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» Diario Puntal
Fecha: 29/12/2025 09:49
Maradona tiene una pelota grande. Maradona juega con sus dos patas en el pasto, con una gramilla perfecta, señaló, para luego contraponer esa realidad con el escenario que enfrenta Cambiaso en cada partido de alto handicap. Las declaraciones del empresario generaron impacto inmediato y reavivaron un debate histórico sobre cómo se mide el talento en disciplinas tan distintas. Simonetti, estrechamente vinculado al polo desde hace décadas, argumentó que las condiciones en las que se desarrolla cada deporte marcan una diferencia sustancial. En su análisis, el fundador de La Martina describió con detalle las exigencias del polo profesional. Adolfito juega arriba de cuatro patas de un caballo, en un pasto que tiene agujeros. Por eso muchas veces se la llevan en el aire, para que no pique y se le vaya, explicó. A esa dificultad se suma la velocidad a la que se disputa el juego, que puede alcanzar los 40 o 50 kilómetros por hora, mientras el jugador debe manejar un taco de casi dos metros de largo y ejecutar golpes con precisión milimétrica. Simonetti también remarcó el aspecto estratégico y logístico del polo, al señalar que cada jugador utiliza entre cinco y seis caballos por partido, que deben ser administrados y cambiados según el ritmo y las necesidades del encuentro. Es una locura, una computadora tiene que ser, afirmó, en referencia a la cantidad de decisiones que Cambiaso debe tomar en segundos, combinando coordinación, lectura de juego y control absoluto del animal. En contraste, el empresario relativizó las condiciones del fútbol, al sostener que Maradona contaba con un entorno más estable para desplegar su talento. Maradona tiene sus piernas, el pasto, una pelota y diez jugadores que lo cubren, expresó, aclarando que su comparación no busca desmerecer la figura del astro, sino resaltar la complejidad estructural del polo. La postura de Simonetti, lejos de pasar desapercibida, abrió una discusión que trasciende los nombres propios y pone el foco en la dificultad de comparar talentos entre deportes tan distintos. Para el fundador de La Martina, el contexto, las exigencias y el nivel de riesgo inclinan la balanza a favor de Cambiaso, una opinión que promete seguir generando debate.
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