27/12/2025 22:11
27/12/2025 22:11
27/12/2025 22:11
27/12/2025 22:11
27/12/2025 22:06
27/12/2025 22:05
27/12/2025 22:02
27/12/2025 22:02
27/12/2025 22:02
27/12/2025 22:01
» Eltucumano
Fecha: 27/12/2025 15:18
Anunciaron a los ganadores de un importante premio de poesía joven en Tucumán Se trata de la segunda edición del Premio Aguacero de Poesía Joven organizado por una editorial local junto a la Fundación para el Arte Contemporáneo de Tucumán (FACT). Mirá quiénes fueron los seleccionados y conocé sus poemas. Gabina Luz Bianchi, la joven poeta rosarina que obtuvo el primer lugar. El II Premio Aguacero de Poesía Joven, correspondiente a su edición 2025, ya tiene a sus poetas consagrados. El jurado, integrado por los artistas tucumanos Mariano Martínez, Sofía de la Vega y Juan Lix Klett, se reunió días atrás para deliberar sobre los 429 manuscritos recibidos, provenientes de 21 provincias argentinas, cifra que confirma el alcance federal de la convocatoria y la vitalidad de la poesía joven contemporánea. Los libros premiados serán editados por la editorial local Aguacero Ediciones durante el año 2026. El Primer Premio fue otorgado a Azúcar sintáctico, de Gabina Luz Bianchi (Rosario, 1994), poeta y Licenciada en Ciencias de la Computación por la UNR. El jurado destacó la originalidad y solidez de una propuesta formalmente innovadora, que trabaja la noción de realidades simuladas como condición de la experiencia contemporánea, articulando pensamiento abstracto y experiencia cotidiana en una escritura exigente y sensible. El Segundo Premio fue concedido a Carne para la luz, de Maximiliano Buss Kopp (Pedro Luro, provincia de Buenos Aires, 1994). Se valoró especialmente la claridad del desarrollo y la consistencia de una reflexión poética centrada en el trabajo como forma de sacrificio y en el desgaste del cuerpo en la tarea, sostenida por una voz firme y concentrada. Durante una década Maximiliano escribió crónicas, perfiles y relatos para diarios del país y del extranjero. Publicó Poemas para mi sombra (Trafkintu, 2023), Los limones no existen (Caburé, 2024) y Un rosario de ganglios (Halley, 2025). En 2025 ganó la competencia internacional de poesía de la Catedral de Manchester. Asimismo, el jurado decidió otorgar una Mención Especial a Serigrafías, de Francisco Rapalo (San Guillermo, Santa Fe, 1993), un libro de poesía biográfica y coral que reescribe la figura de Andy Warhol, poniendo en tensión identidad, deseo, exposición y memoria en el marco de una cultura atravesada por la imagen y el mercado. Francisco es corrector de textos y editor independiente. Colaboró con narrativa y ensayo en diferentes medios digitales como Nadie es Cool y Luvina (revista literaria de la Universidad de Guadalajara). Mereció el I Premio del Concurso de novela corta La Galera y obtuvo el Tercer Lugar en el VI Mundial de Escritura. Publicó Calavera, luz y pasto: en la voz de Marilyn Monroe (Mascarón de Proa, 2022). Realizó la Diplomatura en Escritura Creativa de la UNTREF y dicta talleres literarios. Así escriben los poetas seleccionados Poemas de Azúcar sintáctico (Gabina Luz Bianchi) Meta Hay una foto mía en un congreso en que estoy fingiendo creer en la Academia. Entonces puse gesto elegante y la nariz se me respingó a la altura del prestigio. Pero en realidad estaba pensando en que «meta», que según Wikipedia, en griego, significa «más allá», es mi prefijo favorito. Y que cuando agrego «meta» a algún concepto siento que llamo al ascensor de la abstracción, me lo tomo y me quedo mirando al concepto desde arriba. Y que hasta ahora, mi mayor aspiración es tener una metaidea para divertirme mucho subiendo y bajando los pisos de la abstracción cuando yo quiera. Y que si alguna vez la tengo y me aburro de recorrerlos sola, entonces voy a buscar a un pibe para que me acompañe. Y en secreto le voy a decir: metapibe. Y después de jugar muchísimo voy a pedirle que se quede un ratito en planta baja, ahí donde el metapibe es concretamente lindo, que se quede ahí un ratito, así yo subo y él me tantea la belleza desde abajo. Conversación en la vereda Norma y Silvia, simulación 64 - Ya van dos sábados seguidos que se me quema la prepizza en el horno. Dos veces la misma historia. Precaliento el horno, pongo la prepizza y voy a ver las noticias con José. Al ratito ya se siente el olor a quemado, y cuando voy, la prepizza pasó a postpizza y está totalmente