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» Clarin
Fecha: 31/12/2025 14:10
Se lo define como uno de los personajes de la Copa Africana de Naciones, plantado como una estatua durante los 90 minutos de los partidos de la selección de la República Democrática del Congo. A simple vista parece un hombre ajeno a lo que pasa a su alrededor, donde miles de almas saltan, bailan y gritan por el equipo del DT francés Sébastien Desabre, que ya se metió en octavos de final del torneo que se disputa en Marruecos y todavía sueña con clasificarse al Mundial 2026 a través del repechaje internacional que se jugará en marzo. Sin embargo, el gesto de Michel Kuka Mboladinga está anclado en el sentimiento más profundo del pueblo africano y le hace honor a una historia trágica, la del líder anticolonialista Patrice Lumumba, asesinado el 17 de enero de 1961 cuando tenía 35 años, y la de su propio pueblo. Por su tributo a Lumumba, Michel es llamado de esa manera, Lumumba, y tomó relevancia mundial entre los medios que siguen la competición en tierra marroquí. Es que a simple vista llama la atención verlo convertido en estatua, con una resistencia que parece difícil de lograr. "Gloria a Dios, estoy muy feliz por eso", le dijo al medio Brut, agradecido por verse en los portales deportivos de todo el planeta, feliz porque siente que está ayudando a promover a su nación, independizada de Bélgica en 1960 y de Zaire en 1997, tras décadas de guerras y luchas de todo tipo, en busca de hacerse soberana. "Yo mismo estoy sorprendido, no me lo esperaba", explicó el hincha más famoso del conjunto congoleño, quien una vez que terminan los encuentros recupera sus movimientos, recibe el aplauso del público y sale de los estadios mezclado con los fanáticos que se acercan a saludarlo o filmarlo con sus celulares. "Soy un artista, soy un animador, por eso hago esto, es mi trabajo", justifica quien lleva doce años cumpliendo este profundo ritual, siempre con un estrambótico look que va cambiando fecha tras fecha. Su próxima cita será contra una de las candidatas, la poderosa Argelia, rival de Argentina en el debut de la Copa del Mundo. WATCH: A DRC supporter stands in tribute to Patrice Lumumba for 90 minutes, till the end of the game.#UBCAFCON25 #TotalEnergiesAFCON2025 pic.twitter.com/CZ9xsyIhFI UBC UGANDA (@ubctvuganda) December 30, 2025 La historia detrás del mensaje que intenta difundir Michel no tiene nada que ver con la alegría que se observa en los estadios donde se disputa la Copa Africana de Naciones sino que oculta uno de los episodios más atroces de la turbulenta cronología política del siglo XX. En los años sesenta, Patrice Lumumba era un activista por los derechos de los congoleños que buscaba romper con la opresión europea, más precisamente de Bélgica, impuesta en forma de esclavitud, saqueo y muerte. El Congo finalmente logró independizarse de los belgas, y el joven Lumumba fue designado Primer Ministro, un cargo en el que terminaría durando apenas 80 días. Hemos visto que nuestras tierras fueron expoliadas en nombre de textos pretendidamente legales que solo reconocían el derecho del más fuerte. Hemos visto que la ley no era jamás la misma según se tratara de un blanco o de un negro: acomodaticia para unos, cruel para los otros. Hemos visto los atroces sufrimientos de quienes eran relegados por sus opiniones políticas o sus creencias religiosas; exiliados en su propia patria, con un destino verdaderamente peor que la misma muerte, dijo el día de su asunción, en un discurso que terminaría siendo una condena de muerte porque nunca un africano se había manifestado con esos términos sobre los europeos. Además, las primeras políticas apuntaban a africanizar las fuerzas armadas y la administración pública. En plena Guerra Fría, con la CIA haciendo de las suyas, no había lugar para sumar un nuevo frente en el contexto de potencias que se disputaban el dominio del mundo, por lo que había que borrar del mapa las aspiraciones de un país y un continente que se creía dormido. Lumumba no tardó en ser asesinado, dando inicio a un nuevo caos político que se extendería hasta fin de siglo y que todavía sufre sus consecuencias. Lo mismo pasó con su cuerpo, que inició un derrotero lleno de crueldad. Lumumba fue fusilado en enero de 1961 y sus restos fueron enterrados en medio de la jungla, aunque luego los exhumaron y los volvieron a enterrar a doscientos kilómetros del lugar inicial. Pero nada era suficiente y había que hacerlo desaparecer por completo. El cuerpo del viejo líder fue nuevamente exhumado, lo despedazaron y lo disolvieron en ácido, aunque uno de los policías belgas que formó parte de ese operativo se guardó como souvenir un diente de oro. "Un trofeo de caza", es la frase que le adjudican a Gerard Soete, el oficial que confesó la profanación en 1999 y no sólo expuso su racismo sino que permitió conservar lo que hoy es un tesoro. En junio de 2022, tras una batalla judicial que se extendió durante cuatro años, el diente de oro regresó a la familia de Lumumba, y poco después llegó a Kinshasa, la capital congoleña, en un evento que fue celebrado como una fiesta. La misma fiesta que hoy envuelve a su recuerdo junto a los hinchas del fútbol. Sobre la firma Mirá también Mirá también Newsletter Clarín
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