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» La Nacion
Fecha: 29/12/2025 21:08
La planta Mariano Acosta, que es gestionada por una cooperativa en Merlo, acumula una deuda cercana a los $4000 millones por cheques rechazados; culpó a Carlos Mario Laborde de una supuesta maniobra; el empresario se defendió; hay importantes operadores ganaderos afectados - 9 minutos de lectura' A menos de dos años de una rimbombante reapertura, el Frigorífico Mariano Acosta se convirtió en el centro de atención de una presunta red de complicidades que afectó a una docena de productores y consignatarios de hacienda de Córdoba y Santa Fe. La planta, que opera a través de la Cooperativa de Trabajo Familias Argentinas, dejó de pagar a sus proveedores y acumula una deuda astronómica que asciende a $3.999.896.660,97, producto de 358 cheques rechazados por falta de fondos. El frigorífico fue inaugurado el 2 de mayo de 2024 por el gobernador Axel Kicillof y el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez (PJ-UP). Sin embargo, poco tiempo después consignatarios comenzaron a recibir cheques rebotados, según dijeron a este medio. Desde el gobierno bonaerense aclararon que, si bien la firma fue inaugurada por el gobernador, no hay vínculos comerciales. Un actor clave en esta historia es José Alejandro Benseny, un contador que actuaba como comprador de hacienda y firmante de los valores. Benseny no solo estampó su firma en los cuantiosos cheques de la cooperativa, sino que él mismo presenta una situación irregular con dos cheques rechazados a título personal en septiembre y octubre, por más de $5 millones. Nuestra Cooperativa ha sido víctima de una maniobra de Carlos Mario Laborde, quien utilizando su firma Carfric SRL en convivencia con las autoridades anteriores de nuestra Cooperativa, han hecho uso de la solvencia crediticia de la que gozamos desde nuestra fundación, se defendió la Cooperativa en un comunicado tras una nota del sitio Bichos de Campo. Al consultarse la situación societaria de la cooperativa en diversos sistemas, la actividad principal declarada ante ARCA no es la faena de animales, sino la Enseñanza para adultos, excepto discapacitados, mientras que la intermediación de carne figura como una actividad secundaria. La cooperativa fue constituida en enero de 2023 y fijó domicilio fiscal en un departamento de la calle Montevideo, en CABA. Según fuentes oficiales consultadas por LA NACION, el frigorífico figuraba en el sistema de scoring de control como una planta de alto riesgo. La Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA) le había exigido la habilitación correspondiente, por aparentes problemas de informalidad, sanitarios, impositivos y comerciales que se generan en plantas municipales y cooperativas que muchas veces obtienen habilitaciones precarias a través de la provincia en este caso, Buenos Aires sin pasar por los controles más rigurosos del Senasa. El caso también arroja luz sobre otros actores vinculados al negocio de la carne en la órbita de los involucrados, como Carfric SRL, con domicilio en Rojas y apenas tres empleados declarados, y Hetcar SA, dedicada a las operaciones de intermediación de carne. Se han llevado a cabo diversas auditorías con las cuales se pudo constatar que la Cooperativa ha recibido en el período anterior de Carfric SRL facturas por la suma de $5.838.135.904,46, pero se han librado cheques electrónicos a favor de Carfric SRL por la suma de $ 6.188.912.705,71 en el mismo período. Por tal circunstancia se ha resuelto disolver el vínculo comercial el 22/09/2025, declaró la Cooperativa. Benseny radicó una denuncia ante la Estación de Policía Comunal de San Pedro donde expuso una presunta trama de extorsión vinculada a una millonaria disputa comercial. Según el testimonio judicial, al que tuvo acceso LA NACION, el conflicto se originó por una supuesta deuda de $4.160.829.618,56 que la firma Carfric SRL, liderada por Carlos Mario Laborde, le reclamaba a la Cooperativa de Trabajo Familias Argentinas Limitada. En la Cooperativa apuntaron que no debe suma alguna y que lo va a demostrar en la Justicia. Benseny, quien se desempeña como contador de la cooperativa desde hace tres años, sostiene que ha sido blanco de un hostigamiento por parte de sujetos que actúan por cuenta y orden de Laborde para exigirle el pago personal de una deuda que, según afirma, corresponde estrictamente a la persona jurídica de la cooperativa. Carfric SRL tiene 510 cheques rechazados hasta la fecha por $5.756.137.009,69 y una deuda en instituciones bancarias de más de $9.407.915.000. La deuda que tiene supera así los 14.000 millones. La denuncia detalló una serie de episodios intimidatorios que comenzaron el 2 de diciembre de 2025 cuando tres hombres entre ellos uno apodado El Pelado se presentaron en el domicilio particular del contador. Las amenazas escalaron rápidamente a través de mensajes de WhatsApp y audios donde los presuntos cobradores afirmaban ser la Justicia y tener en su poder copias de cheques rechazados, advirtiéndole al profesional que le convendría pagar por el bien de su familia. Benseny subrayó que, a pesar de existir una vía legal abierta mediante el envío de cartas documento, los sospechosos optaron por el acoso presencial y digital, utilizando incluso vehículos de alta gama como una camioneta BMW X3 para realizar las visitas intimidatorias, incluso, el pasado 24 de diciembre. Benseny desmintió categóricamente el uso de empresas fantasmas y aseguró que la operatoria con Carfric SRL