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» Clarin
Fecha: 30/12/2025 06:39
En días de calor intenso, el electrodoméstico más popular y económico para refrescarse sigue siendo el tradicional ventilador en sus diferentes formatos: desde los fijos, como los de techo y de pared; hasta los portátiles, como los de pie y los turbos. Estos artefactos de climatización no sólo resultan mucho más baratos de adquirir que otras alternativas, sino que además consumen muy poca energía: apenas 60 o 90 watts hora (Wh), frente a los 660 o 1.000 Wh que puede gastar un aire acondicionado de los más chicos, según datos del ENRE. Ahora bien, ¿qué hacer cuando el calor es extremo y sentimos que el ventilador ya no alcanza? Según los expertos, hay algunos trucos sencillos que se pueden usar para aprovechar al máximo los ventiladores, potenciar su poder refrescante y conseguir un alivio extra sin gastar de más. En esta nota, uno por uno, todos los detalles. El ABC del ventilador: un "enfriador de personas", pero no de aire Salvador Gil, doctor en Física y especialista en Eficiencia Energética, sostiene que los ventiladores son aparatos de "fácil instalación y excelente relación costo-beneficio", ya que con un consumo eléctrico ínfimo nos hacen sentir que la temperatura del ambiente es 3° a 5°C menor que la real. Remarca sin embargo que se trata de una sensación de enfriamiento, ya que los ventiladores en realidad no enfrían el aire -como sí lo hacen los acondicionadores-, sino que simplemente se limitan a hacerlo mover. "Un ventilador -explica- no cambia la temperatura del aire, sino que optimiza el mecanismo de enfriamiento de nuestro cuerpo. En un día caluroso, el aire alrededor de la piel se calienta y la transpiración no se evapora bien, lo que nos hace sentir pesados y acalorados." "Al mover el aire, el ventilador elimina esa 'capa' de aire caliente pegada al cuerpo y acelera la evaporación del sudor. Este proceso sí absorbe el calor de la piel y refresca, generando una sensación de frescura y confort", distingue el especialista, que es docente de la carrera de Ingeniería en Energía de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). Este es el principio que permite que la mayoría de la gente no necesite más que un ventilador para sentirse confortable en días de hasta 27°C o 28°C, mientras que si hace más calor estos aparatos también pueden usarse "en equipo" con otros, entre otras tácticas que sugieren los especialistas. Cinco tácticas simples de los expertos para aprovechar mejor los ventiladores 1. Ubicarlos en puntos clave para generar corrientes frescas Los ventiladores portátiles, ubicados estratégicamente en la vivienda en ciertos momentos, pueden ayudar mucho a bajar la temperatura de una habitación forzando corrientes beneficiosas que de otra forma no se producirían (o serían más leves). Suele pasar, por ejemplo, que unos ambientes de la casa o el departamento se mantienen más frescos, mientras que en otros se concentra más el calor. En esos casos, con un ventilador bien orientado, empujaremos el aire fresco hacia donde más se lo necesite. Por otra parte, si afuera ya refrescó y el interior de la vivienda sigue muy cálido, un ventilador puede funcionar como un muy efectivo extractor del aire caliente. ¿Cómo? Situándolo junto a una ventana abierta y apuntándolo hacia afuera, mientras que se abre otra ventana del hogar para que entre aire fresco. Se forma así una especie de túnel de viento con un efecto de "ventilación cruzada". En Liliana, empresa fabricante de ventiladores, resaltan que en estas situaciones, "con sólo una ventana entreabierta y un ventilador bien ubicado ya se logra una mejora notable, favoreciendo la ventilación cruzada y haciendo que el ambiente se sienta mucho más fresco". Otra opción, según proponen, es usar el ventilador junto a una ventana pero apuntando hacia adentro. "Ambas opciones son efectivas y pueden marcar una gran diferencia en pocos minutos. Usar el ventilador como extractor ayuda a expulsar el aire caliente acumulado, mientras que orientarlo hacia el interior permite ingresar aire más fresco", indican. Y añaden: "Estas estrategias son especialmente útiles para bajar rápidamente la temperatura en ambientes que estuvieron cerrados, como después de una lluvia, y también para renovar el aire interior y mejorar su calidad, algo clave para el confort diario". 