Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Año nuevo, vida nueva

    » El Litoral

    Fecha: 27/12/2025 11:37

    Enunciada así la oración, pareciera que la segunda parte es consecuencia lógica de la primera. Si hablo de "vida nueva" tengo una cierta ilusión de que sea mejor; algo que se insinúa que está implícito porque siempre nos parece que lo nuevo es mejor o tendría que serlo. Esto me suena a lo repetido de que "hay que cambiar", que es cierto: es algo que sucede a diario porque somos seres evolutivos. No nos repetimos, no somos los mismos "de ayer" ni "de mañana". Y aquí sucede lo mismo que en la anterior afirmación, ya que muchas veces pensamos y decimos que "todo cambio es para bien", pero ya lo hemos experimentado, no es así. Hay mucha gente que pasó su situación de "buena" a "mala", empeoró. Esta es una experiencia puede darse en lo personal o en lo social, o bien en lo grupal. Los clubes de los tradicionales equipos de fútbol de la ciudad de Santa Fe han llamado a elecciones y han cambiado la Comisión Directiva, y ambas hinchadas piensan que las cosas van a ir mejor porque hay algunos atisbos que prometen eso hacia el futuro. Y a partir de este ejemplo concreto paso a desarrollar el tema. Lo "nuevo" todavía no existe, está por llegar. Ahora bien ¿es algo ya definido, ya estructurado, inamovible, o tiene ciertas posibilidades de cambio? Nosotros nos consideramos personas pensantes, el "cambio" es maleable, no fijo y definitivo. Nosotros, además de seres pensantes somos seres libres para elegir aunque haya andariveles a nuestro recorrido. Porque toda propuesta o imposición puede ser aceptada o rechazada o charlada para llegar a una unidad de criterios. No estoy descubriendo la pólvora, sé que esto es más difícil de lo que pensamos, pero no es un imposible. Por eso, la propuesta es que al futuro, al porvenir, lo pensemos entre todos para hacerlo en forma conjunta y solidaria. El enfrentamiento, el choque no es lo normal; lo normal es el diálogo, el ponerse de acuerdo. Nadie es dueño de la verdad, la verdad es una construcción consensuada. Lo que nos juega en contra es nuestro orgullo de creer que lo sabemos todo y los únicos que podemos realizar lo pensado en común acuerdo. Y entonces entra a jugar la competencia de la cual es difícil salir. Hay que ser amplios, generosos y con una dosis elevada de humildad. De no ser así vamos a gastar el año nuevo en discusiones inútiles que no sólo no nos van a dejar progresar sino que nos van a hacer retroceder porque el que se detiene, retrocede. Estamos al final de diciembre, ya casi en enero. Y en los brindis nos deseamos "que tengas un feliz año". Y al desearlo "feliz", estamos deseando de que el año sea mejor. Esto se da en lo personal. Pero ¿y en lo social? Ahí está la cuestión. Si no se da un "bienestar" para el grupo en su conjunto, es muy difícil que se dé en lo personal, no es lo corriente ni lo mejor. Hay una frase que se repite con asiduidad y ud posiblemente ya la ha oído y es aquella que dice "o nos salvamos todos o no se salva nadie". Se me presenta el hundimiento del "Titanic", se hundió el barco y se salvaron muy poquitos. Lo mismo sucedió con el "Belgrano" que los ingleses nos hundieron en Malvinas. Y entonces abro el espectro a algo mucho mayor, nuestro país. Todos sabemos lo mal que estamos y lo sabemos porque lo sufrimos en carne propia o ajena. Hay hambre, hay desocupación, hay abandono de los viejos, de los niños con hambre y de los que se mueren y no dejan los cadáveres en las calles para que los vea el presidente, no hay atención adecuada de los enfermos y desvalidos. No hay producción, no hay obras públicas, no se puede exportar lo que se produce, aumentan los impuestos y servicios, pero no los salarios. Estamos vendiendo el territorio nacional a futuros colonos extranjeros. Estamos entregando nuestros recursos naturales a sociedades que compran barato sin contarnos sobre el compromiso adquirido y que contaminarán nuestras tierras y nuestras aguas. Y corto aquí y me vuelvo a preguntar: ¿Qué futuro nos espera? ¿Qué vida nueva tendremos que vivir? ¿Tenemos ganas de hacer algo para que esto no siga sucediendo? ¿O la parálisis sin retorno ya comenzó a invadirnos? No quiero ser pesimista, no crean que desayuno con vinagre. No, me corroe la duda, me corroe el futuro incierto que nace en este presente de sufrimientos. Pero hay una luz en el camino. Hay nuevos grupos de varones y de mujeres, mayores y jóvenes que están pensando y trabajando para que lo mejor se dé. Por eso tenemos que alentarlos y acompañarlos. "O nos salvamos todo o no se salva nadie". Y al decir esto, viene a mi mente el lugar que ocupa nuestra querida Argentina en el concierto mundial de naciones. Y es porque somos aliados, o más bien súbditos, de gobernantes guerreros. La guerra nuclear mundial está más cerca que lejos. Nos hemos enredado en problemas que nos son ajenos y no son de nuestra incumbencia. Allí estamos parados, con el peligro cercano de que tengamos que participar militarmente. Mientras en año nuevo estemos levantando nuestras copas brindando por un año mejor, en algunos países, estarán cayendo bombas de destrucción y muerte. Asumamos un estado crítico, no de vencidos sino de vencedores y afrontemos la realidad que se avecina con coraje y amor hacia todos. Que Dios nos ilumine y nos dé fuerza y valor.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por