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» La Nueva
Fecha: 28/12/2025 09:29
Rutas al sur y a la costa: entre la falta de obras y el peligro por los incendios Más allá del nudo estratégico de Paso Urbano, las salidas desde Bahía Blanca por las tres vías nacionales (33, 35 y 3 A y B) exigen una circulación de extrema cautela. Aunque en menor medida, otro tanto sucede con la RP 51. Periodista. Círculo de Periodistas Deportivos de Bahía Blanca. Fue redactor de la revista Encestando (1985-2000). Desde 1987 trabaja en el diario La Nueva Provincia (hoy La Nueva.). Pasó por las secciones Deportes, La Región y La Ciudad, donde se desempeña actualmente. Está especializado en periodismo agropecuario desde 2001. Miembro de la Asociación Bonaerense de Periodistas Agropecuarios. Responsable de las páginas webs de la Asociación de Ganaderos (AGA) y de Abopa. Las secuelas de la inundación del 7 de marzo último parecen interminables. La tragedia, que en nuestra ciudad conllevó terribles consecuencias no solo por la pérdida de 18 personas, sino por los daños producidos en todo el entramado social vinculado a hogares, comercios, empresas, instituciones, caminos vecinales y rutas nacionales y provinciales, genera un alerta permanente a quienes transitan por estos días de modo estacional diciembre, enero y febrero son los meses de mayor movimiento en todo el país por las rutas que rodean a la ciudad de Bahía Blanca. Esto es así en razón no solo de los daños que se produjeron durante el temporal que dejó caer más en 300 milímetros en unas pocas horas, y que aún no terminan de repararse en su totalidad, sino por la falta de mantenimiento de las rutas nacionales (algo que ya se producía con anterioridad) de las distintas calzadas, sino por los altos pastizales que crecen en las banquinas con las consecuencias que ello acarrea en este tiempo. Es decir, con semejantes registros de agua en un momento clave para el crecimiento de malezas, pastos naturales y demás se preveía que un escenario de estas características cobrara forma en la temporada estival. Las consecuencias efectivamente están sucediendo; incluso, con fuego en terrenos y baldíos cercanos a nuestra ciudad (como se ha apreciado en los últimos días). Así entonces, través de un relevamiento realizado por este medio durante la última semana se pudo comprobar que las condiciones de transitabilidad son más complejas respecto del año pasado. En este sentido, y considerando que por estos días la circulación de vehículos hacia el sur del país, así como desde allí hacia el norte (especialmente la costa atlántica), no son pocas las precauciones que se deben tomar para llegar a destino. Otra consideración a tener en cuenta es que, además, se convive con el tránsito de camiones que, en estos meses de diciembre y enero (y aun febrero), estarán a pleno con el transporte de una cosecha fina, de récords históricos en volumen, en dirección a la terminal portuaria de Ingeniero White. El principio de todo El lugar obligado de tránsito en casi todos los casos es el tramo Paso Urbano que, como se ha detallado en un reciente informe de La Nueva., no se termina de dimensionar la complejidad de esos 11 kilómetros de la ruta nacional 33 que nacen en el paraje denominado El Cholo y concluyen en la rotonda de Bosque Alto. Puntualmente, se trata de los primeros 1.360 metros desde El Cholo hasta la rotonda de la calle Don Bosco, en el inicio de la ruta nacional 35 hacia la provincia de La Pampa. Quien viene del sur y desea ir a la localidad de Sierra de la Ventana (por ejemplo) y, eventualmente desde allí hacia la costa, debe transitar por estos 11.000 metros, que además de su pésimo estado posee las intersecciones de una ciudad que se desarrolla a gran ritmo pasando la RN33 (cuando antes era solo hacia Villa Bordeu). Desde Bosque Alto y hacia la RN 33 la ruta está ahuellada y con pastos altos desde el kilómetro 15. Más: en muy pocos lugares se mantienen los 7,30 metros de calzada total y, en la mayoría de los casos, poseen 6,7 metros. A esa distancia se produce el cruce de vehículos de todo porte (algunos sin relación peso potencia a una velocidad de 60 o 70 kilómetros por hora), con lo cual un eventual sobrepaso con la calzada hundida y descalces de hasta 25 centímetros es poco menos que una aventura peligrosa. Todas las consideraciones se realizan para el tránsito de día, ya que las condiciones en horarios nocturnos se tornan doblemente difíciles de resolver ante una emergencia conductiva. El caso de los pastos altos no es menor. Como se comentó, la generación de acumulación de material vegetal fino y altamente combustible se aprecia claramente en la RN 33, pero también en la RN 35 y en la RN 3. La presencia de pastos secos altos en las banquinas conlleva la aparición de eventuales incendios en un momento de altas temperaturas, mucho viento y ausencia de lluvias (por una cuestión estacional). Ante la necesidad de un automóvil de tener que bajar a la banquina, las posibilidades de iniciarse el fuego por el calor del caño de escape son importantes. La falta del corte de pastizales a la vera de las rutas recae en la Dirección Nacional de Vialidad, Distrito 19 con sede en Bahía Blanca, hace más complejo el trabajo del productor agropecuario, que en la mayoría de los casos tiene realizados los cortafuegos en una franja de 8 metros a cada lado del alambrado en los potreros con vegetación baja y de 20 metros en los campos con monte. La ruta provincial 51 y las RN 3 A y B Tras Paso Urbano y en dirección hacia la autovía Raúl Ricardo Alfonsín, que la Dirección