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» Elterritorio
Fecha: 28/12/2025 02:53
Piden empatía a la comunidad La pirotecnia volvió a sentirse en San Pedro y generó reclamos En San Pedro desde el 2020 rige una ordenanza que declara el municipio libre de pirotecnia; esto significa que está prohibida la distribución, comercialización, almacenamiento y uso de fuegos artificiales con estruendo. Sin embargo, por varios factores, su implementación deja mucho que desear. Este año se ha notado un incremento en el uso de la pirotecnia, lo que preocupa y lleva a un llamado urgente por medidas efectivas y toma de conciencia. A diferencia de lo que ocurrió durante los primeros tres años de la vigencia de la ordenanza, desde el 2023 en adelante el uso de pirotecnia durante las fiestas de fin de año se incrementó, y lo que más preocupa es la reacción de quienes deciden hacer uso de estos artefactos sin un mínimo de empatía. En este sentido, Rosana Bone, una vecina de San Pedro que vive en Terciados Paraíso, manifestó a El Territorio la casi odisea que le tocó vivir en busca de respuestas junto a su hijo de 14 años, diagnosticado con autismo grado 1 y lo que debió ser una Navidad para celebrar se convirtió en sufrimiento. Mi hijo, se agarraba al borde de la cama para poder calmar su ansiedad, que es lo que le causa ese ruido. Sufrimos mucho, es la causa del estrés que le causa los estruendos, a él le sangra mucho la nariz, entonces esa noche nosotros no dormimos cuidándolo, contó con tristeza Rosana. Sé que no es el único chico con autismo en Paraíso, hay otros. A pesar de que disminuyó bastante lo que es la pirotecnia, hay gente que, por ahí la falta de empatía, la falta de respeto, no se pone en el lugar del otro y yo lo vengo luchando hace muchos años, agregó la madre. Asimismo, detalló la situación particular que vivió en donde pidió por favor que pararan un poco con la pirotecnia porque a su hijo le estaba haciendo mal y no había dormido toda la noche. La respuesta fue hasta graciosa, son cohetes chiquitos, como si el daño no lo hiciera al chico. Y nos tocó nuevamente llamar a la Policía. En ese momento se refirió a la nula respuesta de la línea telefónica que se habilitó para estos casos. Sabemos que en San Pedro pusieron una línea para hacer denuncias sobre pirotecnia que realmente no funciona. No funciona porque mandé mensajes, porque llamé y no tuve respuestas. Una de las otras cosas que tampoco tenemos en Paraíso es un teléfono en la comisaría porque no está funcionando, reclamó Rosana. Para lograr la presencia de los efectivos tuvo que comunicarse con el jefe de la Comisaría Seccional Segunda de Terciados. En este caso, no realizó la denuncia formal. No hice la denuncia formal porque somos vecinos y deberían entender que las fiestas deben ser en paz para todos. Rosana es una de las madres que por distintas vías de comunicación busca informar y hablar del autismo. Siempre lo pongo en mis estados, siempre lo pongo en mis redes porque sé que mi hijo no es el único y porque sé que no es una discapacidad, es un trastorno y que ellos lo sufren muchísimo. Muchísimo, porque el daño que le hacen es impresionante. Para ella, al igual que tantas familias no es sólo la pirotecnia, también la música fuerte que los afecta por su alto grado de sensibilidad auditiva. Pido a la comunidad en sí, no sólo en Paraíso, sino también en San Pedro, que tomen un poquito de conciencia y que se pongan cinco minutos en el lugar del otro, cinco minutos en el lugar de esa familia, cinco minutos en el lugar de ese chico. Mi hijo hoy tiene 14 años y aun así lo sufre y cuando él sufre, sufrimos todos, porque todos estamos pendientes de él y no es malcriarlo, no es mimarlo, es cuidarlo. Por último, recalcó que independiente al tipo de cohete, el daño es enorme. Hay gente que no respeta, que cree que porque es el cohete chiquito el daño es mínimo. No, el daño es el mismo, el chico lo sufre igual, es cohete, concluyó. Lo expuesto por esta madre, se sintió y coincide con lo que percibieron quienes llevan adelante el Refugio de Animales San Roque. Desde dicho espacio, donde atienden a más de 150 mascotas de manera voluntaria, al ser consultados sobre el cumplimiento de citada ordenanza, se mostraron preocupados. La verdad que un desastre, la noche de Navidad fue muchísimo, desde las 9 de la noche los barrios no paraban. Fue muchísimo lo que tiraron. Hasta en el centro en horas de la madrugada seguían tirando, apreciaron sobre el comportamiento de varias personas.
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