quemada. Entonces pienso, Silvia, que el problema no soy yo ni José ni las noticias ni mi epitelio olfatorio sino que el olor a quemado llega por definición tarde. Que sería más espabilado el universo si el olor no emergiera de lo ya quemado, sino de lo que está por quemarse. Que si lo pensás mucho estamos todos por rostizarnos sin que nadie se de cuenta hasta que ya estemos, dicho y hecho, carbonizados. La Catedral de Notre-Dame, la fábrica textil de camisas Triangle Waist Co, Chicago, Londres, Constantinopla, Roma, la Biblioteca de Alejandría, todos ellos podrían haber zafado de habernos tocado una realidad un poco más avispada. - Ay Norma. Dicen que la asignación de simulación de realidad es arbitraria pero bien que a las viejas nos mandaron a todas a esta. Que ya es sabido y resabido y demostrado que está muy anidada en lo que es simulación de realidad, y por eso debe ser lo del olor a quemado. Llega como una alerta rendida. Qué te juego que en la realidad (pero no en la simulada, la que está por afuera) el olor llega en el momento bien, no como acá que anda todo retardado. Encima en las noticias dicen que es por vagancia universal pero yo sé que no, mirá si va a ser eso, es que nos mandaron a una simulación en la loma de la realidad. Pasaporte son las diez de la mañana desde lejos un desconocido me hace el gesto más largo del mundo como inventando el principio de una categoría facial miro a la gente y al guión mudo de la escena es hermoso me gustan las salas de espera esperar de a muchos planificadamente el embotellamiento humano de juntarnos a esperar me gusta los trámites lentísimos de colas llenas de gente colas que no avanzan nunca pero avanzan bueno me gustan porque pienso en la velocidad de la luz y abrazo la cámara lenta de la humanidad hoy el señor que atiende tiene pinta de tano malo debe ser tano de verdad un poco mal nos mira me parece como sintiéndose invadido me gusta ser rosarina, a usted? le digo a la señora de al lado que me cuenta una historia familiar una historia trabadísima de ciudadanías trabadísimas que iniciaron días trabadísimos como hoy hace mucho que son las diez de la mañana y yo con cada embotellamiento pienso en Von Neumann que me cae bien sobretodo porque gracias a él tenemos compus pero sobretodo porque en la conferencia de Prusia tras la demostración de un teorema fundamental tras la demostración del teorema de incompletitud Von Neumann dijo quizás en húngaro quizás en alemán "se acabó" como resumiendo como traduciendo al lenguaje de la historia lo que terminaba de pasar y ese fue el fin de una búsqueda el fin de una época que buscó, esperó y encontró lo peor y el mundo todavía funciona así somos una época que va a terminar en el momento justo en que una boca algún idioma vuelva a decir "se acabó" por eso tano tanito los pasaportes sobran: somos todos ciudadanos de la espera el desconocido del gesto sonríe a alguien más no tengo celos tengo un mensaje de Sofi qué hacés pupi me pregunta y le digo nada acá tranqui investigando cómo esperan los demás Carne para la luz (Maximiliano Buss Kopp) Noli me vocare No me llames: todavía no salí del nombre. Viene conmigo el turno que te escondí y todo lo que hice cuando no sabía. Vi a la Virgen del Faro torcer el pelo con algas rotas. Dijo: No pronuncies lo que no puedas cargar. Yo bajé la vista. Libro de guardia I Día mil cuatrocientos y algo. El mar se ha ido. No alumbra la luz: escarba. Hoy vi un ángel sin alas subir el acantilado, escupir un caracol y desvanecerse en mi parpadeo. Lo anoté a las 04:17, con la bruma metida en la manga. Se me volcó la tinta y faltan dos renglones. Igual dejé constancia en el libro. Como si alguien fuera a leer. Serigrafías (Francisco Rapalo) La vendedora de flores Llegaba mi madre con su bolsa de flores [$0.25 el buqué] Parecía un oso con el abrigo de piel de conejo. Mientras deshacía la nieve en la bacha mis hermanos le daban conversación. Oíamos el fogonazo contra la sartén el crujido al abrir la lata [$0.10 por tres platos de sopa Campbell] Mi madre bailaba al cocinar como olvidando su cuerpo de osa. Comíamos y escuchábamos las historias de mi madre. Su acento sonaba en los huesos era geografía eslava, derrumbe y prescripción. Nos contaba su tarde, las hermosas señoras que había conocido. Reía al decir que sus flores se veían eternas en manos de mujeres con guantes largos de terciopelo.
Ver noticia original