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» Jornadaonline
Fecha: 27/12/2025 00:10
Padre Marcelo De Benedectis: "La Navidad también es salir al encuentro y devolver dignidad" El vocero del Arzobispado de Mendoza llamó a vivir la Navidad como un gesto de encuentro, dignidad y esperanza para quienes están solos En la previa de la Navidad, el sacerdote Marcelo De Benedectis, vocero del Arzobispado de Mendoza, volvió a poner el foco en una idea que atraviesa su trabajo pastoral desde hace años: la Navidad no se reduce a la mesa servida ni al brindis, sino que es, sobre todo, una oportunidad para cuidar el alma, recuperar vínculos y salir al encuentro de quienes están solos. En diálogo con Radio Jornada (91.9), el sacerdote habló de la cena solidaria que este martes por la noche se realizará en la parroquia Santiago Apóstol y San Nicolás, en plena peatonal mendocina, organizada junto a la Fundación Puente Vincular. El encuentro está destinado a personas en situación de calle o que atraviesan la Navidad en soledad, y se espera la asistencia de unas 500 personas. Navidad para reecontrarse con lo esencial "Problemas no faltan, dolores tampoco, pero qué bien que nos viene la Navidad para recuperar vínculos y el cuidado del alma", resumió De Benedectis. Para el sacerdote, la fecha invita a reencontrarse con lo esencial y a dejar tres palabras grabadas "en el corazón de todos los mendocinos": alegría, esperanza y paz. En ese sentido, remarcó que la solidaridad no se agota en la comida. "A veces creemos que con una sidra y un pan dulce alcanza, y no es así. Tanto la persona en situación de calle como quien está solo necesita algo más: un abrazo, alguien que le diga feliz Navidad, que lo reconozca como persona", explicó. La cena y lo que se ve de verdad De Benedectis tiene experiencia en este tipo de encuentros. El último, realizado días atrás, reunió a más de 400 personas. "En esos ojos veo asombro, gratitud, ganas de compartir, pero también veo violencia. Es la realidad que tenemos", contó, al relatar un episodio ocurrido mientras terminaba una misa, cuando dos mujeres se trenzaron a golpes en la puerta del templo. Lejos de idealizar la escena, el sacerdote fue directo: "Es el mundo en el que nació Jesús. No nació en un mundo en paz, sino en este. Y aun así, viene a traer esperanza y dignidad". Para él, esos contrastes refuerzan la necesidad de "remangarse y seguir trabajando" como sociedad. Cuidar el corazón ante la violencia Consultado sobre los episodios de violencia que atraviesan distintos ámbitos, De Benedectis recordó una definición del pedagogo Alejandro Castro Santander: "Cuando hay violencia, hay un corazón descuidado". Desde esa mirada, insistió en la importancia de fortalecer la familia, los vínculos sanos y el reconocimiento del otro. "Cada persona es un misterio sagrado: frágil, pero llena de dignidad", afirmó. Y puso como ejemplo una escena cotidiana: una mujer mayor que pidió comida en la calle y agradeció más un pequeño bombón que el sándwich que necesitaba. "Ese gesto era afecto, no obligación. Eso es lo que muchas veces falta", reflexionó. Nadie sobra en la mesa En la recta final de la charla, el sacerdote citó una frase que suele repetir: "Nadie es tan rico que no necesite recibir algo, ni tan pobre que no tenga algo para dar". Y sumó una reflexión que atribuyó al papa Francisco: "La Iglesia no tiene enemigos, solo hombres y mujeres para amar". "Eso vale también para la familia -dijo-. No hay tiempo para pelear. Es tiempo de sentarnos a la mesa, compartir, abrazarnos, incluso con el cuñado o la suegra con la que no nos hablamos". Con el cuerpo cansado pero "el corazón grande", tras recorrer pabellones carcelarios y bendecir a personas privadas de la libertad, De Benedectis cerró con una bendición y un deseo simple: que esta Navidad nadie se quede sin una mesa, sin un abrazo y sin alguien que lo mire a los ojos.
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