de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires inauguró en 2025, se llega al cruce de la ruta provincial 51, con la RN 3 vieja y el acceso a Grunbëin (para desembocar finalmente en el RN3 norte). La RP 51 es de intenso tránsito y tiene varios tramos en buenas condiciones, y otros en peor situación, como los primeros sectores con profundos ahuellamientos que producen vehículos con peso relevante que eligen este sector, justamente, por no existir balanzas de control. Más allá de algunos descalces en curvas, el pasto está cortado a un nivel que no presume preocupación. Al menos, por ahora. En otros sitios, incluso, se han realizado cortafuegos. El sector de las vías de Corti, otro sitio de innumerables siniestros trágicos, se ha reasfaltado recientemente y da otra sensación de seguridad, más allá de la falta de luz en horarios nocturnos (cuando generalmente suceden los hechos). Desde un sector altamente poblado como es el que rodea a Aldea Romana, como para decirlo de un modo amplio, resulta más sencillo y práctico transitar por la ruta nacional 3 vieja, que tiene 32 kilómetros hasta la peligrosa intersección con la RN 3 norte. A los importantes trabajos realizados en el último verano en los segmentos de mayor daño (se reasfaltaron), se ha sumado bacheo en lugares complejos, como la zona de curvas cercana a los molinos de viento. Al igual que en la RP 51, las banquinas aparecen cortadas y los espacios con descalces fueron reparados. De todos modos, está claro de que el mayor tránsito de vehículos (por el sector agropecuario, por el movimiento del personal de las plantas de energía allí instaladas y por la temporada de verano) y el calor reinante para las semanas venideras generarán la aparición de baches que, se supone, serán reparados para una transitabilidad más segura. Quien viene desde el sur y se dirige hacia la costa atlántica podrá sortear Paso Urbano e, incluso, tomar la autopista que concluye en el Puente Naranja, en el desvío hacia la ciudad de Punta Alta. Para llegar hasta ahí antes se deberá atravesar el sector que posee un puente Bailey. Se trata del kilómetro 692,1 de la RN 3, donde recientemente se realizó una reparación integral y el tránsito se mantiene, a velocidades reducidas, para ambas manos (en un sitio principal y en un desvío). Al menos hasta Monte Hermoso, la RN 3 norte está en buenas condiciones, más allá de un ahuellamiento que se va consolidando y de sectores con pastos altos y secos. Advertencias sobre un alto riesgo de incendios Ante la llegada de la temporada estival 2025/26, las autoridades de bomberos han manifestado su preocupación por las condiciones actuales del terreno, las cuales presentan un escenario crítico para la propagación de incendios forestales y rurales. En tal sentido, Ramiro Santiago Asencio, segundo jefe del cuerpo de Bomberos Voluntarios de la localidad de General Daniel Cerri, señaló que el incremento de material combustible es inusual debido a los fenómenos meteorológicos registrados meses atrás. De cara a la temporada estival 2025/26 hemos observado que, debido a las lluvias recibidas a principio de año y, especialmente, posterior a la tormenta del 7 de marzo último, hubo un incremento en la cantidad y en el tipo de material combustible al que hace tiempo no teníamos registrado, explicó Asencio. A este factor se suma la actual falta de precipitaciones, lo que agrava (y agravará) la situación. Sumado a esta parte del año se presenta una sequía lo que provoca que las pastos se sequen y estén dispuestos a arder ante cualquier circunstancia no deseada, dijo Asencio. Debido a la gran extensión de la jurisdicción de Bahía Blanca, los cuerpos de bomberos están intensificando las tareas de concientización con los sectores productivos. Según Asencio, es fundamental que tanto autoridades como productores implementen medidas de rigor, tales como el mantenimiento de tanques de agua llenos, la disponibilidad de herramientas agrícolas y la realización de cortafuegos. Se siguen planificando reuniones y recorridas por los campos para relevar los puntos más comprometidos, afirmó el oficial, destacando la importancia de la colaboración entre los privados y los distintos cuerpos de bomberos. Además, mencionó que una preocupación clave son los agentes externos difíciles de controlar, como los vehículos en banquinas, los cazadores furtivos y el paso de trenes. Sobre este último punto, Asencio informó que ya se han licitado 250 kilómetros de cortafuegos con motoniveladora en los ramales ferroviarios para mitigar riesgos. La urgencia de estas medidas se hace evidente tras los incendios de magnitud considerable registrados recientemente en la zona de Alférez San Martín, por ejemplo. Ante este panorama, el cuerpo activo compuesto por 70 bomberos, 16 reservistas y 40 cadetes se encuentra en constante formación. Nos preparamos capacitando al personal en la disciplina de incendios forestales. Tenemos especialistas en la materia y, además, miembros de la brigada federativa, detalló Asencio. En cuanto al equipamiento, el cuartel cuenta con dos autobombas rurales pesadas, una camioneta con kit forestal, una unidad de logística y capacidad de abastecimiento de 10.000 litros, además de los vehículos destinados a incendios estructurales y rescate. Finalmente, el segundo jefe del cuartel hizo un llamado a la comunidad, recordando que el sostenimiento de esta infraestructura depende del esfuerzo compartido: Es muy importante la colaboración de los vecinos para mantener esta estructura en condiciones ya que los gastos son importantes hoy en día.
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