2. Usar dos o más ventiladores en equipo Todo lo anterior, por otra parte, puede funcionar aún más rápido si se emplean dos o más ventiladores portátiles de manera simultánea y coordinada para generar corrientes frescas que expulsen el calor de la vivienda, una vez que afuera refrescó. De esa manera, por ejemplo, uno de los artefactos podría estar junto a una ventana ingresando aire fresco; y el otro, en una habitación diferente, actuando como extractor. "Combinar ventiladores puede potenciar la circulación del aire y acelerar la disipación del calor", destacaron en Liliana. 3. La mejor orientación: directo hacia las personas Hay quienes acostumbran a apuntar los ventiladores hacia el piso o hacia el techo, para hacerlo circular. Sin embargo, la táctica que más alivia el calor, según Gil, es que el caudal de aire se dirija sin obstáculos hacia quienes necesitan refrescarse. "Si hace mucho calor -planteó-, el hecho de que la brisa nos dé directamente nos reconforta más porque nos ayuda a evaporar más rápido la transpiración y eso es justamente lo que nos baja la sensación térmica". En ese sentido, y en caso de no contar con un ventilador de techo en el dormitorio, los técnicos de Liliana aconsejan elegir modelos que permitan a todos los ocupantes ser alcanzados por la brisa, ya sea de manera continua o alternada: - Para habitaciones con una cama: ventiladores turbo fijos, que aprovechan que el aire más fresco se concentra en las zonas más bajas. - Para habitaciones con literas o cuchetas: ventiladores orbitales ya que su mayor recorrido permite alcanzar zonas altas, asegurando frescura en todos los niveles. - Para habitaciones con camas de dos plazas: ventiladores de pie oscilantes, que resultan muy prácticos y versátiles. "Para quienes prefieren un flujo más personalizado, los ventiladores de mesa de 10 y 12 pulgadas permiten direccionar el aire de forma focalizada, incluso desde una cómoda o mesa de luz, sin incomodar a la otra persona", agregaron. 4. Para un shock refrescante, acercar hielo o algo humedecido En momentos de mucho calor, para que el ventilador brinde por un rato un alivio más intenso, un truco sencillo consiste en armar una suerte de "aire acondicionado casero" colocando hielo junto al ventilador, frente al flujo de aire. Ya sea que el agua congelada esté al descubierto o dentro de botellas plásticas -para una mayor duración-, el aire se enfriará al pasar por encima o por alrededor del hielo, hasta que éste se derrita. Otra forma "casera" de generar una brisa más fresca es colgar una tela humedecida -pero sin gotear- entre las personas y el ventilador, para que el aire se enfríe a medida que evapora el agua, tal como ocurre con los llamados "climatizadores" o "chillers". Esto funciona mucho más en los días con baja humedad ambiente. 5. Usar el ventilador en equipo con un aire acondicionado Finalmente, si el calor fuera tan fuerte que los ventiladores no alcanzan para sentirse bien, estos aparatos igualmente pueden usarse "en equipo" con un aire acondicionado para bajar fuerte el gasto de energía total. Según Gil, como el ventilador reduce en varios grados nuestra sensación térmica, tener uno prendido en simultáneo a un acondicionador nos permite subir el termostato del aire, por ejemplo de 24° a 27°, sin notar la diferencia. El premio -plantea el investigador- será un ahorro eléctrico inmediato del 60%. Y el ventilador, además, ayudará a distribuir mejor el aire frío que emite el otro artefacto, evitando que queden puntos calientes en la habitación y maximizando su eficiencia. "En situaciones de calor extremo o ambientes amplios, los ventiladores de 10, 12 o 16 pulgadas son una solución económica y de bajo consumo para mejorar la distribución del aire frío del aire acondicionado", coinciden en Liliana. "Esta combinación -agregan- permite incluso usar el aire acondicionado por encima de los 24 °C, reduciendo el consumo energético y sin resignar confort." Para saber más podés leer: Aire acondicionado: cómo usarlo a 27° pero sentirte a 22° con un truco de ahorro simple. MDG Sobre la firma Newsletter Clarín
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