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» La Nacion
Fecha: 30/12/2025 12:04
Arabia Saudita ataca un puerto en Yemen y acusa a Emiratos Árabes Unidos de una escalada extremadamente peligrosa La acción militar sacude la tregua de hecho, acelera la fragmentación del poder local y amenaza con reconfigurar la guerra en el país más pobre del mundo árabe - 7 minutos de lectura' DUBAI. Arabia Saudita bombardeó el martes la ciudad portuaria de Mukalla, en Yemen, tras la llegada de un cargamento de armas procedente de Emiratos Árabes Unidos (EAU) destinado a fuerzas separatistas en el país devastado por la guerra. Riad advirtió de forma tajante que considera las acciones emiratíes extremadamente peligrosas. El ataque se produjo luego de varios días de creciente tensión por el avance del Consejo de Transición del Sur (CTS), una fuerza separatista respaldada por EAU que en las últimas semanas tomó amplias zonas del sur del país. Pese a las advertencias de Riad, el Consejo y sus aliados difundieron un comunicado en respaldo a la presencia emiratí, incluso cuando otros socios de la coalición liderada por Arabia Saudita exigieron que las fuerzas de Emiratos se retiraran de Yemen en un plazo de 24 horas. Desde Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos pidió moderación y sabiduría y rechazó las acusaciones formuladas por Arabia Saudita, aunque evitó comprometerse públicamente a una retirada inmediata, como se le había reclamado tanto por Riad como por las autoridades yemenitas. La confrontación amenaza con abrir un nuevo frente en la guerra que azota a Yemen desde hace más de una década. Las fuerzas que hasta ahora combatían juntas contra los hutíes respaldados por Irán podrían comenzar a enfrentarse entre sí en el país más pobre del mundo árabe, devastado por el hambre, las enfermedades y el colapso institucional. Además, el episodio vuelve a tensar los vínculos entre Arabia Saudita y EAU, aliados históricos en la península arábiga que en los últimos años intensificaron su competencia económica y política, especialmente en torno al mar Rojo y los corredores comerciales estratégicos. Espero una escalada calibrada por ambas partes, señaló Mohammed al-Basha, experto en Yemen y fundador de la firma de asesoría de riesgo Basha Report. Es probable que el Consejo de Transición del Sur, respaldado por Emiratos, responda consolidando su control, explicó. Al mismo tiempo, advirtió que el flujo de armas emiratíes hacia el CTS podría verse limitado tras el ataque al puerto, en particular porque Arabia Saudita controla el espacio aéreo. Ataque aéreo en Mukalla Un comunicado militar difundido por la Agencia de Prensa Saudita informó que los bombardeos se lanzaron después de la llegada a Mukalla de barcos procedentes de Fuyaira, una ciudad portuaria situada en la costa oriental de Emiratos. Según el texto, la tripulación de los barcos había desactivado los dispositivos de rastreo y descargado una gran cantidad de armas y vehículos de combate en apoyo de las fuerzas del Consejo de Transición del Sur. Ante lo que describió como una amenaza inminente para la paz y la estabilidad, la coalición liderada por Arabia Saudita llevó a cabo un ataque aéreo limitado contra el material militar descargado en el puerto. Horas más tarde, el Ministerio de Exteriores de Emiratos negó haber enviado armas, aunque reconoció el traslado de vehículos para uso de las fuerzas emiratíes que operan en Yemen. Abu Dabi afirmó además que Arabia Saudí estaba al tanto del envío con antelación. El envío en cuestión no contenía armas y los vehículos descargados no estaban destinados a ninguna parte yemenita, sostuvo la portavoz del gobierno, Afra Al Hameli, en la red social X. A diferencia de versiones iniciales, el ataque provocó daños visibles en zonas civiles. Un funcionario del puerto afirmó que se recibió una advertencia de evacuación alrededor de las 4 hora local. Imágenes difundidas por AFP mostraron vehículos calcinados, bomberos intentando apagar incendios y ventanas de edificios cercanos destrozadas por la onda expansiva. Nuestras ventanas se quebraron, las