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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 30/12/2025 03:42
El fiscal Pablo Turano que investiga a Marcelo Porcel, el empresario imputado por los presuntos abusos denunciados por los compañeros de sus hijos del Colegio Palermo Chico, pidió las Cámaras Gesell para escuchar a las víctimas que todavía no dieron su testimonio ante profesionales, como sucede en estos casos donde hay involucrados menores de edad. Así lo informaron fuentes oficiales a Infobae y dijeron que, para ello, se habilitó la feria. Son, en principio, dos las víctimas que no declararon aún, aunque podría sumarse una tercera. En total, la causa tiene siete querellantes y un denunciante. Se investiga si el empresario abusó de al menos nueve chicos, dos de ellos hermanos, compañeros de sus hijos del colegio, con modus operandi persistente que funcionaba captando la confianza de los menores, pero también la de sus padres. Porcel fue denunciado en julio de 2024 por llevar a los adolescentes a su domicilio de la calle Godoy Cruz y a su oficina de Avenida del Libertador, del barrio porteño de Retiro, en donde organizaba reuniones y fiestas. Según la causa, todo esto sucedió de manera reiterada durante los años 2022 al 2024 y sin poder precisar la cantidad de veces. Allí, siempre según las fuentes, les proveía alcohol, organizaba juegos, apuestas online y desafíos en los que les ofrecía dinero como recompensa, incitándolos a desnudarse completamente en la parte inferior de sus cuerpos, a fin de lograr observar sus partes íntimas. Las víctimas también hablaron de tocamientos cuando les hacía masajes, por ejemplo, después de fútbol. Un año y medio después del inicio de la causa, Porcel (51) presentó un nuevo abogado en la causa que investiga la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°1 de Turano; y en la que entiende el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°50, a cargo del juez Carlos Bruniard. La incorporación del nuevo letrado fue justo cuando el empresario regresó antes de Punta del Este y no dio aviso a la Justicia: eso le valió que el juez lo intimara a fijar domicilio en 24 horas, un trámite que cumplió ese mismo día. Atado a un proceso penal en su contra, Porcel está obligado a avisarle a la Justicia cada movimiento que haga, más allá de que no fue indagado aún. Un paso en falso podría constituir una falta a los requisitos impuestos como condición de su libertad y ya lleva dos errores. El primer incumplimiento lo descubrió la querella y eso lo llevó al abogado de las víctimas, Pablo Hawlena Gianotti, a pedir, otra vez, la detención de Porcel el pasado 15 de diciembre: el imputado había dejado su departamento de la calle Godoy Cruz, domicilio que había fijado ante la Justicia, para mudarse a otro en la calle Demaría y no había avisado. El fiscal no adhirió al planteo del arresto y dejó que Porcel dos días después se fuera a Uruguay para el casamiento de su sobrina. Había dicho que regresaba el 5 de enero. Lo hizo el 19 de diciembre y no avisó. Sin embargo, cuando este año cuando viajó a Costa Rica y a Europa, a Inglaterra y España, también con el aval de la Justicia; se mantuvo a derecho. Desde el inicio de la causa, el juez Bruniard le impuso una restricción de 300 metros con las víctimas, con el Colegio Palermo Chico y con el club GEBA, donde los chicos hacen deporte. Además, el magistrado ordenó allanar las propiedades y la oficina del empresario y secuestrarle las computadoras y los celulares. Y en dos teléfonos los peritos hallaron imágenes clave. Fuentes del caso dijeron a Infobae que se trata de dos celulares marca XIAOMI que fueron secuestrados durante los procedimientos en el domicilio del imputado de la avenida Godoy Cruz al 3000, en el barrio porteño de Palermo, en septiembre de 2024. Todo fue peritado por un especialista de la División Análisis y Pericias Tecnológicas (DAPT) que dejó en claro que se quedó con cinco imágenes que podían estar vinculadas a la causa contra el empresario. En ese pack de cinco fotos se ve a un adolescente desnudo de frente y de cuerpo entero bajo la ducha en lo que aparenta ser una captura de pantalla de una cámara oculta. Luego, en otra imagen, se ve a un chico vistiéndose: Poniéndose un calzoncillo al lado de una cama, totalmente desnudo. De las cinco imágenes hay dos capturas de video de un mismo menor desnudo, de frente, en el interior de una bañera de doble puerta de vidrio traslúcido, ampliaron las fuentes del caso y destacaron que fueron reconocidas por una de las víctimas y por sus padres, que son uno los siete querellantes del caso. Y continuaron: (La víctima) Identificó con exactitud que el lugar era el baño que usaban los menores cuando iban a quedarse a dormir en el departamento de la familia Porcel. De ese domicilio de la calle Godoy Cruz, el acusado se mudó tras el escándalo. En tanto, en el otro celular peritado, el especialista constató la existencia de tres imágenes de personas presuntamente menores de posible interés para la causa.
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