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» La Nacion
Fecha: 26/12/2025 13:21
Opulencia, desempleo y jihadismo: el coctel que reactivo la ola de golpes de Estado en Africa El golpismo es el nombre del juego en Africa: desde 2020 se registraron 11 golpes de Estado exitosos, en algunos casos mas de uno en un mismo pais, y hoy funcionan siete gobiernos militares. Dada la dinamica rebelde, la lista es solo provisoria. Asi de fluida es la onda verde militar que se derrama sobre el continente africano. Madagascar, en octubre, y Guinea-Bissau, en noviembre, acaban de sumarse al club de los regimenes de facto, tras los golpes en Mali, Burkina Faso, Niger, Guinea y Sudan. A principios de diciembre casi se agrega Benin, tras un fallido golpe comandado por ocho uniformados rebeldes que se presentaron por television como el Comite Militar para la Refundacion. Aunque esta vez no prospero, el solo hecho de animarse a intentarlo da la pauta de lo corriente que se volvieron las asonadas militares. La caida en domino no trae nada bueno. Los flamantes regimenes, quizas recibidos con aplausos, agravan el caos de los pueblos a los que prometieron rescatar de la inseguridad, la corrupcion y la pobreza. Parece un viaje al pasado, cuando las juntas marcaban el paso. De los 54 paises del continente, 45 sufrieron al menos un intento de golpe desde 1950. Desde la epoca poscolonial fue frecuente la alteracion del orden democratico en el continente, pero esta nueva constelacion golpista responde a causas propias de un contexto totalmente diferente, dijo a LA NACION Omer Freixa, docente e investigador en estudios afroamericanos e historia africana de la UBA y la Untref. Varios de los golpes tienen que ver con la ineficiencia en la lucha contra el jihadismo, explico Freixa, pero otros se deben a disparadores distintos, como el caso de Gabon, donde derrocaron a una dinastia familiar que ocupaba el poder hace medio siglo. La tendencia regresiva se acelero en estos cinco anos, en algunos casos con dos golpes consecutivos, como ocurrio en Burkina Faso. En septiembre de 2022, un grupo de soldados de la unidad especializada antiterrorista Cobras derroco al presidente Paul-Henri Sandaogo Damiba, quien apenas meses antes habia llegado al poder por la misma via. Tambien hubo un doble episodio en Mali, donde los militares asumieron el control en agosto de 2020, seguido por una nueva demostracion de fuerza que encumbro al coronel luego general Assimi Goita. Goita fue designado presidente de la llamada transicion, el latiguillo predilecto de capitanes y coroneles rebeldes que avanzan sobre el palacio presidencial. La nueva situacion nos permite poner el proceso de transicion en la direccion deseada por el pueblo. Los retos son inmensos, pero las expectativas legitimas del pueblo son tambien grandes, proclamo en su discurso inaugural. Atrincherados en el poder Bajo distintos formatos institucionales, los sublevados encuentran la forma de perpetuarse en el poder. En Chad y Gabon, los golpistas completaron la supuesta transicion democratica mediante la convocatoria a elecciones, con gestos de ciudadanos respetuosos de la ley. El detalle omitido fue decisivo: no regresaron a los cuarteles, se postularon como candidatos y se aseguraron la victoria. En Gabon, el hombre fuerte del regimen, Brice Oligui Nguema, obtuvo el 90% de los votos, una cifra que roza la parodia y confirma la cancha inclinada. Los criticos ya habian advertido que la nueva Constitucion y el codigo electoral se disenaron a su medida, con el objetivo de despejarle el camino hacia el poder. La excusa fundamental en la mayoria de los casos para tomar el poder fue el tema de la seguridad. En Mali, en Burkina Faso, en Niger, en Sudan, en Chad, son golpes que se han generado en medio de escenarios de crisis politicas o de conflictos armados importantes. Pero las juntas no han logrado contener la violencia, lo que han hecho es aumentarla. Tambien habian determinado una fecha concreta para devolver el poder a los civiles, y en la mayoria