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» La Capital
Fecha: 28/12/2025 08:15
>>Leer más: Una de las grandes promesas de Newell's extendió su contrato con el club hasta diciembre de 2027 Fue el único gol de esa segunda etapa en el Parque que duró prácticamente un semestre. Para el segundo quedó colgado por la dirigencia que encabezaba Ignacio Astore al no firmar el nuevo contrato y a fines de 2024 debió irse por segunda vez de Newell's, claro que ahora para disfrutar de un año espectacular. Antes, cuando se fue a mitad de 2022 perseguido por esa lesión muscular que no lo dejaba jugar como él quería, vivió la que consideró "la peor experiencia de mi vida". La lesión y el mal paso por Polonia Como se dijo, Cacciabue fue ese volante mixto, de tremenda dinámica, que impresionó a todos con su debut el 16 de abril de 2018 con gol incluido a Talleres en el Coloso (victoria por 2 a 1). Entonces lo había hecho debutar Omar De Felippe, pero se consolidaría en 2019 con Fran Kudelka. Por entonces a Aníbal Moreno le había costado más adaptarse y recién a fines de 2019 se despacharía con una soberbia actuación en casa ante Independiente. Ya se hablaba de las dos joyas leprosas. Pero claro, no se sabía entonces que Cacciabue iba a estar tan condicionado por esa traicionera lesión de fines de setiembre en La Bombonera. Ese desgarro en uno de los bíceps le marcaría un antes y un después. Tuvo un par de intentos de regresos frustrados, donde se resentía, y ya nada sería igual cuando lo hice al año siguiente, unos quince partidos después. "No culpo a nadie por lo que pasó. Entonces nunca me había lesionado, fue toda una novedad y lógicamente quería volver a jugar, pero me volvía a lesionar", contó Jerónimo desde Ecuador antes de emprender el regreso al país. >>Leer más: Jerónimo Cacciabue firmó nuevo contrato y sigue en Newell's hasta 2023 "Venía todo tan bien en ese momento y de repente todo fue para abajo", prosiguió. "Perdí la confianza, no podía picar como a mí me gustaba y de jugar a un toque. Pero no me había olvidado de jugar el fútbol y por suerte en Ecuador pude recuperar todo eso que sentí había perdido". En Newell's ya no volvió a ser el mismo y a mediados de 2022 lo prestaron a Miedz Legnica de Polonia, que había ganado la liga. Ahí "la pasé muy mal. Me bajoneé mucho. Estaba muy lejos de todos los seres queridos y no podía volver a jugar como quería. Estaba solo y fue la peor piña que me dio la vida. Pero de todo se aprende". El regreso, Platense y de nuevo Newell's Cacciabue volvió antes del año en que había firmado contrato. "Por algo pasan las cosas. Y en esos momentos conocí un montón de gente que me ayudó mucho", dijo. Y recaló en Platense, donde jugó un año de transición, de 20 partidos, para regresar a Newell's en el 2024. Ahí aseveró que tuvo su revancha, pese a ser colgado en el segundo semestre. "Ojo, no le echo la culpa a la dirigencia, que defendían sus intereses. Pero estuve cuatro meses corriendo solo, alrededor de la cancha, fue horrible", dijo. Y ahora el Aviador confió que "cambié de representante y el nuevo, un cordobés que se llama Juan Peláez, realmente manejó todo muy bien". Contó que "me ofreció dos alternativas, una de un club de segunda en Brasil y otra de la primera de Ecuador. El me aconsejó que tomara esta última, eso hice y la verdad que estoy muy feliz por todo lo que pasó en este 2025". "También consulté a amigos que tengo acá, ex compañeros de Newell's, que me dieron muy buenas referencias. Uno fue Lorenzo Favarelli, que es ídolo en Independiente del Valle (hoy está en Cruz Azul), y también el Polaco Fidriszewski (estuvo en Liga de Portovejo, Aucas y Barcelona) y Lisandro Alsugaray, que jugó en Universidad Católica y ahora está en Liga de Quito", contó. >>Leer más: Los