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» El Liberal
Fecha: 27/12/2025 15:04
Maximiliano Anríquez vive momentos increíbles en España, país en el que se desempeña como kinesiólogo de reconocidos jugadores de fútbol. "Maxi", nacido en La Banda, es licenciado en Kinesiología y Fisioterapia. Antes de emigrar hacia la península ibérica, en Argentina integró el Departamento Médico de Boca. Formado profesionalmente en Córdoba, Anríquez vive hoy un sueño dorado después de haber recorrido un largo camino. Así como también desempeñó sus funciones en Atenas (Córdoba), Olímpico (La Banda) e Independiente y Quimsa. También te puede interesar: En una entrevista con EL LIBERAL, "Maxi" habló sobre su presente. -¿En qué momento de tu vida, y por qué, decidiste radicarte en España? -Ya llevaba casi cinco años y medio en Buenos Aires, una ciudad que me encantó vivir y sumado a que en el club en el que trabajaba (Boca Juniors) estaba muy feliz, pero sentía que tenía que seguir mi camino porque quería seguir creciendo como profesional. Sentí que estaba en un momento de mi vida en el que en Argentina ya había logrado cosas hermosas e importantes como estar en la Liga Nacional de Básquet por muchas temporadas, trabajar con jugadores de la Selección Argentina mayor de básquet, ser parte de un club de primera división del fútbol argentino como Boca, pero también sentía que necesitaba un cambio tanto en lo profesional como en lo personal. Mi familia no estaba pasando un buen pasar económico y creí que venirme a España era la mejor forma de poder tener ese cambio de aire y de alguna manera tratar de ayudar a mi familia en Argentina. Tenía ese apoyo de amigos en Buenos Aires que me decían: "Andá, vos podés". Entonces me animé y emprendí viaje a España, me instalé el primer año en Madrid (2023) y el segundo año viví en Barcelona (2024) hasta que en diciembre del 2024 me mudé a Madrid para ya instalarme en la ciudad. - ¿En qué lugar y con qué figuras del deporte estás trabajando? -En Buenos Aires tuve la suerte de trabajar con muchos deportistas de élite así también como famosos como Ingrid Grudke, Martín Bossi, entre otros y una vez viviendo ya en Madrid tuve el privilegio de recibir el llamado de Héctor González, ex "fisio" de Racing, que vive en Valencia, para consultarme si podía viajar a Rusia para tratar a un jugador argentino. Mi respuesta fue clara: estoy libre cuando viajo. Se me pasaron muchas cosas por la cabeza, sobre todo el miedo de conocer un país que solo lo conocía por nombre y fotos y que jamás creí que iba a conocer, dudas de cómo tenía que llegar a destino, cómo me recibirían en Rusia, si me iba a sentir cómodo, pero si de algo no tenía dudas era de lo que sabía hacer y de lo que era capaz. Desde ese momento hasta la actualidad que formé una amistad sana, profesional y valiosa con el jugador que fui a rehabilitar, Benjamín Garré. Llegar y sentirme muy bien recibido por él y su familia y la confianza que me brindaron para poder trabajar tranquilo fue increíble. -Además de Garré estás con el chileno Thomás Galdames. ¿Cómo llegas a él? -Con Garré empezó este camino y a medida que me iba afianzando en Madrid empecé a trabajar con pacientes acá y diferentes deportistas. Viajaba a Rusia a trabajar con "Benja" y por él también pude trabajar con un jugador de la Selección de Chile, Thomas Galdames, un muy buen profesional. También compartimos momentos con Fernando Constanza, de Brasil, y con Franco Orozco, argentino que estaba en Rusia. Viajaba a Italia a trabajar con otro jugador de nombre Santiago de Sagastizabal , un juvenil del Real Madrid, Isi Angulo. -Entre tus pacientes están Ailén Bechara, el tenista Delbonis y Thiago Almada. -También tuve la oportunidad de trabajar con Ailén Bechara (modelo), con Federico Delbonis tenista y campeón de la copa Davis 2016. Actualmente, con Thiago Almada que está jugando en el Atlético de Madrid. Lo de Almada fue otro sueño cumplido, tener a un campeón del mundo cerca y poder mostrarle mi trabajo y ver reflejado mis ideas y mis objetivos en él, la verdad que nunca lo esperé y se cumplió, sobre todo la confianza y la amistad que me brindaron él y su familia es impagable. - ¿Hay una mayor exigencia en lo