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» DiarioWeb
Fecha: 28/12/2025 21:35
Ya no quedan más elogios por ofrecer. El niño argentino, Faustino Oro, de 12 años, es el mayor prodigio jamás visto en el país, y, sin lugar a dudas, uno de los más destacados en la larga historia de este milenario juego. En el Campeonato Mundial de Ajedrez Rápido, que concluyó ayer en Qatar, concluyó su participación de manera excepcional. Preclasificado en el puesto 134 de entre 247 participantes, "El Messi del ajedrez" se situó en la posición 77 en la tabla general, obteniendo siete puntos tras 13 rondas. Durante las tres jornadas del torneo, divididas en partidas de 15 minutos más 10 segundos adicionales por movimiento en la categoría abierta (con cinco juegos el viernes, cuatro el sábado y cuatro el domingo), el joven oriundo del barrio de San Cristóbal, que reside en Badalona (España) desde hace dos años, tuvo, quizás, su mejor actuación internacional. Enfrentó a 11 grandes maestros, un maestro internacional y un maestro FIDE. De los once grandes maestros, cinco se encuentran en el Top 15 mundial, y el resto está entre los 100 mejores del mundo. En su enfrentamiento con los mayores, logró 5 puntos, resultado de dos victorias, seis empates y tres derrotas. Debido a este rendimiento, su ranking en la modalidad rápida aumentó 23 puntos, ascendiendo de 2489 puntos de Elo a 2512. Así, sumó un nuevo récord a su impresionante carrera: se convirtió en el ajedrecista más joven en superar los 2500 puntos de Elo en las categorías clásica, rápida y blitz. El niño tiene 2503, 2512 y 2503 puntos, respectivamente. Es simplemente extraordinario. En Qatar, triunfó contra Evgeniy Najer (Rusia) y Pentala Harikrishna (India), empató con Shakhriyar Mamedyarov (Azerbaiyán), Leinier Domínguez (EE.UU.), Vincent Keymer (Alemania), Haik Martirosyam (Armenia), Daniel Dardha (Bélgica) y S. Narayanan (India), y perdió contra Wesley So (EE.UU.), Levon Aronian (Armenia) y Adam Kozak (Hungría). Un detalle a destacar: en la última derrota frente al maestro húngaro, después de tener el control de la partida, una imprecisión hizo que quedara "perdido". Sin embargo, consiguió recuperarse e igualar la posición, según los análisis precisos de los programas de ajedrez. Y cuando tuvo la oportunidad de firmar el empate a través de un jaque perpetuo, el pequeño (porque Faustino es solo eso, un niño de 12 años) decidió que valía la pena luchar por la victoria y forzó la posición, pero cometió un error. De haber optado por el empate, habría acumulado medio punto más. Quizás para él lo más relevante es jugar, divertirse y ganar. Porque es consciente de que no tiene nada que perder.
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