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Concordia » Hora Digital
Fecha: 29/12/2025 14:50
En 2025, los combustibles en Argentina registraron aumentos acumulados superiores al 40%, cifra que superó ampliamente la inflación anual estimada en alrededor del 30%. Este incremento se explicó por una combinación de factores tanto locales como internacionales, entre los que destacaron la evolución del tipo de cambio, el aumento de impuestos y el encarecimiento de los biocombustibles. Un informe de Montamat & Asociados señaló que en los surtidores los precios acumularon un incremento mayor al 40% durante el año 2025, superando la inflación acumulada, aunque también esto estuvo influenciado por la volatilidad del mercado. Además, el estudio destacó que la política de cambios de precios según la demanda, la ubicación geográfica y el horario se mantuvo vigente, especialmente en la red de estaciones de servicio de YPF, lo que generó variaciones semanales e incluso diarias en los precios al público. En diciembre, el ajuste mensual superó el 4% a nivel nacional. Según el mismo informe, los incrementos a lo largo del año apuntaron a compensar las subas del tipo de cambio (41%), el biodiesel (67%), el bioetanol (37%) y los impuestos a los combustibles (52%), dando como resultado incrementos por encima de la inflación (31%). Tras estos aumentos, los precios quedaron algo por encima de sus paridades de importación: las naftas grado 2, productos premium, se ubicaron en promedio un 9% por encima de su paridad a nivel país, mientras que el gasoil quedó levemente por encima, en menos del 1%, considerado prácticamente en paridad. Este contexto llevó a YPF a anunciar una reducción del 2% en los precios de los combustibles. Horacio Marín, presidente y CEO de la compañía, explicó que la estrategia sería todos los días un poquito, no en todos los lados iguales, refiriéndose a una actualización gradual de los valores. Desde la empresa aclararon que los ajustes no responden únicamente a la cotización internacional del petróleo, sino también a la evolución del tipo de cambio, los impuestos y los precios regulados de los biocombustibles, que impactan directamente en la estructura de costos. El director de Aleph Energy, Daniel Dreizzen, analizó que los precios habían quedado rezagados frente a la devaluación acumulada desde julio y que probablemente las empresas postergaron los aumentos hasta después del proceso electoral. Por su parte, Juan José Carbajales, titular de la consultora Paspartú, explicó que el precio de los combustibles responde a cuatro factores principales. En el último año, la baja del petróleo Brent, que cayó cerca de 10 dólares por barril, actuó como un ancla que moderó los precios internos. Sin embargo, la mayor devaluación tras el cambio al esquema de bandas cambiarias, la liberación de impuestos congelados y el aumento en el precio de los biocombustibles presionaron al alza, resultando en incrementos por encima de la inflación y precios más altos medidos en dólares. El informe de Montamat & Asociados también destacó la evolución del precio internacional del crudo. Señaló que la caída del precio del petróleo por debajo de los 64 dólares por barril entre octubre y diciembre fue positiva para Argentina, ya que evitó presiones adicionales sobre los precios locales y favoreció una mayor convergencia con las referencias internacionales. Sin embargo, advirtió que la expectativa de que el barril de referencia se mantenga por debajo de los 55 dólares en 2026 podría afectar la viabilidad de proyectos en yacimientos marginales o con costos de desarrollo elevados. En este contexto, para sostener el perfil exportador y el desarrollo intensivo, la consultora indicó que será necesario reducir costos y aumentar la innovación y productividad para mantener la competitividad. Los analistas coincidieron en que el punto de partida será el orden macroeconómico, con una inflación en descenso y estabilidad sostenida como condiciones clave para reducir el riesgo país, facilitar el acceso al financiamiento y abaratar su costo. Finalmente, las reformas estructurales que se debatirán en el Congreso, incluyendo iniciativas laborales, impositivas y previsionales, serán determinantes por su impacto sistémico en la competitividad del desarrollo de Vaca Muerta y del sector energético en general.
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