Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Alexandra Gómez, esposa de Nahuel Gallo: Estados Unidos va a permitir la libertad de los inocentes

    » Mdzol

    Fecha: 29/12/2025 09:36

    A de un año del secuestro de su esposo en Venezuela, María Alexandra Gómez García dialogó con MDZ, la esposa del gendarme argentino Nahuel Gallo relata el calvario que atraviesa desde que el régimen de Nicolás Maduro lo mantiene en desaparición forzada, sin causa judicial, sin abogados y sin contacto con su familia. Desde la búsqueda desesperada en cárceles venezolanas hasta el impacto del cautiverio en su hijo de casi tres años, Gómez García denuncia violaciones sistemáticas a los derechos humanos y apunta contra la inacción internacional. Más miedo me daría callarme, afirma, mientras reclama la libertad de Nahuel y de todos los inocentes detenidos. Mirá la entrevista completa con Alexandra Gómez García, esposa de Nahuel Gallo -¿Cuándo fue la última vez que lo viste? -Mirá, la última vez que vi a Nahuel en persona fue el 16 de mayo, porque ese fue el día en que yo me fui a Venezuela, cuando volví con Víctor por temas personales. No quería volver, no iba a volver por estar enferma, pero teníamos cosas que hacer en Venezuela. Esa fue la última vez que lo abracé. Ese día que nos despedimos, él regresó a Mendoza. Nosotros vivíamos en Luján de Cuyo, y yo me fui a Venezuela. La última vez que lo vi por llamada telefónica fue el domingo 8 de diciembre de 2024, cuando se estaba alistando para hacer migración en Colombia. Y la última vez que lo escuché fue ese mismo domingo, hace un año, cuando me decía que se lo estaban llevando para una entrevista en migración. Después de eso, nada más. No hemos tenido ningún tipo de información sobre él. -¿Cuántos años tiene Víctor? -Víctor tiene casi tres. Cumple tres años ahora, el 21 de enero. -¿Él se acuerda de su papá? -Sí, se acuerda, lo recuerda. Pregunta mucho por Nahuel. Ahora, con todo el tema del jardín, cuento esto porque me da tristeza y a la vez me da risa. Viste que los niños a esta edad empiezan con la figura de Papá Noel. En el jardín, en diciembre, viene Papá Noel y él dice que es Papá Noel el que va a venir a traerle regalos. Y qué más quisiera yo que Nahuel fuese esa figura que Víctor va a recibir el 24 de diciembre. Cuando pregunta por él, lo que yo le digo es que su papá está trabajando, que su papá va a venir, que su papá lo ama mucho y que no está con nosotros en este momento. Pero le digo que lo podemos sentir acá, en el corazón. Se lo digo siempre cuando estamos acostados. Aunque lo veas chiquito, él es muy vivo, muy despierto. A veces digo que es demasiado inteligente para su edad. Entiende todo: entiende que papá no está acá con nosotros, pero que papá va a venir, que falta poco. Así es como he llevado esta situación con Víctor. -¿Cuándo se ha visto en Venezuela? -Yo el año pasado regresé a Venezuela después de siete años. Estuve desde mayo hasta mayo, un año completo, mientras hacíamos todas las diligencias buscando a Nahuel en todas las cárceles de Venezuela. Buscábamos saber si esto era un tema legal, porque al principio se decía que Nahuel había sido detenido, que había sido imputado y procesado. Entonces empezamos a buscar abogados, a ir a la Defensoría del Pueblo, al Ministerio Público, a la Fiscalía, a tribunales, a todos los organismos de justicia en Venezuela, y nunca encontramos nada. Al ver que no había ningún tipo de respuesta, me vine para acá, para Buenos Aires. -¿Y cómo es convivir con esa justicia venezolana? -Mirá, es frustrante. Es frustrante porque no entendés. Yo entiendo lo que pasa en Venezuela: que no hay Estado de derecho, que no hay justicia, que se violan todos los días los derechos humanos. Nahuel lleva 374 días con sus derechos humanos, fundamentales e incluso del derecho internacional, violados. Lo que más me frustra es que, sabiendo todo esto, desde afuera lo seguimos permitiendo. Todas estas denuncias se han hecho a nivel internacional, en la OEA, en la Corte Penal Internacional, en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y todavía no hemos tenido ningún tipo de respuesta. Que sigan diciendo que tienen que investigar, mientras hay miles de familias viviendo esta situación, es