de los casos no se ha cumplido, dijo a LA NACION Ivan Navarro Milian, investigador especializado en Africa de la Escola de Cultura de Pau de la Universidad Autonoma de Barcelona. Una de las novedades de esta ola golpista es la relativa popularidad de los oficiales sublevados, que en algunos casos reciben una bienvenida entusiasta en medio de estallidos callejeros que los insurrectos saben capitalizar a su favor. Las autoridades derrocadas, a menudo gobiernos personalistas o dinastias familiares, rara vez destacan por su eficiencia o por sus credenciales democraticas, y derribarlas suele requerir poco mas que un soplido fuerte. Uno de los problemas que tenemos en Africa es que los gobiernos no se hacen responsables de las necesidades de la sociedad. Se instauran en el poder y gobiernan a sus anchas, socavando al Poder Legislativo y al Poder Judicial. Si a eso le sumas la situacion economica, el alto desempleo, que entre los jovenes es generalizado, y que esos gobiernos no abandonan el poder una vez que pasaron su limite constitucional, los pueblos tratan de cambiar como sea, dijo a LA NACION Tutu Alicante, activista de Guinea Ecuatorial exiliado en Estados Unidos y director de la ONG de derechos humanos EG Justice. Con tantas deficiencias economicas e institucionales, es cuestion de que algo encienda la mecha para que los jovenes salgan a la calle. Y si en ese momento hay un militar dispuesto a dar un golpe, lo apoyan facilmente. Por que esta pasando ahora? Una cosa es cuando tienes, por ejemplo, al ocho por ciento de la poblacion sin empleo y viviendo mal. Pero a medida que eso crece es como cualquier tema fisico, llegas a que una gota de agua colme el vaso, agrego. Alicante recordo una revuelta en Mali, cuando salio en Facebook la lujosa vida de un hijo del presidente. No termino en golpe, pero atizo la rabia. Las redes sociales han jugado un papel importantisimo en ayudar a la gente a ver como vive esta gente, como vive la elite politica de nuestros paises, explico. Expulsados los civiles, lo que sigue es la luna de miel con los rebeldes, a ver que tal se comportan los nuevos. Pero asi se gesta otro golpe: el golpe de realidad. En lugares como Gabon, la gente se esta dando cuenta de que Oligui Nguema no ha cambiado mucho. No esta reconstruyendo las instituciones para garantizar la democracia, no esta invirtiendo en educacion, en salud, y la crispacion empieza otra vez a montar, senalo. Mercenarios rusos Cuando las juntas pretenden innovar, tampoco funciona. Los paises que expulsaron a las tropas francesas de sus territorios, por ejemplo, con un discurso anticolonial, cubrieron el vacio con mercenarios rusos. Pero resulta que estos mercenarios estaban mas bien para respaldar la aventura golpista. Que mas cabia esperar del infame grupo Wagner y sus sucesores? Se estan extendiendo los periodos de mandato de estas juntas militares y no estan logrando realmente mejoras de manera sustantiva con los regimenes anteriores, dijo Navarro Milian. Creo que una parte importante tiene que ver con que las juntas militares finalmente vienen de las elites militares de los anteriores regimenes. No hay un cambio porque es el mismo aparato del Estado o gente que eran de las elites de ese aparato. Quien sigue en el domino del golpismo? Las apuestas estan abiertas. Con tantos gobiernos desentendidos de la sociedad, se complica aventurar nombres. Pero algunos saltan a la vista. Camerun, por ejemplo, es un lugar donde podria haber un golpe de Estado en cualquier momento, dice Alicante. Ahi tienes a un presidente, Paul Biya, que a los 92 anos se acaba de volver a presentar y no gobierna en el pais, porque esta generalmente en Suiza. Lindo lugar para vivir, salvando las distancias, es decir los 4750 kilometros que separan a Yaunde, la capital de Camerun donde esta el Palacio Presidencial, de Ginebra, donde Paul Biya disfruta de la vida varios meses al ano, quizas sentado frente a la ventana junto al lago y con vista a las montanas.
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