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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 31/12/2025 12:38
Los concordienses opinan sobre los rituales y costumbres en el festejo de Año Nuevo El inicio de un nuevo año, por lo general, viene acompañado de rituales y costumbres familiares y los deseos que se renuevan con la llegada de este nuevo ciclo. En este contexto, Despertar Entrerriano volvió a salir a la calle con La Gente Opina con el objetivo de conocer cómo viven los vecinos esta fecha tan especial. Las voces recogidas muestran que, aunque las tradiciones ya no ocupan el lugar central de otros tiempos, Año Nuevo continúa siendo una fecha atravesada por la esperanza. El cambio de calendario sigue funcionando como un punto de partida para proyectar deseos, revisar lo vivido y mirar hacia adelante con expectativas renovadas. Tradiciones que se diluyen y rituales que resisten en Año Nuevo Karen contó que en su familia no mantienen tradiciones específicas para Año Nuevo, aunque sí conserva una costumbre personal: usar ropa interior blanca durante el 31 y el 1° de enero. En la misma línea, Analía expresó que tampoco siguen rituales estrictos, pero destacó la importancia de atravesar el día en armonía, evitando discusiones y priorizando la paz familiar. Otro joven explicó que en su familia el Año Nuevo se vive de manera sencilla, sin grandes tradiciones, aunque aprovechan el momento para agradecer lo vivido y pensar en lo que viene. Lucas fue directo al afirmar que no realiza ningún ritual ni costumbre asociada a la fecha, reflejando una postura práctica y sin ataduras simbólicas. Karina y Antonio coincidieron en que en sus familias no acostumbran realizar tradiciones de Año Nuevo, eligiendo transitar la fecha sin rituales ni expectativas especiales. Sin embargo, entre los testimonios también surgió una mirada más ligada a los rituales clásicos. Una vecina contó que en su familia siguen presentes prácticas como las 12 uvas, la lenteja en la billetera, el laurel y el uso de ropa interior blanca o rosada, costumbres que mantienen vivo el simbolismo de la noche del 31. Federico, por su parte, explicó que no realizan costumbres simbólicas, pero sí hacen un repaso del año que termina y se proponen metas concretas para el que comienza, transformando el cambio de calendario en un momento de reflexión y proyección. Los deseos: que desaparezca la gente mala Cuando la conversación gira hacia el futuro, los deseos aparecen con matices diversos, pero con un hilo en común: la necesidad de que el próximo año sea mejor: Karen puso el foco en valores esenciales. Para ella, el deseo de paz y respeto resume lo que espera para 2026, una aspiración que va más allá de lo individual y se proyecta hacia lo colectivo. En una línea similar, también pidieron salud y trabajo, dos pilares que aparecen con fuerza cuando se piensa en el año que comienza. Javier, en cambio, habló desde lo personal. Su objetivo está ligado a poder cumplir aquello que se propone, con una mirada introspectiva que combina balance y compromiso. Lucas fue directo y sincero: con una sola palabra sobrevivir condensó una sensación compartida por muchos, marcada por la incertidumbre y el desgaste cotidiano. Antonio expresó un deseo cargado de emoción y enojo acumulado: que desaparezca la gente mala. Más que una consigna, su frase dejó ver un pedido de alivio frente a las experiencias negativas. Por otro lado, vincularon sus expectativas al crecimiento personal y laboral, apostando a un futuro con mayor estabilidad. La fiesta que despierta más emoción en Concordia Mientras para algunos la Navidad sigue siendo el centro de los encuentros familiares, para otros el verdadero peso emocional aparece cuando el calendario está por cambiar. Antonio eligió esta fecha como su favorita. Sin grandes explicaciones, dejó entrever que el cambio de año concentra expectativas, deseos y una carga simbólica difícil de encontrar en otras celebraciones. Karen lo tiene claro: para ella, el inicio de un nuevo año genera más emoción que la Navidad. El cierre de una etapa y la posibilidad de comenzar otra parecen tener más fuerza que cualquier brindis previo. Para Lucas el Año Nuevo es la celebración que más le importa, asociándolo a una oportunidad para seguir adelante. No todos coinciden. Analía, a diferencia de muchos, señaló que la Navidad es la que más disfruta. Para ella, ese día conserva un valor especial, ligado a la calma, los afectos y un clima distinto al del cierre de año. En otro extremo, una vecina que mantiene rituales tradicionales remarcó que la noche del 31 tiene un significado particular. Entre costumbres heredadas y pequeños gestos simbólicos, el momento se transforma en algo más que una simple cuenta regresiva. Te invitamos a ver lo más destacado de las entrevistas a través de los reels en redes sociales, buscános como @Despertarentrerriano. Fuente: Despertar Entrerriano.
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