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» Diario Norte
Fecha: 26/12/2025 15:13
Se trata de una historia que por dos decadas se intento clausurar con un sello: "suicidio". La muerte del soldado chaqueno Mauro Ramirez, ocurrida en junio de 2003 dentro de la Base de Apoyo Logistico del Ejercito en Apostoles, Misiones, vuelve a investigarse por orden de la Camara Federal de Casacion Penal. La reapertura llega despues de 21 anos de negativas, archivos, puertas cerradas y una sola constante: la tenacidad de su madre, Susana Pinto. "No me cerraba ", repite Susana cuando recuerda aquel llamado que partio su vida. Dias antes, dice, la familia habia estado reunida planificando el casamiento de Mauro con su novia de anos. El estaba de buen animo, con proyectos y sin senales que justificaran la hipotesis que rapidamente instalaron mandos militares y tribunal local: que se habia quitado la vida con un FAL durante una guardia. El guion oficial corrio rapido. A Susana la hicieron firmar un reconocimiento en una comisaria, la demoraron horas sin informacion clara y le impidieron ver el cuerpo. El velorio se realizo en Barranqueras sin companeros de regimiento presentes, y el sepelio avanzo pese a irregularidades documentales. "Se buscaba cerrar todo muy rapido ", recuerda. Lo que siguio fue el peregrinar: denuncias ante la Comision de Derechos Humanos del Chaco, la discusion por la competencia federal (finalmente, Posadas), exhumaciones con resultados inquietantes y un expediente que, cada tanto, volvia al archivo. En la reconstruccion judicial, una pieza comenzo a resquebrajar la version de suicidio. El perito criminalista Enrique Pruegger referente en el caso Carrasco determino que el disparo que mato a Mauro ingreso de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, a unos 25 cm del cuerpo, una mecanica incompatible con un autodisparo con fusil FAL en posicion de guardia. El peritaje quedo incorporado a la causa y, anos despues, peso en la decision de Casacion. Otra evidencia se sumo con fuerza: un estudio grafologico de la Policia Federal sobre una carta escrita por Mauro esa misma tarde. La pericia lo describe sin indicadores de ideacion suicida y "en su mejor momento vital", segun el lenguaje tecnico. Para Susana, era una confirmacion intima de lo que venia diciendo desde el primer dia. Entre 2008 y 2015, el expediente oscilo entre archivos y escasos movimientos. Ese ano, Susana golpeo la puerta de la Procuraduria General de la Nacion: pidio reencuadrar el caso como violencia institucional. La procuradora firmo una resolucion el 26 de junio de 2015, y en marzo de 2016 la causa se reabrio formalmente. La Defensoria Federal designo al abogado Gabriel Dario Jarque, con quien Susana armo, testimonio a testimonio, un rompecabezas que incluyo entrevistas a exsoldados, militares retirados y testigos que se animaron a hablar pese a amenazas y seguimientos. Susana describe escenas de presion que hielan: testigos que se bajan a ultimo momento porque "las fuerzas federales son intocables"; familias hostigadas; un traslado relampago de Mauro al Chaco dias antes de su muerte, que ella hoy lee como una despedida forzada. Tambien cuenta que quienes condujeron el Regimiento de Infanteria Monte 30 permanecieron a resguardo, con carreras ascendentes. Exige que se cite a declarar a la cadena de mando, no solo a dos oficiales. La Camara de Casacion ordeno revisar la instruccion con una mirada interdisciplinaria, no limitada a lo balistico. Es un punto clave: durante anos, los tribunales de Misiones se concentraron en aspectos tecnicos aislados y omitieron explorar responsabilidades institucionales, contextos de violencia y encubrimiento. Ahora, el expediente regresa al juzgado de origen con lineamientos precisos. El caso Ramirez, ademas, vuelve a poner bajo la lupa practicas que Argentina creia superadas desde el quiebre que significo el caso Carrasco: maltratos, arbitrariedades, silencios corporativos. No es un juicio sobre las Fuerzas Armadas en su conjunto; si un llamado a investigar sin intocables cuando una muerte ocurre bajo custodia del Estado. En medio de ese tablero, la voz de Susana no pierde foco. Docente, madre, activista a la fuerza, fue capaz de dormir en terminales, plantarse con el uniforme de su hijo frente al Ministerio de Defensa, exigir expedientes, resistir amenazas y volver cada vez que le cerraron una puerta. Veintun anos despues, la Justicia le da la razon en algo basico: que se investigue. Lo que sigue no sera sencillo. La causa vuelve a manos del mismo juzgado y los tiempos judiciales son frios. Pero hay un movimiento irreversible: el de una madre que ya no discute rotulos, sino responsabilidades. La reapertura no es el final; es, por fin, el comienzo de una investigacion a la altura de una muerte que el Estado tiene el deber de explicar. Claves de la reapertura La Camara Federal de Casacion Penal ordeno reabrir la investigacion por la muerte de Mauro Ramirez y revisar la instruccion con enfoque interdisciplinario. Las pericias claveapuntan a la reconstruccion balistica que descarta el autodisparo y estudio grafologico que desacredita la hipotesis de suicidio. Los proximos pasos incluyen las citaciones a la cadena de mando del Regimiento de Infanteria Monte 30 y el analisis de eventuales encubrimientos, asi como medidas para proteger a los testigos.
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