en La Jolla, San Diego. La nueva ley incluye además oportunidades de privatización. O concesiones, como en Trenes Argentinos, donde se ilusionan con posibles interesados como el grupo Roggio o el de transporte automotor Vía Bariloche. Algunos artículos de las leyes aprobadas ya no pueden ser sometidos a revisión en la Cámara de Diputados. Pese al pedido por carta que hizo a los senadores, la Unión Industrial Argentina no pudo colar en el texto más que unas pocas modificaciones. Apenas una palabra vaga, “compromiso”, para que los eventuales inversores tengan en cuenta a un 20% de empresas locales en su universo de proveedores. Las mineras, en cambio, harán el intento por revocar el aumento en regalías para proyectos nuevos que lograron introducir los senadores de Santa Cruz. ¿A cambio de qué lo consiguieron, si finalmente votaron en contra de las leyes? Tal vez de un gesto sutil, pero que conformó sin embargo a Guillermo Francos y a su segundo, José Rolandi, negociadores del Gobierno: se ausentaron por la noche, durante la votación en particular, y permitieron así que se aprobara la delegación de facultades. Una foto que circuló en Twitter los muestra esperando sentados en la escalera. Es probable que el radical Maximiliano Abad hubiera estado al tanto de todo cuando resolvió hacer exactamente lo opuesto: después de votar a favor de la ley en general, lo hizo en contra de las facultades delegadas con el argumento de que la UCR siempre mantuvo esa posición. La realidad es que, con los santacruceños en la escalera, su objeción no ponía en peligro ese artículo. Fueron ardides para no hundir al Gobierno en un momento crucial. De los radicales, solo Lousteau votó en contra de la Ley Bases, pero bastó para abrir una interna que probablemente se replique ahora en Diputados. Por lo pronto porque, pese a haber avalado el paquete fiscal en general, el presidente de la UCR votó en el nivel particular contra la restitución de la cuarta categoría del impuesto a las ganancias. Algo que pretendían los gobernadores de Juntos por el Cambio, incluidos los radicales. Hubo incluso quienes lo vieron molesto en el recinto, y hasta renuente a contestarle a alguien que lo llamaba a pocos metros y a sus espaldas. Tensiones de una jornada extenuante e incierta hasta el final. El día anterior, miércoles, una senadora dispuesta a avalar los proyectos oficiales y, por lo tanto, obligada a reprogramar un vuelo particular había pedido que a cambio la cámara le diera un pasaje. Se lo negaron. “¿Te das cuenta de que la ley se está por caer por 500 dólares?”, dijo en ese momento un operador de La Libertad Avanza que estuvo cerca de ofrecer pagarlo él. La presión pasará ahora a Diputados. El bloque de La Libertad Avanza acordará dentro de dos martes una estrategia para intentar restituir la versión original de Ganancias. Si no lo consigue, la relación entre la Casa Rosada y las provincias volverá a quedar desbalanceada, merced a la buena voluntad de Milei. Una pésima noticia para Kicillof, asfixiado desde hace meses por la caída en la recaudación. Dicen que el retraso de pago a proveedores llega a cuatro meses. Y que, hace unos días, Cristina Kirchner les pidió a su hijo Máximo y a él atenuar las peleas dentro del territorio bonaerense. Una cuestión de olfato que parte seguramente de la idea de que, en todo caso, los errores sean solo ajenos. Hace rato que los propios le dan sentido a Milei.

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