siempre se realizó mediante cheques electrónicos de la cooperativa. Por ahora, la Justicia interviniente en la causa busca determinar la responsabilidad de Laborde, bajo el pretexto de ser una empresa de cobranzas. Mientras tanto, la Cooperativa de Trabajo Familias Argentinas continúa faenando 200 animales por día. Detrás de esa actividad cotidiana, fuentes del sector describieron un entramado complejo entre el uso de matrículas de terceros y la compra de hacienda no pagada. Según pudo reconstruir LA NACION a partir de testimonios coincidentes, la planta siguió funcionando aun cuando dejó de cumplir con sus compromisos comerciales. Es a la vieja andanza: agarran el matadero con los papeles y ponen otra matrícula, describieron fuentes conocedoras del negocio. El establecimiento pertenecía originalmente a Ángel Vitale, quien lo habría alquilado, y actualmente la matrícula que figura operando es la de Hetcar SA. En los hechos, la cooperativa ofrecía a los matarifes un esquema atractivo: prestaba la matrícula para faenar y, como parte del mismo circuito les ofrecía la carne ya faenada sin el costo de la faena. Detrás de esa operatoria aparece el nombre de Laborde, productor ganadero y presidente de la Asociación de Criadores de Hampshire Down. De acuerdo con fuentes consultadas, al principio Laborde compraba hacienda para un frigorífico de Salto y luego comenzó a operar a través de una sociedad propia, Carfric SRL, con la que faenaba en Junín. Más tarde, esa operatoria se trasladó al frigorífico de Familias Argentinas. Las primeras señales de alerta surgieron hace unos cuatro meses. Empezó a descontar cheques en mutuales, donde la tasa es el doble de la bancaria, y cuando se detectó que las guías iban de Río Cuarto hacia Merlo fue el principio de una presunta estafa, relataron fuentes del sector. Según explicaron, Laborde pagaba la hacienda más cara que el mercado, lo que lo volvió rápidamente un comprador buscado en el interior del país. Todos los ferieros lo esperaban para venderle y los liquidó a todos, no se salvó nadie, graficaron. La clave del esquema estaba en los plazos: mientras en el Mercado Agroganadero (MAG) de Cañuelas el pago se realiza a 7 o 14 días, en el interior Laborde ofrecía pagos a 30 o 35 días. Según las mismas fuentes, la cooperativa no compraba hacienda. El que compraba las vacas era Carfric y la faenaba en la cooperativa a nombre de Carfric, explicaron. El volumen del quebranto es contundente: de un total de 466 cheques emitidos, solo ocho apenas el 2% fueron efectivamente pagados. El resto fue rechazado por falta de fondos, por un monto superior a los $5378 millones, según los registros a los que accedió este medio. Entre los damnificados figuran reconocidos consignatarios y firmas ganaderas del interior que pidieron no dar su nombre. Uno de los casos mencionados es el de una reconocida consignataria del departamento de San Justo, Córdoba. El día que le llegaron los cheques rechazados, antes había cargado dos jaulas de hacienda, las sacó como invernada, no como faena y las llevó a su campo en Rojas, relató una fuente cercana. La deuda con ese grupo superaría los $300 millones, aunque el acuerdo alcanzado habría sido por apenas $30 millones. Otro afectado es Gustavo Longo, de Consignataria Serrano SA, quien habría contado a su entorno que, de una deuda de $360 millones, solo recibió diez cheques de $1,2 millones cada uno, a cobrar mes a mes, pese a una gran confianza de 35 años. También aparecen como perjudicados el Frigorífico de Junín del Grupo Caggiano, con cerca de $2000 millones, Tradición Ganadera (Santa Fe), Servato, Ferialvarez (otro de los mayores damnificados), Travaglia y Cía., Bressan y Cía. y, Talano Hnos, entre otros. El único que se salvó de la zona fue un feriero de Río Cuarto que preguntó cómo venía la mano y le aconsejaron que no le venda, aseguraron. Una fuente llamó la atención sobre el origen de las operaciones: Todas las compras que después no fueron pagadas se hicieron en Córdoba y Santa Fe. No hubo ninguna en la provincia de Buenos Aires ni en el Mercado de Cañuelas, que está a 40 kilómetros del frigorífico. En diálogo con LA NACION, Laborde no negó su situación, pero dijo que fue la cooperativa, en cabeza de Benseny, la que dejó de pagarle la carne y que automáticamente no pudo hacer frente a sus compromisos: Tengo todos los remitos, todas las facturas, tengo todo. Me venían pagando todo perfecto. Tras hacerse pública la falta de pagos, Laborde envió un extenso audio a un chat de socios de la Asociación de Hampshire Down [raza de ganado ovino], donde dio su versión de los hechos. El problema que tuvo mi empresa, no yo personalmente, sino mi empresa, fue que se cayó un cliente grande que hizo una estafa y me enganchó en una suma muy importante, de unos $4160 millones, reconoció. Sin embargo desde la cooperativa negaron estas versiones. En ese mensaje, Laborde sostuvo que se sentó personalmente con todos los acreedores y que ofreció garantías para cumplir con los pagos. He dado la cara y he dado una solución, dijo, al tiempo que remarcó que su renuncia a la entidad estaba firmada en blanco, aunque no había sido aceptada. Hace un tiempo pidió licencia. Cuando los cheques comenzaron a ser rechazados, Laborde habría visitado a sus acreedores, prometiendo soluciones. Sin embargo, el 19 de diciembre pasado el Juzgado Civil y Comercial N°1 del Departamento Judicial de Junín declaró el concurso preventivo de Carfric SRL.
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