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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 28/12/2025 14:12
Un estudio del MIT revela que los satélites geoestacionarios, clave para monitorear las estelas de condensación de los aviones, no detectan alrededor del 80% de estas formaciones, lo que complica los esfuerzos para reducir el impacto climático de la aviación mediante el rediseño de rutas. Las estelas de condensación, esas líneas blancas que dejan los aviones, se forman cuando los gases de escape interactúan con capas de aire frío y húmedo, generando cristales de hielo. Cuando son persistentes, actúan como nubes altas que atrapan el calor irradiado por la Tierra, contribuyendo al calentamiento global. Según diversas investigaciones, podrían ser responsables de hasta la mitad del impacto climático de la aviación. Una estrategia para mitigar este efecto es modificar ligeramente las rutas o altitudes de los vuelos para evitar las zonas donde se forman estelas persistentes. Para ello, se depende de observaciones satelitales precisas. Sin embargo, el estudio del MIT comparó imágenes de satélites geoestacionarios (que orbitan a gran altura y brindan cobertura continua) con las de satélites de órbita baja (que vuelan más cerca y captan mayor detalle). La conclusión fue que los geoestacionarios solo detectan las estelas más grandes y desarrolladas, pasando por alto aproximadamente el 80% de las formaciones más pequeñas, delgadas y recién formadas que sí registran los satélites de órbita baja. Los investigadores subrayan que esto no significa que se ignore el 80% del impacto climático, ya que las estelas más grandes suelen tener un efecto mayor, pero sí evidencia que la imagen actual es incompleta. Para desarrollar sistemas de predicción confiables que permitan la evasión de estelas en tiempo real, se necesita una combinación de tecnologías: la cobertura amplia de los geoestacionarios, la alta resolución de los satélites de órbita baja y posibles observaciones terrestres. Los científicos consideran que la evasión de estelas es una de las pocas opciones relativamente rápidas y de bajo costo para reducir el impacto climático de un sector de difícil descarbonización. No obstante, advierten que implementar estas medidas sin información sólida sería prematuro. Mejorar las herramientas de observación es un paso necesario antes de que aerolíneas y reguladores adopten decisiones con impacto global.
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