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» Clarin
Fecha: 31/12/2025 09:01
No te des por vencido, ni aún vencido, dice la primera lÃnea del poema Piu Avanti del poeta Pedro Bonifacio Palacios, más conocido como Almafuerte. Con ese lema y durante cinco años, dos investigadores intentaron ubicar una vieja cancha de fútbol, una de las seis que se utilizaron en el primer campeonato que se organizó en el paÃs, allá por 1891. TodavÃa faltan descifrar algunas piezas de los orÃgenes, como dos resultados de aquel torneo inaugurar (faltaban 7 pero hace dos años se encontraron cinco). Tras una búsqueda que demandó varios años, se logró determinar el sitio donde funcionó una de las más antiguas y menos conocidas canchas del fútbol argentino, también utilizada por clubes de rugby, cricket y béisbol de Belgrano entre 1877 y 1891. Mencionada en numerosas crónicas inglesas bajo el apelativo de Highfield, sólo se sabÃa que habÃa funcionado en un lugar indeterminado entre Palermo y Belgrano, sobre la calle Santa Fe, actual Av. Cabildo. Pero se ignoraban sus lÃmites precisos y el nombre no aparecÃa en los mapas de la época, explican los autores de la investigación. . El periodista Marcelo Benini y Ricardo Mase, miembro del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (CIHF) encabezaron la difÃcil tarea. Highfield fue una cita reiterada en las páginas de los medios rioplatenses editados en inglés durante el primer campeonato de fútbol organizado por la Argentine Association Football League (AAFL), en 1891. Se trata de la única de las seis canchas utilizadas durante el certamen de la que no se conocÃa su ubicación. Sede del tercer partido oficial de la historia del más popular de nuestros deportes, allà el Belgrano FC recibió al Buenos Aires FC (19/4), Saint Andrews (26/4), Buenos Aires y Rosario Railway (19/7) y Caledonians (2/8), para desaparecer repentinamente a los pocos dÃas de finalizado el torneo. Nada más se supo del terreno y al año siguiente también se perdió el rastro del club que ejerció esa fugaz localÃa. El primer descubrimiento fue que la cancha se encontraba antes de llegar a la Quinta Highfield, residencia que entre 1886 y 1889 ocupó el embajador británico Francis Pakenham en Cabildo entre Zabala y Céspedes. "La referencia a Highfield era un recurso de la prensa inglesa para indicar a los lectores su cercanÃa con el campo de juego, pero no fue fácil hallar el dato clave para comprender su significado. Lo cierto es que el terreno adoptó ese nombre y lo utilizó incluso después de que la sede diplomática quedara en desuso", explican en la investigación. Hubo que remontarse a 1889 -y a las convocatorias del naciente béisbol en nuestras tierras para hallar una cancha que los norteamericanos no llamaban Highfield sino Prado General Belgrano, un kilómetro antes de llegar al pueblo. El campo aparecÃa en los planos topográficos de esos años y era compatible en superficie y ubicación con el utilizado durante el primer campeonato oficial de fútbol argentino. Distaba a unos 600 metros de Highfield, dentro de un enorme predio de casi 10 hectáreas delimitado por las actuales Cabildo, Olleros, Luis MarÃa Campos y Maure. Refinando el área de búsqueda tras varios loteos, se verificó que la cancha debÃa enmarcarse entre Cabildo, Olleros, 11 de Septiembre y Gorostiaga. Luego de entrecruzar cientos de recortes periodÃsticos y anuncios publicitarios de distintos medios e idiomas, la conclusión fue que el Prado era Highfield y su final obedeció a sucesivos fraccionamientos del terreno, propiedad de Lisandro Billinghurst, quien cedió una porción al Buenos Aires Football Club para el desarrollo del deporte en la comunidad británica residente en Belgrano. Tras la última de una serie de subastas inmobiliarias iniciadas dos años antes, el 15 de agosto de 1891 el predio y la cancha se perdieron para siempre. Highfield para los ingleses, Prado para los estadounidenses, en los últimos 135 años toda cita evocativa del campo de juego se limitó a ubicarlo en Belgrano aunque sin las coordenadas exactas como para determinar su real emplazamiento. Con orgullo compartimos la crónica del hallazgo de esta cancha pionera, acaso la más enigmática del fútbol argentino, remarcan Benini y Mase. El informe se puede leer completo aquÃ. Sobre la firma Mirá también Mirá también Mirá también Newsletter ClarÃn
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