tatuajes del ex-Newell's que llamaron la atención en su nuevo club El resurgimiento en Ecuador Jerónimo recaló entonces en Universidad Católica, un club de más de 60 años de vida pero que jamás había ganado nada. Eso sí, venía de una buena campaña que lo llevó a la Copa Sudamericana en este 2025 pero con Cacciabue el equipo se potenció y llegó a lo máximo: el primer título nacional. Fue en la Copa Ecuador, "un torneo similar a la Copa Argentina", explicó el exleproso. "El gran mérito fue que en semifinales le ganamos a Independiente del Valle y en la final a Liga de Quito, los pesos pesado de Ecuador", dijo. Y ese mérito lo llevó a jugar Copa Libertadores, aunque en la fase previa donde deberá enfrentar a Juventud de las Piedras de Uruguay y luego deberá sortear dos más para ir a los grupos. Ahí va a estar Cacciabue, ya que Universidad Católica directamente hizo uso de la opción de compra. "Realmente me puso muy feliz eso. Firmé un contrato por tres años y hay una cláusula de una posible venta. Me llegaron ofertas de Argentina, Brasil, Chile y Paraguay, pero preferí quedarme acá. Volví a sentirme bien en este fútbol y este país, así que fue la mejor decisión", relató. Claro que Cacciabue cambió un poco la forma de jugar. De aquel volante de súper dinámica y que solía andar por las bandas o los carriles internos, "pasé a jugar de cinco, más posicional. El fútbol ecuatoriano te da un segundo más para pensar que el argentino y eso también me vino muy bien. Además jugué 45 partidos este año". También dio otro detalles y fue que "el técnico (Diego Martínez) me dio mucha confianza y armó un grupo bárbaro, con jugadores que surgían de las inferiores, varios que continuaron y otros que llegamos. Además, jugamos con el sistema 4-3-3 que fue el de toda mi vida". >>Leer más: "Sin Keylor Navas, Newell's se hubiese ido al descenso": la explosiva declaración de un exjugador rojinegro Disfruta el lugar y estudia para DT Al momento de la charla, Cacciabue estaba ansioso por tomar el avión que lo dejaría en Ezeiza y luego en su querido Montes de Oca, "mi lugar en el mundo", donde le iba a dar la sorpresa del regreso anticipado a su abuelo Juan Carlos. Ahí lo esperaba su otra gran pasión que heredó de su papá Javier, la aviación. Por eso el apodo de "El Aviador", que además tenía que ver con su estilo de juego. "Lo llevo en la sangre. Amo volar. Adonde iba quería hacerlo. Los aviones son mi locura", dice Jerónimo con emoción en la voz. En Cumbayá, donde vive en un departamento en compañía de su novia María, no tiene muchas posibilidad de volar, en un lugar "muy parecido a Córdoba, porque está lleno de montañas" y que recorre siempre "con una camioneta vieja que me compré para eso". Pero además de ocupar en eso sus momentos de ocio, "ya empecé a ser el curso de técnico. No estoy estudiando medicina tampoco, que me llevaría mucho. Quiero aprovechar el tiempo y para los jugadores profesionales son dos años. Después veré si me dedico a eso, pero me suma". Ama Montes de Oca, le gusta andar por sus calles y también "extraño Rosario, el Coloso, caminar por bulevar Oroño", así que tal vez se tome unos días para venir a la ciudad, ya que pidió permiso para quedarse un par de días más. >>Leer más: Una de las joyas de Newell's está a punto de extender su contrato hasta diciembre de 2027 A comienzos de febrero le espera la final por un nuevo título, la Superliga ante Independiente del Valle, y la Copa Libertadores. "Aprendí de todo lo que me pasó, me sirvió para crecer". Siempre con un lema, "no creerse el mejor ni tampocoel peor". jerónimo Cacciabue, un jugador que los hinchas rojinegros gastaron sus manos para aplaudir, volvió a volar en el fútbol. Está de vuelta, literalmente.
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