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» Agencia Nova
Fecha: 27/12/2025 15:02
Sagaz como siempre. Intrépido e inquisidor. Adjetivos que sólo califican a Martín Vestiga, un asiduo colaborador de NOVA que vive trabajando y que, en sus ratos libres, investiga como pocos. Dos por tres se encuentra con Enzo Brado, un colega de dudosa reputación, quien recibe dinero en sobres a cuatro manos, pero que le pasa jugosa información. El respetado periodista Martín Vestiga y el operador controversial Enzo Brado se cruzaron en las últimas horas en la ciudad de Formosa, en un encuentro casual que derivó en una charla cargada de murmullos y preocupaciones sobre el estado del sistema sanitario provincial. Según trascendió, Enzo Brado aprovechó la ocasión para comentarle a Martín Vestiga una serie de versiones que circulan con fuerza en los pasillos del Hospital Central. Siempre de acuerdo a lo que chusmeó Enzo Brado, un integrante del staff médico del área de cuidados intensivos del Hospital Central, de apellido Antúnez, estaría sacando insumos de uso hospitalario con destino a un prestador privado, una empresa de emergencias ubicada en la intersección de Rivadavia y Maipú, en la capital formoseña. Las versiones hablan de maniobras irregulares que, de comprobarse, dejarían al descubierto la existencia de vivos y pillos dentro de la salud pública local. El comentario no pasó inadvertido para Martín Vestiga, quien tomó nota del trasfondo político y social del asunto, en un contexto de fuerte crisis en lo que el propio gobernador Gildo Insfrán suele definir como "a mejor salud pública del país". La realidad que describen trabajadores y pacientes parece ir en otra dirección: faltan recursos humanos con formación sólida, escasean insumos básicos y se multiplican las quejas en los hospitales públicos. La situación se agrava si se tiene en cuenta que al Hospital Central concurren diariamente cerca de 3000 pacientes, muchos de ellos provenientes del interior provincial, que asisten a consultas médicas tanto en el turno mañana como en el turno tarde. En ese marco, cualquier sospecha sobre desvío de insumos no solo genera indignación, sino que expone con crudeza las debilidades de un sistema que atiende a miles de formoseños por día y que hoy parece crujir por todos lados. ¡Ratas! ¡Ratas! ¡Son todos unas ratas!
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