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» Mirador Provincial
Fecha: 28/12/2025 11:11
El Gobierno argentino oficializó la candidatura de Rafael Grossi, actual director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), para el cargo de Secretario General de la ONU. Durante un acto realizado en el Palacio San Martín, la Casa Rosada pidió respaldo internacional para una Organización de las Naciones Unidas «menos declarativa y más activa», enfocada en resultados concretos y su mandato fundacional. La presentación oficial de la candidatura de Grossi ante la ONU La Argentina ha formalizado su apuesta por Rafael Mariano Grossi como candidato a la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el período 2027-2031. El lanzamiento oficial tuvo lugar esta semana en el Salón Libertador de Cancillería, ante la presencia de más de doscientos invitados, encabezado por el ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Pablo Quirno. Grossi, actual director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), se erige como la propuesta nacional para liderar el organismo multilateral. La visión crítica del gobierno de javier milei sobre el multilateralismo El ministro Quirno enmarcó la postulación de Grossi en la línea de cuestionamientos que el presidente Javier Milei ha planteado respecto al funcionamiento de los organismos multilaterales. «El desafío central de las Naciones Unidas es volver a sus principios fundacionales y concentrar sus esfuerzos en aquello que verdaderamente importa», sostuvo el funcionario. En este sentido, la candidatura se apalanca en el argumento central de «recuperar la esencia original de la carta del organismo, contener la dispersión de mandatos, evitar la expansión de burocracias y estructuras y optar por resultados concretos, por sobre declaraciones grandilocuentes». Según la visión oficial, esto es «hoy una condición indispensable para que la organización vuelva a ser efectiva y relevante». El perfil y la trayectoria diplomática de Rafael Grossi Durante la presentación, Pablo Quirno destacó a Rafael Grossi como un diplomático de vasta experiencia y hábil manejo en contextos complejos. «Por más de 40 años de carrera diplomática, Rafael Grossi ha dedicado su vida a la prevención de conflictos y al fortalecimiento de la paz y la seguridad internacional», afirmó. Asimismo, se resaltó su gestión al frente del OIEA, donde ha demostrado «liderar con firmeza y prudencia, combinar rigor técnico con sensibilidad política y actuar con aplomo incluso en los contextos más desafiantes». En declaraciones previas, Grossi había anticipado su intención de disputar la Secretaría General de la ONU con el objetivo de «rescatar el papel del organismo en un mundo afectado por fragmentación, guerras, conflictos y graves peligros». Se definió como un «multilateralista convencido» y vinculó su labor en el OIEA con esta ambición mayor, señalando su participación en diversas crisis internacionales con «impacto bastante efectivo». La Casa Rosada puso de relieve el perfil internacional que Grossi construyó desde la dirección del OIEA, con interlocución con líderes en tensión y rol central en situaciones sensibles como las centrales nucleares en Ucrania, los ensayos de Corea del Norte y el programa atómico de Irán. Un episodio relevante fue la amenaza de muerte recibida por no condenar ataques israelíes a instalaciones iraníes, lo que generó el respaldo de Francia, Alemania y Reino Unido, que pidieron protección para el personal del OIEA. La estrategia de cancillería para impulsar la postulación Si bien la postulación fue anunciada previamente por comunicado, el acto en Cancillería operó como un lanzamiento político-diplomático, formalizando la candidatura con un pedido explícito de acompañamiento a los países miembros. El argumento central es que la elección de Grossi podría propiciar una organización «más eficaz» y «verdaderamente comprometida con la paz, la seguridad y los principios fundacionales». Para coordinar esta iniciativa, se anunció la creación de una Unidad de Coordinación dentro de la Cancillería, encargada de promover la postulación y gestionar la negociación política necesaria. El objetivo declarado es asegurar el respaldo de los países con poder de veto en el Consejo de Seguridad, tales como Estados Unidos, Francia, Rusia, China y Reino Unido. El ministro Quirno enfatizó que la decisión de postular a Grossi «no es circunstancial», sino que emana de «una reflexión profunda sobre el momento crítico que atraviesa el sistema multilateral y sobre el tipo de liderazgo que hoy necesitan las Naciones Unidas para recuperar eficacia y credibilidad». El cronograma de la elección y los factores en juego para la argentina El proceso para seleccionar al sucesor del portugués António Guterres ya cuenta con un cronograma definido: la elección se realizará en 2026, y el nuevo titular asumirá el 1 de enero de 2027. La candidatura argentina considera una «costumbre no escrita», la rotación regional, como un factor a su favor. Se recordó que el último latinoamericano en la Secretaría General de la ONU fue el peruano Javier Pérez de Cuéllar (1982-1991), lo que, bajo una lógica de alternancia, podría favorecer a un candidato de la región. Sin embargo, otro factor tácito de alternancia, la cuestión de género, podría acrecentar las posibilidades de una mujer al frente del organismo, con nombres como la expresidenta de Chile Michelle Bachelet y la actual directora de la Agencia para el Comercio y el Desarrollo, Rebeca Grynspan, sonando como posibles postulantes. Hasta el momento, Rafael Grossi es el único candidato formalizado.
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