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Concordia » Cadena Entrerriana
Fecha: 31/12/2025 16:52
Con temperaturas extremas y niveles de humedad agobiantes, el sueño se convierte en un desafío para la salud. Especialistas explican por qué el enfriamiento corporal es el interruptor biológico necesario para activar la melatonina. Las noches de verano en la región han dejado de ser un momento de alivio para convertirse en un obstáculo para la salud física y mental. Cuando el termómetro no baja de los 25°C, el cuerpo entra en una lucha constante por regular su temperatura interna, lo que fragmenta el sueño y genera un efecto dominó de fatiga, irritabilidad y riesgos cardiovasculares. La biología del sueño: el papel de la melatonina Según explica el psicólogo clínico Michael Breus, experto en medicina del sueño, nuestro organismo necesita un descenso térmico para enviar la señal cerebral que activa la producción de melatonina. Sin este «enfriamiento», el ciclo de sueño-vigilia se altera. El médico neumonólogo Facundo Nogueira advierte que las consecuencias van más allá de un simple bostezo matutino: dormir menos de siete horas de forma recurrente aumenta el riesgo de padecer hipertensión arterial y alteraciones metabólicas. Estrategias para una «Noche Fresca»: 10 consejos de expertos Para que el calor no dé tregua a nuestro descanso, la ciencia sugiere una serie de hábitos que pueden transformar el ambiente del dormitorio: - Gestión térmica del hogar: Mantener persianas y cortinas cerradas durante el día es fundamental. Esto puede reducir la entrada de calor solar hasta en un 60%. - El dilema de la ducha: Contrario a la creencia popular, una ducha tibia o caliente antes de acostarse es más efectiva que una fría. Dilata los vasos sanguíneos y facilita que el cuerpo pierda calor al salir del baño. - Vestimenta inteligente: Priorice pijamas de 100% algodón. Este tejido natural absorbe la humedad y permite que la piel respire, a diferencia de las fibras sintéticas. - Cena liviana y temprana: Los alimentos ricos en triptófano y fibras deben consumirse al menos dos horas antes de dormir para evitar la sobrecarga metabólica. - Adiós al alcohol y las pantallas: El alcohol tiene un efecto termogénico (da calor) y fragmenta el sueño. Por otro lado, la luz azul de los dispositivos inhibe la melatonina. - Climatización consciente: Si usa aire acondicionado, regule el termostato cerca de los 20°C. Si usa ventilador, asegúrese de que haya ventilación cruzada. - Trucos de frescura momentánea: Colocar las sábanas en el congelador dentro de una bolsa plástica unos minutos antes de acostarse puede facilitar el inicio del sueño. - Hidratación equilibrada: Beba 2 a 3 litros de agua durante el día, pero reduzca la ingesta tras la cena para evitar interrupciones nocturnas por visitas al baño. - Siesta corta: En regiones de calor hostil, una siesta de no más de 45 minutos puede ayudar a recuperar energía, siempre que no se sufra de insomnio crónico. - Espacio compartido: Si duerme acompañado, un colchón más amplio reduce la transferencia de calor corporal adicional. ¿Cuándo el sudor es una señal de alarma? Los especialistas subrayan que, si bien sudar es normal, la sudoración nocturna intensa y persistente debe ser evaluada. Si se acompaña de mareos, calambres, hormigueo o dolor de cabeza, podría tratarse de un cuadro de deshidratación o agotamiento por calor. El descanso profundo es esencial para la salud integral: favorece la reparación celular, la regulación hormonal y la salud cardiovascular, según la comunidad médica. Adoptar estrategias efectivas para dormir en noches calurosas es clave para el bienestar físico y mental. compartir
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