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» El Liberal
Fecha: 29/12/2025 09:47
Ya estamos transitando el verano con altas temperaturas y con ello, las piletas ofrecen la posibilidad de refrescarnos; mucho más si tenemos en cuenta que se ha generalizado el uso de piletas de fibra de vidrio de material o de lona. También es época de colonias de vacaciones para los chicos y todo ello lleva a tener precauciones a la hora de meternos en el agua. Los chapuzones, abrir los ojos bajo el agua o no utilizar las gafas de natación adecuadas pueden provocar daños en los ojos. Dentro de la temporada de verano, en el siguiente artículo le damos todas las claves sobre las consecuencias del cloro en tus ojos y cómo evitar urgencias oftalmológicas en el uso de piletas. El cloro de las piscinas provoca irritación en los ojos. Además de en los ojos, el cloro también afecta a la piel y a las vías respiratorias. Debemos conocer que el cloro es una sustancia química que se aplica al agua de las piscinas para mantenerlas limpias y evitar infecciones, sin embargo, si sus componentes entran en contacto con los ojos pueden provocar una irritación. Es por ello, que en muchas ocasiones tenemos los ojos rojos tras pasar mucho tiempo en el agua. También te puede interesar: ¿Cuándo aparecen los síntomas en los ojos tras el baño? El cloro mantiene regulada el agua de la piscina, pero hay ciertos factores externos que la pueden desregular, lo que aumenta el riesgo de sufrir infecciones. Estos factores son: el sudor de los bañistas, los cosméticos, los bronceadores, la saliva y desechos corporales. Todo ello provoca que, según la sensibilidad de cada persona, los primeros síntomas de daño en los ojos aparezcan pasados unos 30 minutos desde el primer baño. Recomendaciones No olvides tus gafas de natación para sumergirte bajo el agua; evitar el contacto directo de agua con los ojos, es decir, nunca abras los ojos bajo el agua, no compartir toallas, antes de quitarte las lentes de contacto no olvides lavar tus manos, evitarás irritaciones e infecciones, antes y después de bañarte en la piscina pasa por la ducha, si tienes piel y ojos sensibles opta por piscinas al aire libre, tener especial cuidado con los niños en las piscinas. Llevo todo el día en la piscina y tengo los ojos irritados, ¿Qué debo hacer?: Cuando tienes los ojos irritados tras pasar el día en la piscina, los oftalmólogos recomiendan seguir estos pasos: Lava tus ojos con abundante agua limpia para eliminar restos; Utiliza solución salina o colirio para hidratar los ojos; Para bajar la hinchazón coloca toallas o compresas frías sobre los párpados. Los síntomas deben ceder por sí mismos tras unas horas y cumpliendo con estas recomendaciones. Cuando se mantienen varios días es fundamental que acudas a un Servicio de Urgencias Oftalmológicas lo antes posible, así se puede diagnosticar si sufres infecciones o conjuntivitis. Las infecciones oculares frecuentes en verano Hay dos infecciones que aumentan su incidencia en verano, ya que pasamos más tiempo en las piscinas y en las playas. Estas son la conjuntivitis infecciosa y la queratoconjuntivitis. La conjuntivitis infecciosa. Esta infección se produce por una inflamación de la conjuntiva y es muy contagiosa, sobre todo los primeros días. Aun así, el proceso inflamatorio puede durar hasta un mes. En estos casos es fundamental extremar las medidas higiénicas para no contagiar a otras personas. La queratoconjuntivitis. La queratoconjuntivitis se produce por una inflamación de la córnea y de la conjuntiva por la falta de hidratación del ojo. Es frecuente en niños y tiene más incidencia en los meses de verano porque estamos más expuestos a factores externos como el viento, ambientes secos. Las principales señales de alarma que pueden motivar tu visita de urgencia al oftalmólogo durante estos meses de verano son el ojo rojo, la pérdida de visión y el dolor ocular. Ahora bien, las intensidades de los síntomas no siempre se asocian directamente a la severidad del caso, ya que alteraciones leves pueden provocar muchas molestias y otras, más graves, pueden no causar síntomas muy evidentes. Por ello, la mejor opción es acudir a revisiones oculares rutinarias, esta cita periódica con el oftalmólogo cobra especial relevancia a raíz de los resultados de estudios sobre salud ocular, en dichos estudios se ha detectado que actualmente llegan a las consultas más casos de pacientes con patologías de mayor gravedad o en un estado más avanzado debido a la falta de una visita regular al Oftalmólogo para chequear la salud ocular.
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