frustrante. -Un tiempo después del secuestro de Nahuel aparece un video de él con otros detenidos del régimen de Maduro. ¿Qué sentiste cuando viste ese video? -Fue un sentimiento encontrado. Fue un alivio, porque dije: Bueno, está vivo. A pesar de que lo vi cabizbajo, lo vi barbudo, dije: Bueno, está bien, dentro del contexto en el que ellos quisieron mostrar esa realidad. Ellos dijeron que el video era para demostrar que Nahuel estaba siendo investigado y que se le había respetado el debido proceso, cosa que nunca pasó. Ese video carece de toda legitimidad: nunca nos dicen dónde fue filmado, ni en qué fecha, ni a qué hora, ni en qué circunstancias. Aparece Nahuel caminando de un lado a otro, pero no sabemos por qué. ¿Por qué no lo hicieron hablar? Una prueba de vida es que diga mira a mi familia. A Nahuel se le violó el derecho a la comunicación. Hasta el día de hoy nunca lo dejaron hacer una llamada telefónica con nosotros. Mientras yo lo buscaba en las cárceles de Venezuela porque sé que está en una cárcel de alta seguridad, El Rodeo I nunca me dejaron verlo. Siempre me decían que Nahuel no estaba ahí, que me retirara. Esos videos nos dieron un poco de tranquilidad, pero no nos dicen absolutamente nada. -¿Sentís que con esos videos también te amenazaban, como diciendo lo tenemos nosotros? -Yo creo que fue una forma de medir el poder que tenían. Como diciendo: Hacemos y deshacemos con esto. Porque hasta el día de hoy no hay nada que indique que Nahuel esté pasando por un proceso penal: no tiene asistencia consular, no tiene abogados, no tiene contacto físico ni telefónico con su familia. Esto es una desaparición forzada. Las desapariciones forzadas son un crimen de lesa humanidad y no prescriben. Yo, como su pareja, demostré todo, porque empezaron a decir que Nahuel tenía un amante, que era un espía. Eso nunca lo comprobaron. Yo tengo las pruebas, tengo la verdad en mis manos, y ellos también las tienen. El fiscal general de la República, Tarek William Saab, tiene las pruebas de que Nahuel es inocente. Si hubiesen querido presentarlo ante un tribunal, lo habrían hecho. Si hubiesen querido probar que era un espía, lo habrían probado. Nunca lo hicieron. Las desapariciones forzadas son algo común en la Venezuela de hoy. Yo conocí más de 80 casos de desapariciones forzadas, solo de extranjeros. Conocí a sus familiares, a sus esposas, a sus hermanas. Y hablo solo de extranjeros. Imaginate lo que viven quienes sí hicieron política en Venezuela. Yo no soy política, me fui hace siete años. Nahuel tampoco lo es. Es un extranjero en desaparición forzada. Es doloroso. No puedo explicar la cantidad de casos y de torturas que hay, físicas y psicológicas, y que no se digan ni aparezcan en la prensa por miedo. Si me preguntás si tengo miedo de que le hagan esto a Nahuel, más miedo me daría no seguir denunciando lo que le está pasando. -¿Qué opinás del rol de Estados Unidos frente a Venezuela? -Sabemos que este no es un conflicto nuevo, que viene de hace muchísimo tiempo y que se ha dilatado. Pero si lo que está haciendo Estados Unidos va a permitir la libertad de los inocentes que hoy están presos y desaparecidos, entonces lo sostengo. Hablo por todos esos inocentes y también por mi familia. Nahuel no tiene por qué estar viviendo esto. Él fue a Venezuela como padre de familia, en vacaciones, en su período de licencia laboral. No viajó uniformado ni enviado por nadie. Si esto permite que mi hijo vuelva a pasar una Navidad o el 2026 con su papá, yo rezo todos los días para que suceda pronto. La guerra no es contra Venezuela ni contra el venezolano: es contra quienes cometen crímenes de lesa humanidad y no quieren hacer la paz de la que tanto hablan. -¿Qué le dirías hoy a Nahuel? -Le diría que Víctor está bien, que lo estoy cuidando como él sabe que lo hago, que nunca bajé los brazos. Hay muchas cosas que no se ven, pero se están haciendo muchas cosas. Estamos trabajando y buscando la manera de llegar a él. Cuando vea esta entrevista, que sepa que nunca dejamos de luchar por su libertad. Que siga siendo fuerte. Gracias a estos espacios, seguramente el mensaje le llega: que seguimos luchando por él y que su familia nunca dejó de buscarlo.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por