27/12/2025 19:21
27/12/2025 19:19
27/12/2025 19:18
27/12/2025 19:16
27/12/2025 19:16
27/12/2025 19:16
27/12/2025 19:15
27/12/2025 19:15
27/12/2025 19:14
27/12/2025 19:13
» El Sol
Fecha: 27/12/2025 15:18
El Presupuesto 2026 quedó convertido en ley y se transformó en el principal cierre político y económico del año. El texto aprobado por el Congreso fija las pautas fiscales, financieras y presupuestarias para el próximo ejercicio, con un articulado que va más allá del cálculo de gastos y recursos y define lineamientos estructurales de la política económica. El eje central del proyecto es el equilibrio fiscal. El oficialismo ratificó que no habrá déficit y que el resultado financiero estará alineado con la estrategia de ordenamiento macroeconómico que impulsa el Ejecutivo desde el inicio de la gestión. Durante el debate legislativo, el Gobierno remarcó que el texto no sufrió modificaciones y que se mantuvo intacto respecto de lo aprobado en Diputados. En materia de proyecciones económicas, el Presupuesto prevé un crecimiento del Producto Bruto Interno del 5% para 2026. Además, estima una inflación anual del 10,1% y un tipo de cambio que cerraría el año en $1.423, por debajo de la cotización mayorista actual, según los datos oficiales incluidos en el mensaje presupuestario. Uno de los artículos más relevantes es el que habilita al Poder Ejecutivo a administrar la deuda pública. La norma autoriza al Ministerio de Economía a realizar canjes y reestructuraciones con el objetivo de mejorar el perfil de vencimientos, sin incrementar el stock total de deuda. Este punto fue cuestionado por la oposición, aunque el oficialismo defendió su inclusión como una práctica habitual en presupuestos anteriores. El texto también contempla la posibilidad de reasignar partidas dentro de límites establecidos. Desde el Gobierno aclararon que estas facultades no implican un aumento del gasto total, sino una redistribución interna de recursos para atender contingencias, manteniendo cerrado el nivel global del gasto público. En cuanto a subsidios, el Presupuesto 2026 profundiza la reducción de la asistencia económica en energía y transporte, con un esquema de focalización orientado a los sectores de menores ingresos. Las transferencias a provincias, en tanto, se ajustan a los mecanismos automáticos vigentes y no incluyen incrementos discrecionales, un punto que generó críticas de legisladores provinciales. El gasto social y previsional está contemplado dentro del marco fiscal establecido. El Gobierno sostuvo que las jubilaciones y pensiones se actualizarán de acuerdo con la fórmula de movilidad vigente y que los programas sociales se mantendrán dentro de las reglas presupuestarias definidas para el próximo año. En el plano tributario, el Presupuesto no incorpora nuevos impuestos ni aumentos de alícuotas. El oficialismo señaló que la estrategia apunta a consolidar la estabilidad impositiva, mientras que en paralelo el Congreso avanzó con el tratamiento de la ley de inocencia fiscal, debatida por fuera del articulado presupuestario. Durante el tratamiento en el Senado, la oposición intentó modificar artículos vinculados a facultades delegadas y pisos mínimos de financiamiento para áreas sensibles como Educación, Ciencia y Defensa, sin éxito. Finalmente, el Gobierno defendió el texto sin concesiones y destacó que la previsibilidad presupuestaria es clave para consolidar el programa económico en 2026.
Ver noticia original