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» Mdzol
Fecha: 24/06/2024 07:33
Después de una semana en la que los feriados fueron los protagonistas, desde las asociaciones que representan al sector turístico dan a conocer el balance de la actividad. ''Hemos tenido un buen fin de semana en términos turísticos con destinos a lo largo del país que reflejaron una ocupación por encima del 70%, esto es, sin ninguna duda, consecuencia del gran trabajo que hemos realizado desde el ámbito privado adecuando los precios para que los argentinos pudieran disfrutar de este fin de semana en términos turísticos'', señaló en un comunicado, por ejemplo, Gustavo Hani, presidente de la Cámara Argentina de Turismo. Por otro lado, la entidad reveló que, desde Aerolíneas Argentinas, informaron que en estos feriados viajaron más de 300 mil pasajeros y que entre los destinos más elegidos se ubicaron Bariloche, Córdoba, Iguazú, Mendoza, Salta, Ushuaia, Tucumán y Neuquén. “Es fundamental que podamos seguir fortaleciendo el trabajo público–privado con medidas y herramientas que nos permitan acompañar el contexto actual e impulsar al turismo. En este sentido creemos que es imprescindible establecer como feriado el lunes 19 de agosto, para poder acompañar al sector en temporada baja sabiendo que somos un motor que moviliza trabajo y oportunidades en todo el país'', agregó el comunicado de la Cámara que hace referencia, en su pedido de otro día no laborable en agosto, al corrimiento del feriado del 17 en el que se conmemora la muerte del General José de San Martín. En un listado de pueblos o ciudades turísticas, la CAT detalló niveles de ocupación de entre 80% y 100% en lugar como La Cumbrecita, Sierra de la Ventana, Villa General Belgrano, Mendoza, Salta, Termas de Río Hondo, Cafayate, entre otros. Iguazú, Bariloche y Ushuaia registraron ocupación por arriba del 70%, según el informe de la entidad. Estos datos muestran un alto nivel de actividad de una semana muy particular ya que empezó con el feriado por el Paso a la Inmortalidad del General Martín Miguel de Güemes, el 17 de junio; y terminó con el fin de semana XXL del jueves y viernes, por el Día de la Bandera y su respectivo puente turístico. Todo esto hizo que, en muchos casos, se tomaran toda la semana de licencia. En varias empresas (por ejemplo, en seis automotrices) no hubo actividad desde el viernes 14 hasta mañana, lunes 24. En algunos casos, aduciendo problemas con insumos, pero en la práctica fue consecuencia de una semana con tantos feriados que complica operativamente a la producción. Para tomar magnitud del nivel de ocupación alcanzado, esta particular semana se produjo muy cerca de otra semana de muchos feriados como fue la de Semana Santa que se sumó a los dos días de licencia que se dieron el 1 y 2 de abril, con motivo de conmemorarse el Día del Veterano y de los Caídos en la guerra de Malvinas y próxima a las vacaciones de invierno. Si no hubiese habido tanta oferta de días pensados para el turismo en tan poco tiempo, posiblemente la ocupación de este fin de semana XL podría haber sido mayor. Lo que pone en debate esta alta actividad turística que reconoce la Cámara privada es la política de subsidios al sector que se aplicó en el anterior gobierno bajo el programa PreViaje. El sistema surgió como consecuencia de la pandemia y la larga cuarentena que dispuso el expresidente Alberto Fernández. El sector turístico – hoteles, gastronomía, empresas de transporte terrestre, fluvial y aéreo – estuvo varios meses sin operar y sin ingresos. Al comenzar a flexibilizar las restricciones sanitarias se dispuso este plan que reembolsaba a los consumidores el 50% de sus gastos. Reembolso que hacía el Estado, acrecentando el gasto público. El problema es que, una vez superada la crisis sanitaria y cuando no era necesaria la ayuda estatal, se fueron renovando las distintas etapas del programa y pasó a ser una política de Estado que duró hasta el final de la gestión. En la práctica, lo que se registró fue un fuerte aumento de precios en los sectores beneficiados que se compensaba, para los consumidores, con el reembolso que recibían. Durante un largo período, el rubro Hoteles y Gastronomía estuvo por arriba del índice general de precios que medía el INDEC, lo que confirmaba que los subsidios alentaron la “inflación turística”. El mecanismo funcionaba con privados que cobraban caro y consumidores que pagaban menos. La diferencia la ponía el Estado a través de los impuestos que pagaba gente que no viajaba o de emisión, que recalentaba la inflación ya desbordada. El otro dato que hacía más insólito el programa de PreViaje es que era utilizado, en su gran parte, por sectores de alto poder adquisitivo que aprovechaban el descuento para llenar hoteles de 4 o 5 estrellas y restaurantes de primer nivel. Seguramente, sin la ayuda estatal, hubiesen viajado igual. No era utilizado, en general, por sectores de menores ingresos porque, aún con el subsidio, no estaban en condiciones económicas de pensar en hacer turismo. La esencia de esa política se replicó, en versión “estudiantil”, en la provincia de Buenos Aires, cuando el gobernador Axel Kicillof, decidió regalar el viaje de fin de curso a alumnos de secundario del distrito. El mandatario, ahora, con la llegada de Javier Milei, tuvo que dar marcha atrás con esa medida porque “no hay plata”. Lo que pone en evidencia esta política de subsidios millonarios al turismo es el uso indebido de los fondos públicos. Quienes la deciden y la aplican no tiene que sacar dinero propio, dinero de sus bolsillos, sino que hacen política con la plata de los demás, en este caso, los contribuyentes. Toda una tentación. Los datos positivos que comunicó la Cámara de Turismo – supuestamente veraces ya que se trata de una asociación que agrupa a privados y no tiene interés político – dejan una mensaje claro que, sin la necesidad de subsidios, la actividad del sector fue alta este fin de semana, aún en un contexto con los feriados de Semana Santa y Malvinas tan cerca y la proximidad de las vacaciones de invierno, que hace que la gente se tenga que repartir para viajar ya que muy pocos pueden hacerlo todo el tiempo. El Estado no intervino, no dilapidó recursos que son necesarios para cosas más urgentes, en un país con 50% de pobres, y los privados –como dice el comunicado – “adecuaron los precios”. Este es un punto importante ya que los costos turísticos internos quedaron muy altos para los ingresos de los argentinos y más si se compara en dólares con otros países. Tal vez deberán ajusta más esos valores para aumentar la ocupación, pero eso dependerá de la decisión de los privados y sus finanzas y no de la picardía de unos funcionarios que utilizan plata ajena para financiar su carrera política. Es posible que, tanto con el PreViaje – que fue más utilizado por los sectores económicos medio y altos – como ahora que no hay subsidio estatal, la mayoría de los que viajan sean los mismos: los que tiene capacidad de consumo (fuera de las necesidades básicas) y de ahorro. La diferencia es que, hasta el año pasado, lo hacían aprovechándose del Estado y ahora con su dinero.
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