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» Minutoya
Fecha: 28/12/2025 03:28
En una celebración atravesada por la reflexión social y polÃtica, el Papa León XIV presidió su primera misa de Navidad desde el inicio de su pontificado y dejó un mensaje enfocado en la recuperación del valor de cada persona frente a un sistema global que, advirtió, ha perdido su brújula ética. La ceremonia se desarrolló en la basÃlica de San Pedro ante unos seis mil fieles, mientras otros cinco mil siguieron el rito desde la plaza, pese a la lluvia y las bajas temperaturas. Antes de comenzar la misa, el PontÃfice tuvo un gesto de cercanÃa al salir a saludar a quienes permanecÃan en el exterior, expresando su admiración por el esfuerzo realizado para acompañar la celebración. Ya durante la homilÃa, León XIV denunció una "economÃa distorsionada" que convierte a las personas en mercancÃa y contrapuso esa lógica con el sentido del nacimiento de Cristo, al que definió como una afirmación de la dignidad humana. "El lugar de Dios está donde hay lugar para el hombre", sostuvo el Papa, al reclamar mayor compromiso con los sectores más vulnerables, entre ellos los niños, los pobres y los extranjeros. En ese marco, remarcó que la encarnación de Dios en un niño frágil representa un acto de humildad y liberación frente a la ambición de poder que domina a gran parte del mundo actual. Más tarde, durante la misa del natalicio de Jesús, el Santo Padre retomó una tradición instaurada en tiempos de Juan Pablo II y amplió su mensaje hacia la realidad internacional. Allà condenó con firmeza las guerras en curso y aquellas que dejaron secuelas profundas, en una referencia a los conflictos en Ucrania y la Franja de Gaza, y cerró su mensaje con un llamado a la paz y a la unidad entre los pueblos.
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