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» Elterritorio
Fecha: 27/12/2025 18:47
El pedido de una madre y el dolor que deja la pirotecnia en niños con autismo En San Pedro rige desde 2020 una ordenanza municipal que declara al municipio libre de pirotecnia, prohibiendo la distribución, comercialización, almacenamiento y uso de fuegos artificiales con estruendo. Sin embargo, su implementación continúa siendo deficiente. Este año se registró un incremento en el uso de pirotecnia, lo que generó preocupación y un urgente llamado a la toma de conciencia. La falta de empatía de algunas personas, sumada a actitudes de burla frente a los reclamos por los efectos nocivos que los estruendos provocan en niños con autismo y en las mascotas, genera profunda inquietud en muchas familias. Desde la Municipalidad se habilitó una línea telefónica para realizar denuncias por el uso de fuegos artificiales, desde petardos hasta artefactos de mayor potencia, pero según testimonios, el servicio no brindó respuestas efectivas. A diferencia de los primeros años de vigencia de la ordenanza, desde 2023 el uso de pirotecnia durante las fiestas de fin de año fue en aumento. Lo que más preocupa es la reacción de quienes deciden utilizarlos sin considerar el daño que generan. Rosana Bone, vecina de Terciados Paraíso, es una de las tantas madres que conviven con esta realidad: su hijo de 14 años tiene autismo grado 1. "Le sangra mucho la nariz por el estrés" Bone relató a El Territorio la angustiante experiencia que atravesó durante la Navidad. Mi hijo se agarraba del borde de la cama para calmar la ansiedad que le causa ese ruido. Le sangra mucho la nariz por el estrés. Esa noche no dormimos, estuvimos cuidándolo, contó con tristeza. Sé que no es el único chico con autismo en Paraíso. Hay otros. Yo vengo luchando hace muchos años contra la falta de empatía y de respeto, porque no se ponen en el lugar del otro, agregó. También describió la respuesta que recibió al pedir que cesaran los estruendos. Pedí por favor que pararan un poco porque a mi hijo le hacía mal. La respuesta fue hasta graciosa: son cohetes chiquitos, como si el daño fuera menor. Tuvimos que volver a llamar a la policía, relató. En ese contexto, cuestionó el funcionamiento de la línea de denuncias. Mandé mensajes, llamé y no tuve respuestas. Tampoco tenemos teléfono en la comisaría de Paraíso porque no funciona, reclamó. Finalmente, logró comunicarse con el jefe de la Comisaría Seccional Segunda, aunque decidió no realizar una denuncia formal. Somos vecinos y deberían entender que las fiestas deben ser en paz para todos, explicó. Rosana utiliza distintos canales de comunicación para visibilizar el autismo y prevenir este tipo de situaciones. Siempre lo publico porque mi hijo no es el único. No es una discapacidad, es un trastorno y lo sufren muchísimo. El daño que les hacen es impresionante, remarcó. Además de la pirotecnia, señaló que la música fuerte también afecta a las personas con hipersensibilidad auditiva. Pido a toda la comunidad que se ponga cinco minutos en el lugar del otro, en el lugar de ese chico y de esa familia. Mi hijo tiene 14 años y lo sufre muchísimo. No es malcriarlo, es cuidarlo, expresó. Sobre la ordenanza 24/2020, reclamó medidas concretas. Si van a poner un número, que funcione, que te escuchen. Salir a decir que hay una línea de pirotecnia cero y que no funcione no sirve, sostuvo. Por último, fue contundente: No importa si el cohete es chiquito, el daño es el mismo. El chico lo sufre igual. Nosotros sufrimos desde el 23, el 24 y toda la mañana siguiente. Es una falta de respeto y de empatía. El reclamo de esta madre coincide con lo que perciben desde el Refugio de Animales San Roque, donde asisten de manera voluntaria a más de 150 mascotas. La noche de Navidad fue un desastre. Desde las 9 de la noche no paraban en los barrios y hasta de madrugada seguían tirando en el centro, señalaron. "Tuvimos que recorrer con la policía Días antes de las fiestas, la comuna junto a voluntarios del refugio realizaron campañas de concientización. Algunos comerciantes respetaron la ordenanza, otros siguieron vendiendo escondido y tuvimos que recorrer con la policía, indicó Duarte. Si bien reconocen que se trata de una cuestión cultural que requiere educación e insistencia, confían en que para Año Nuevo se logre mayor conciencia. Si entrando a 2026 lo siguen haciendo, ya no es falta de información, es falta de empatía, concluyeron. Finalmente, recomendaron extremar cuidados con mascotas y niños con patologías. Pedimos que las familias tomen precauciones para la noche del 31, porque sabemos que puede volver a ser una noche muy difícil, lamentaron.
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