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  • Inundación en Concordia: comercios de la Costanera cuestionan a la represa

    Parana » Entreriosaldia

    Fecha: 24/04/2024 22:32

    Locales Mario Doval, propietario de un comercio gastronómico de la costanera, admitió esta mañana que la creciente actual del rio Uruguay afecta bastante a todos los negocios ubicados en esa zona. “Estamos todos anegados”, remarcó. El salón restaurante, ubicado en avenida de los Pueblos Originarios y Buenos Aires, tiene 50 centímetros de agua en su interior. Doval remarcó que todos los comercios, desde Carriego hasta Mitre, están en la misma situación. “La costanera nueva prácticamente desapareció en la zona del Nébel”, indicó. En tanto, Omar, propietario de un carrito ubicado en esa misma cuadra, dijo que antes de cerrar ya habían empezado a sufrir la merma de clientes por el avance del río. Además recordó que se había prometido la construcción de la Defensa Central. “Nosotros necesitamos un Aeropuerto, por supuesto por el progreso, pero también tendrían que darse cuenta que hay 200 o 300 familias perjudicadas. Los comerciantes ya lo sabemos porque podemos volver pero la gente les debe costar un montón restablecerse de vuelta. Ves esa pobre gente sentada en la esquina de su casa, mirando que no le afanen, con todo roto, como en el año 2015 que perdió un montón de cosas por un mal manejo”, remarcó. Desde el lunes 23 de octubre que el comercio de Doval, ‘Mac Doval´s’, está cerrado. El propietario no estimó los perjuicios económicos que padece por no haber podido trabajar durante estos nueve días. Por un lado, remarcó que hay comercios grandes y chicos, algunos con más empleados que otros. Pero, por el otro, admitió que el menoscabo es cuantioso para todos por igual. El comerciante sostuvo que les debe pagar a los empleados aunque no estén trabajando en estos días. “Hay que pagarles de una manera u otro hay que pagarles”, indicó. “A veces, algunos los harán esperar un poco más o menos pero a los chicos hay que pagarles”, dijo. En ese sentido, sostuvo que habrá quienes tienen recursos para poder hacer frente a los salarios o lo hará luego del primer fin de semana que vuelvan a trabajar. Doval sostuvo que la Corriente del Niño se va a extender durante todo el verano. Y sostuvo que la única forma de amortiguar las crecidas es modificar la operatividad de la represa de Salto Grande. De lo contrario, las inundaciones se van a producir más a menudo. “Ellos (la represa) se manejan con una altura de 35,50 metros y no quieren pasar eso. Pasado eso, el agua entra en la cota de expropiación arriba. Invaden los campos y es automática la indemnización”, sostuvo. En consecuencia, cuando saben que el rio va a desbordarse, bajan la altura del lago y esperan llenar el embalse con el agua que viene del norte. Pero hasta los 35,50 metros. “Son prolijos. Pero siendo prolijos para no inundar arriba, a nosotros nos inundan, total acá no se paga nada”, subrayó Doval. El gastronómico sostuvo que si el Lago tuviese una altura de 36,50 metros en este momento, las ciudades aguas abajo no estarían inundadas. “Estaríamos en 12 o 12 metros y pico si ellos se manejarían con un metro más de la medida que ellos tienen”, destacó. “Son prolijos, hacen bien las cuentas y no quieren pagar porque es automático. Se manejan así y nos perjudican a familias, a negocios y a toda la zona de la Costanera”, sostuvo. “La inundación debería ser como la de septiembre o un poquito más pero resulta que al hacer ellos Chapecó (una represa en territorio brasileño que está cerca de El Soberbio –Misiones-) abrió las compuertas y nos mandaron agua. No está viniendo tanta agua, el lago está en 34 metros (33,86 metros) pero seguimos en el nivel de evacuados y están prestando atención a las precipitaciones del sur de Brasil”, remarcó. Más adelante, remarco que la única ayuda que obtuvo del gobierno se produjo en la crecida de 2015- 2016 cuando el intendente era Enrique Cresto y el gobernador Gustavo Bordet. Los comercios recibieron, en ese entonces, un crédito blando del CFI (Consejo Federal de Inversiones) a devolver en 36 meses sin intereses. En consecuencia, Doval remarcó que esta vez solicitaron una ayuda económica similar. “Están estudiando el pedido”. Remarcó que los gastos de limpieza son enormes, cambiar numerosos los elementos eléctricos y esperar para saber qué es lo que se puede salvar de los revoques de material en las paredes. “Que se seque lo que se seque, el revoque que se caita que se caiga y empezar a revocar o pintar de vuelta o hacer un arreglo cosmético hasta que puedas cambiar la pared porque el agua