profesional? -Creo que el profesional argentino, por lo menos hablando en la rama de la salud, está muy bien visto. Después, si hablamos de exigencias, creo que es muy personal, constantemente estamos transitando exigencias para poder crecer y avanzar en esta profesión. Personalmente soy muy exigente conmigo mismo y eso hace que no me quede quieto y siempre esté buscando más. - ¿Cómo evocas tu paso como kinesiólogo por Boca? -Mi paso por Boca fue un antes y un después. Lo hablé mucho con Adriana, mi psicóloga. Es Boca y vivir todos los días ahí adentro me hizo ver que podía ser capaz de dar un gran paso. Si me lo proponía podía ser capaz de mucho más, siempre manejándome con educación y respeto como me enseñaron mis padres, pero fue un buen puntapié para darme cuenta que, si bien no me conocía nadie, mi apellido no era conocido, pero tenía algo que lo iba a defender a muerte que era mi título universitario. Mi paso por Boca Juniors además de ser fanático de esos colores fue un sueño que jamás pensé que me iba a tocar. - ¿Cómo defines al momento que estás viviendo en España? Justo es un momento donde las fechas no ayudan mucho. Las fiestas son una fecha que me gustaría poder estar con los míos, mis amigos, mi familia, pero estoy pasando un momento muy lindo en lo profesional, cumpliendo sueños. Yo soy de La Banda y mi familia es una familia humilde con mucho amor, que sabe lo que es salir todos los días a pelearla, donde nos inculcaron el estudio y la educación a mí y a mi hermano siempre, pero en este momento el crecimiento profesional debo decir que es muy bueno, y en lo personal también es un momento muy hermoso porque siento que vivo todos los días cosas increíbles que me hacen crecer, me hacen fuerte y siempre con los pies en la tierra sabiendo de donde eh salido. - Maximiliano, ¿qué hace un kinesiólogo en un equipo de fútbol? Las tareas de un kinesiólogo en un equipo son muy importantes al igual que la de todos los integrantes de un equipo, sea el deporte que sea. Gracias a muchos que alzaron la voz hoy el rol del kinesiólogo es más prestigioso que antes. Básicamente nos encargamos de las evaluaciones kinésicas, en el tratamiento y el cuidado diario del jugador tanto lesionado como del jugador que está sano, Básicamente es ese el rol de un kinesiólogo dentro de un equipo. - Anríquez, ¿cuáles son las lesiones más comunes? Las lesiones más comunes son esguinces de tobillo, rupturas fibrilares, contusiones, son muchas a las que el jugador está expuesto a sufrirlas debido a las exigencias del deporte, la forma de prevenir es tener un entrenamiento continuo, conocimiento sobre nuestro cuerpo, buena alimentación, el descanso necesario y saber escuchar a nuestro cuerpo respetando tiempos y el dolor. - ¿Qué ejercicios específicos recomiendas para fortalecer las zonas de riesgo? Hay muchos ejercicios que son recomendables, pero fundamentalmente entender porque los haces, conocimiento que objetivo realizar los ejercicios y conque fin. No sirve de nada hacer por hacer. Es lo fundamental. - "Maxi", ¿qué importancia tiene el calentamiento y el enfriamiento para prevenir lesiones? El calentamiento importa porque prepara al músculo y al tendón, sube la temperatura, mejora la elasticidad y baja el riesgo de desgarros. El tejido caliente cede, el frío se defiende rompiéndose. Despierta al sistema nervioso. Mejora coordinación, tiempo de reacción y control. Un músculo fuerte pero mal activado provoca lesiones. Lubrica las articulaciones. Más líquido sinovial, menos fricción. Reduce lesiones por mala técnica. Cuando el cuerpo está preparado, se mueve mejor. Cuando no, compensa. Y compensar es el primer paso al consultorio. El enfriamiento importa porque facilita la recuperación, ayuda a normalizar pulsaciones y respiración. Pasar de 180 a cero de golpe no es valentía, es torpeza fisiológica. Disminuye rigidez y sobrecargas. Favorece el retorno venoso y reduce la sensación de "piernas duras" al día siguiente. Ayuda al tejido a adaptarse. Estiramientos suaves y movilidad permiten que el músculo vuelva a su longitud funcional sin quedar en modo defensa. Ordena al sistema nervioso. Baja el estrés post-esfuerzo.
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