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» El Zonda
Fecha: 28/12/2025 03:14
Este año, el planeta ha vuelto a batir récords de temperatura, evidenciando de manera clara la aceleración del cambio climático. Según los registros satelitales y meteorológicos, 2025 empató con 2023 como el segundo año más cálido desde el inicio de las mediciones, con 2024 manteniendo el récord absoluto. Los datos proporcionados por el monitor de calentamiento global europeo y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) reflejan impactos visibles en todos los continentes, incluyendo fenómenos extremos y crisis humanitarias. Claudio Lutzky, director de la Iniciativa Eleusis de la Universidad de Buenos Aires y miembro del Comité de Asuntos Ambientales del CARI, subrayó que la temperatura media global ha aumentado más de un grado centígrado en los últimos ciento cincuenta años, una consecuencia directa del incremento de gases atmosféricos como el dióxido de carbono, generado principalmente por la combustión de combustibles fósiles. Este aumento es constante y se refleja en la superación sistemática de récords térmicos año tras año. Los efectos del calentamiento ya son evidentes en la salud pública, la economía y los sistemas productivos. Lutzky enfatizó la urgencia de adaptar la arquitectura, el urbanismo y los sistemas de salud para enfrentar las nuevas condiciones climáticas. Los datos del Servicio de Cambio Climático de Copernicus corroboran estos hallazgos, indicando que entre enero y agosto de 2025, la temperatura media global fue 1,42 °C superior al promedio preindustrial, un nivel sin precedentes en 176 años. La OMM destacó que los once años entre 2015 y 2025 se encuentran entre los más cálidos jamás registrados, con los últimos tres en los primeros puestos históricos. Durante 2025, eventos extremos como lluvias intensas, inundaciones, olas de calor e incendios forestales impactaron gravemente múltiples regiones, causando desplazamientos, pérdida de viviendas y afectaciones en la producción alimentaria. Las zonas polares enfrentan una situación crítica, con la extensión de hielo ártico en mínimos históricos y la capa antártica por debajo de los promedios habituales, además del constante aumento del nivel del mar. En el ámbito internacional, las negociaciones climáticas avanzan lentamente. En recientes cumbres como la COP28 y la COP30, los países reconocieron la necesidad de abandonar los combustibles fósiles, though las metas específicas para el fin gradual del petróleo, gas y carbón aún enfrentan obstáculos debido a la presión de naciones productoras. De acuerdo a Copernicus, el promedio trienal entre 2023 y 2025 está encaminado a superar el límite de 1,5 °C establecido por el Acuerdo de París, umbral clave para evitar los peores efectos del cambio climático. Celeste Saulo, secretaria general de la OMM, advirtió que será casi imposible no sobrepasar ese límite transitoriamente en los próximos años, pero resaltó la importancia de reducir las temperaturas hacia fin de siglo. Ante la perspectiva de nuevos récords en 2026, Lutzky recomendó extremar precauciones frente al calor y acelerar la adaptación urbana y sanitaria. El desafío ambiental se ha convertido también en un reto social, económico y sanitario, y el tiempo para actuar se reduce a medida que aumentan las temperaturas.
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