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» Urgente24
Fecha: 28/12/2025 04:28
Javier Milei coronó 2025 con una importante victoria en el Congreso con la sanción de su primer presupuesto, que entrará en vigencia el próximo año. Se trata antes que nada de un triunfo político, dado que los supuestos en los que se basa la proyección de recaudación y gastos resultan inverosímiles para los analistas. Estima para 2026 un crecimiento del PBI del 5%, cuando el FMI lo calcula en un punto menos y la OCDE, en 3%. En tanto que la inflación prevista para todo el año es de 10,5%, lo que requeriría de una desaceleración de los precios mucho más rápida de la que se espera con el nuevo esquema cambiario que eleva el techo de la banda de flotación e incluye compras de reservas, y por lo tanto, un dólar más alto por la demanda del Banco Central. Según el consenso entre distintas consultoras relevadas por LatinFocus, la perspectiva es que el IPC 2026 ronde el 24%, es decir, más del doble que la proyección oficial. Y en cuanto al tipo de cambio, el Presupuesto aprobado estima una cotización a $1,423 para finales 2026, cuando el último cierre fue de $1,450. PANORAMA Milei tiene su Presupuesto, pero lo que más quiere es tu colchón El Presidente tiene su 1er presupuesto, pero celebró más la aprobación de la "inocencia fiscal". Apuesta a los dólares "del colchón" para reactivar la economía y financiarse. Que el Gobierno haya conseguido la aprobación de su primer presupuesto se debe en gran parte a que el Presidente superó la etapa emocional que hizo fracasar la sanción de la ley de leyes para el año que está terminando. Entonces se enfrascó en lograr el presupuesto que quería, cuando los números en el Congreso no se lo permitían, y no el que era posible. Milei volvió a coquetear con una reacción similar cuando Diputados modificó el proyecto original y lo aprobó sin el capítulo que derogaba las leyes de emergencia en Discapacidad y de financiamiento universitario que el Parlamento repuso luego de que fueran vetadas. Entonces, el primer trascendido desde la Casa Rosada era que el Presidente estaba dispuesto a vetar su propio presupuesto si éste no cumplía con la regla del equilibrio fiscal. Ese arranque emocional rápidamente se extinguió con el propio Milei descartando un veto y prometiendo readecuar los gastos para cumplir con su obsesión fiscalista. Así, los esfuerzos del oficialismo en el Senado se enfocaron en que no hubiera más cambios y el Presupuesto se convirtiera en ley antes de que termine el año. Y así ocurrió. Los reparos sobre los artículos que eliminan leyes de financiamiento educativo no fueron suficientes para poner en riesgo la aprobación del proyecto en general y en particular. Los gobernadores aliados esta vez no le dieron a la Casa Rosada ningún disgusto. Claro que para ello hubo distintos endulzantes. Desde el pago de deudas hasta repartos discrecionales de Aportes del Tesoro Nacional, los famosos ATN. Tampoco hubo resistencia alguna desde el PRO, luego de que se mostraran muy ofendidos porque los dejaron afuera del reparto de butacas en la Auditoría General de la Nación (AGN) por la Cámara de Diputados. Cristian Ritondo llevó la voz cantante de esa queja con una presentación en tribunales para que se dicte la inconstitucionalidad de la votación con la que LLA y el peronismo decidieron a los integrantes del órgano de control. Pero los auditores (uno por el oficialismo, otro por el peronismo/kirchnerismo y uno más por los gobernadores del Norte) juraron antes de que se produjera un pronunciamiento, por lo que Ritondo presentó otra impugnación, ahora ante la misma AGN, que dirige el peronista porteño Juan Manuel Olmos. Allí le contestaron que se impuso una mayoría y no hay nada más que discutir. El chispazo, aunque sonoro, no tuvo ninguna consecuencia en el Senado. El propio Mauricio Macri se adelantó a firmar la paz cuando dijo en un mensaje navideño que "los equipos que creen en el cambio no se quiebran" y después de la votación celebró el resultado, y el acompañamiento del PRO. El gesto, con gusto a rendición, abona la posición de los libertarios de que los amarillos no tienen a dónde ir y que más temprano que tarde sucumbirán a sus pies. La subestimación de las variables incluidas en el Presupuesto le permitirá a Milei tener una masa de recursos extra que podrá reasignar a discreción. Nada novedoso: era la misma metodología que utilizaba todos los años el kirchnerismo. Aunque hay una diferencia no menor: los gobiernos K mentían en las proyecciones y volvían a mentir en la publicación de las estadísticas. En cambio, no hay hasta ahora, sospechas serias sobre falsificación de datos en el INdEC de la actual administración, más allá de que se le reclame la actualización de la metodología de medición. Milei festejó la sanción del Presupuesto sin déficit fiscal, pero en la 1ra entrevista que brindó tras la votación del Senado (en radio Mitre con el amigable Gabriel Anello), fue más enfático en destacar la otra ley que se votó en esa misma sesión: la denominada Inocencia fiscal, que busca que los ahorristas saquen sus dólares del colchón y los vuelquen en el sistema sin que sean penalizados por ello. El Presidente destacó que con esta nueva ley se le devuelve la presunción de inocencia al ahorrista, pero al mismo tiempo remarcó su impacto económico al señalar que generará una recomposición del mercado de capitales. Con ello, dijo se podrá aceitar el vínculo ahorro-inversión para generar crecimiento económico. Pero el interés del Gobierno trascendería lo concerniente a darle impulso a la actividad y apuntaría a tener otra ventanilla de la cual obtener financiamiento. En el despacho del ministro Luis Caputo están pensando en los dólares del colchón pero también en el denominado Fondo de Asistencia Laboral (FAL) previsto en el proyecto de Reforma Laboral y que se alimentará de un aporte del 3% por parte de los empleadores, aunque al final del camino sería el propio Estado el que termine financiándolo vía exenciones. Según el ministro de Economía ese fondo "va a alimentar el mercado de capitales con US$4.000 millones por año". La aspiración a un mercado de deuda local no es inocente ya que se produce luego de la escuálida colocación del Bonar29N en la plaza doméstica. El resultado preanuncia el poco interés de los inversores internacionales en los bonos argentinos luego de la experiencia de 2018, en la que Caputo estuvo involucrado. De ahí que Toto haya salido a bajar las chances de una colocación en Nueva York para afrontar los vencimientos de enero y a anunciar que busca reducir la dependencia de Wall Street. Más que un deseo, parece una realidad ineludible.
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