nunca la terminas de sacar. No es fácil”, indicó. ¿Qué pasó con la Defensa Central? Omar, propietario de un carrito situado a pocos metros “King Cost”, recordó que es comerciante de esa zona desde 1996. Por lo tanto, vivió todas las crecientes desde aquel entonces, con errores o sin ellos por parte de quienes administran la represa. Y sostuvo que vivieron crecidas del río entremezcladas con periodos económicos opuestos. Hubo épocas de crisis y épocas de bonanza. Las anteriores los agarraron en épocas mejores. “La última fue un desastre”, recordó. “Los números no dan y cuando nos queremos recuperar en uno, dos o tres años, tenemos otra inundación”, dijo. Más adelante, remarcó que la represa podría tener 35,50 metros de cota. “No estaríamos inundado y 400 familias tampoco estarían inundados”, subrayó. Omar dijo que no es técnico para opinar sobre el manejo de la central hidroeléctrica pero ha visto a lo largo de los años todo tipo de situaciones. Como conclusión, sostuvo que no quieren pagar a los que “tienen campo del otro lado” y aguas abajo terminan perjudicados. El comerciante sostuvo que no tienen ayuda de ningún lado. “Veo empresas que cuando algo les pasa, tienen ayuda del Estado, millones, y nosotros que somos chiquitos, no tenemos ayuda de ningún lado”, indicó. ¿Cuántos empleados tienen? “Depende, tenemos una costanera que en invierno tiene muy bajo perfil y en el verano resucitamos”, remarcó. Por ello, dijo que si la intención de la CTM es seguir inundando gasta la cota 14, que se concrete el proyecto de la Defensa Central. Recordó que era una promesa y fueron a varias reuniones con representantes del Banco Mundial y de una empresa constructora que se ofreció para ejecutarla. “Pero resulta que falta decisión política; ahora dicen que falta plata. La bronca existe de parte nuestra”, destacó. En ese sentido, el proyecto contemplaba su nacimiento en forma paralela a Scattini, ingresaba en el Campo de los Deportes pero lo cruzaba por detrás, cerca de las vías del ferrocarril, luego atravesaba el parque Mitre, hasta los galpones del Puerto, que quedaban fuera, y seguía paralela al río, luego se retiraba unos Metros al este cruzando por la mitad al Club Pesca y el Regatas. “Pero no es una pared. No se le explica a la gente que no es una pared. Parte eran hidráulica que se movería según la cantidad de agua, una parte fija pero en algunos sectores. No es una ciudad detrás del muro como escuche decir a un periodista hace unos días. No es así”, indicó. El comerciante cree que hasta el 10 de noviembre no van a retornar. “Y estamos yendo a eso”, indicó. “Yo creo que so por los números que están y por la represa que no la quieren volver a los metros que podrían”, dijo Omar. “Si estuviera la Defensa, la municipalidad no gastaría tanto en mover a la gente que está perdiendo todo. Más ahora que está lloviendo”, sostuvo. ‘Creo que no va a pasar los 14 metros’ Ariel Carayani tiene un comercio gastronómico, “Ikaria”, desde hace muchos años en la esquina de Roque Sáenz Peña y la Costanera. Consultado al respecto, manifestó su esperanza de que el agua baje en breve para poder comenzar a trabajar. Las perspectivas son buenas, remarcó, porque la represa nunca estuvo colmada totalmente y el rio no llego a los 14 metros. “Creo que no va a pasar los 14 metros. O sea que no ha sido una inundación grande”, recalcó. “Después hay que ver si eso se podría haber evitado o no. Los ingenieros saben manejar eso, Por eso nos extraña pero, bueno, vamos a esperar unos días. El tema es que hay una semana o más para que empiece a bajar. Y ahí está el problema. Después hay que volver a armar el negocio de nuevo”, remarcó Carayani. Una vez que se retira el agua, sostuvo que deben limpiar de inmediato las paredes ya que el barro se seca y forma una costra que parece una pintura que es difícil de sacar. Los perfiles u otros elementos de madera que quedan expuestos al agua se arruinan. Pero, al menos, la creciente no afecta hasta el momento los vidrios debido al movimiento del agua. “Estamos haciendo un control diario y no hay grandes roturas”, indicó. Carayani (quien también preside el club Wanderer´s cuya cancha que está bajo agua [remarcó que a lo largo de su historia ocho veces se le hizo un muro de ladrillo perimetral a la cancha del Bohemio pero una y otra vez la creciente lo derribó] lamentó que el río les haya tirado abajo parte de la pared que habían empezado a levantar sobre calle Scattini) indicó que hay una persona que se quedó con el auto en el comercio, va y viene, hace videos, controla que no haya daños. Reproductor de vídeo

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