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» Data Chaco
Fecha: 27/12/2025 10:46
Secarse las manos con secadores de aire en baños públicos parece una opción higiénica y moderna. Sin embargo, detrás de esta costumbre hay un detalle peligroso: estos dispositivos pueden funcionar como auténticos difusores de aerosoles fecales y microorganismos presentes en el ambiente, incluso cuando las manos están recién lavadas. La bióloga y divulgadora científica conocida como Célula Bio (@celula.bio) explicó que estos equipos no solo no "limpian", sino que pueden recontaminar la piel. ¿El motivo? Muchas personas se lavan mal las manos. Cuando el secador se activa, el aire arrastra aerosoles fecales, bacterias y virus suspendidos en el baño y los deposita sobre la piel de quien intenta terminar correctamente su higiene. Entre los microorganismos que suelen detectarse en estudios sobre secadores de aire aparecen Escherichia coli y Staphylococcus aureus. En la mayoría de los casos no generan problemas, pero pueden causar infecciones si toman contacto con heridas, mucosas o personas con defensas bajas. Diversas investigaciones coinciden: las manos secadas con aire tienen mayor carga microbiana que las que se secan con toallas de papel. El argumento ecológico y económico suele impulsar su instalación. Pero, en términos de higiene, no son la mejor elección. La especialista recomienda priorizar el uso de papel descartable, que además de secar elimina por fricción restos de microorganismos. En entornos donde la higiene es crítica como hospitales, centros de salud, o áreas de alto tránsito, esta alternativa sigue siendo la preferida. Otra opción posible es llevar una pequeña toalla personal limpia, aunque no siempre resulta práctica en la vida cotidiana.
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