30/12/2025 09:06
30/12/2025 09:06
30/12/2025 09:05
30/12/2025 09:05
30/12/2025 09:05
30/12/2025 09:05
30/12/2025 09:05
30/12/2025 09:04
30/12/2025 09:03
30/12/2025 09:03
Paraná » 9digital
Fecha: 30/12/2025 07:08
A cajón abierto La mujer enredaba papas en el alambrado que llegaba hasta Dios sabe dónde. Era difícil reconocer el final de los paisajes. Los patios se alargaban con el atardecer y en el mediodía parecían señalar que todo lo inmenso entraba en un punto de luz. Como si nosotros también estuviésemos siendo señalados bajo la lupa de Dios, diminutos entre las malezas, con los cardos en la sien adornando todo lo malo que pensábamos. Nadie era tan bueno como para no desconfiar del vecino y, sin embargo, aparecíamos primeros ante la urgencia del que gemía: caída del caballo, explosión de la garrafa, el rayo contra la antena del techo, el hueso entre las ramas de un eucalipto. Nos prestábamos el agua del mismo pico, nos encimábamos bajo el alero más grande que extendía la sombra y el reparo como un poncho puesto para anidar pichones, la construcción hecha siempre de haber mirado pájaros. Los más chicos corríamos entre las patas altas que nos chiflaban afilando un labio contra los dientes. Nos alcanzaba el sonido de las aves dispuesto en las bocas de cualquiera para saber cuál era el tiempo de volver con la pelota ajustada al empeine, con las ramitas abandonadas en plena construcción de una represa al borde de la alcantarilla. Las noches que morían los viejos, olíamos el último aliento entre la tierra recién regada y el alarido silencioso del familiar. Mirábamos las puntas de los cuerpos que aparecían como montañas lejanas y reconocíamos sus narices asomando de cajones lustrados entre claveles dulces casi podridos. Las madres se daban un rosario como si extendieran el cordón que venía de antes, rezaban juntas y hablaban de las tareas diarias, al otro día las veríamos con los canastos de hilos, desovillando prendas de temporadas anteriores, con la forma de rulo en el algodón como si una oveja balara para siempre. Como si los saltos de un animal se ataran para que retumben en los pechos abrigados con tejidos.
Ver noticia original
.gif)
Examedia © 2024
Desarrollado por