puertas se rompieron, los niños y las mujeres están aterrorizados. Esto es inaceptable. ¿Quién nos indemnizará por los daños?, relató Abdalá Bazuhair, testigo del bombardeo. Analistas señalaron que el operativo habría tenido como objetivo un barco identificado como el Greenland, una nave de carga rodada con bandera de San Cristóbal y Nieves. Datos de rastreo analizados por la AP indicaron que la embarcación había estado en Fuyaira el 22 de diciembre y arribó a Mukalla el domingo. La segunda nave no pudo ser identificada de inmediato. Video shows the aftermath of a Saudi-led attack on Yemens Mukalla port, targeting a large quantity of weapons and combat vehicles that were being offloaded from ships arriving from the UAE. pic.twitter.com/ROSaxauxQe Al Jazeera English (@AJEnglish) December 30, 2025 Estado de emergencia y fractura interna En paralelo, Yemen impuso formalmente el estado de emergencia ante el avance de las formaciones separatistas. El Consejo Presidencial, respaldado por Arabia Saudita y reconocido por la comunidad internacional, decretó la emergencia en todo el territorio por 90 días y anunció la anulación de un pacto de defensa con Emiratos Árabes Unidos. La decisión dejó al descubierto las profundas divisiones internas del poder yemenita. Cuatro de los ocho miembros del Consejo, alineados con Abu Dhabi, rechazaron de inmediato unas disposiciones que calificaron de unilaterales, reflejo de la competencia que desde hace años mantienen Arabia Saudita y Emiratos al respaldar a grupos rivales dentro del propio gobierno, una pulseada que se intensificó con los recientes avances del Consejo de Transición del Sur (CTS). Yemen permanece inmerso desde 2014 en una devastadora guerra entre el gobierno una coalición heterogénea que incluye facciones separatistas y los rebeldes hutíes, apoyados por Irán. El conflicto se profundizó en 2015 con la intervención militar de la coalición liderada por Arabia Saudita. Aunque una tregua alcanzada en 2022 fue en gran medida respetada, a comienzos de diciembre se abrió un nuevo frente con la ofensiva separatista respaldada por Emiratos. En ese contexto, los partidarios del CTS han izado con mayor frecuencia la bandera de Yemen del Sur, un Estado independiente entre 1967 y 1990, y durante varios días se registraron manifestaciones en respaldo a las demandas secesionistas. El avance separatista también acentuó las fricciones entre Arabia Saudita y Emiratos, aliados cercanos y miembros de la OPEP, pero cada vez más enfrentados por influencia regional y negocios internacionales. Riad, en particular, ha buscado atraer inversiones extranjeras que históricamente se asentaron en Dubai. Por primera vez, el Ministerio de Exteriores saudita vinculó de manera directa el avance del CTS con Emiratos. El reino señala que las medidas adoptadas por la hermana Emiratos Árabes Unidos son extremadamente peligrosas, afirmó en un comunicado. Pese a ello, los aliados del Consejo difundieron poco después una declaración en la que no mostraron señales de retroceder. Por su parte, el Ministerio de Defensa de Emiratos Árabes Unidos anunció el martes que puso fin de manera voluntaria a la misión de sus unidades antiterroristas en Yemen, las últimas fuerzas emiratíes que permanecían desplegadas en el país desde que Abu Dhabi dio por terminada su presencia militar formal en 2019. Según informó la agencia estatal WAM, la decisión se tomó tras una evaluación integral de la situación, a la luz de los acontecimientos recientes. El anuncio refuerza las señales de repliegue emiratí en medio de una crisis que expone la fragilidad de la alianza con Arabia Saudita y la creciente fragmentación del frente antihutí. La escalada se produce además en un contexto regional más amplio de creciente tensión. Israel reconoció recientemente a la región separatista de Somalilandia, en Somalia, como nación independiente, un hecho inédito en más de 30 años que despertó preocupación entre los hutíes, quienes amenazaron con atacar cualquier presencia israelí en ese territorio. Agencias AP y AFP
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