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  • El nino tandilense que suena con ser recolector de residuos

    » El Eco Tandil

    Fecha: 25/12/2025 12:53

    El nino tandilense que suena con ser recolector de residuos En una ciudad donde los deseos infantiles suelen deambular entre canchas de futbol y viajes espaciales, la historia de Felipe conmovio a los vecinos por su sencillez y profundidad. Con apenas dos anos, el pequeno Felipe convirtio el paso del camion de la basura en el momento mas esperado de su jornada, forjando un vinculo de respeto y afecto con los trabajadores de la Municipalidad de Tandil que trascendio el simple saludo desde la vereda. Recibi las noticias en tu email Accede a las ultimas noticias desde tu emailDesde que tuvo uso de razon, feli manifesto una fascinacion inusual por una de las tareas esenciales de la vida urbana. Mientras otros ninos se distraian con dibujos animados, el permanecia atento al sonido del motor y al ajetreo de los trabajadores que, cada dia, recorren las calles de la ciudad para mantener la higiene publica. Esta vocacion temprana nacio del contacto cotidiano y de la calidez de los recolectores, quienes transformaron una rutina laboral en un acto de ternura para el pequeno vecino. La curiosidad del nino no se quedo puertas adentro. Segun relato su madre, Agustina, la familia adopto como propia la pasion del hijo y comenzo a participar activamente de ese ritual diario. "Siempre que podiamos, saliamos a su encuentro para dejarles las bolsas en la casa de los abuelos y en nuestra casa", recordo la mujer, destacando que el gesto se convirtio en una tradicion familiar que reforzo el vinculo entre el nino y sus idolos de mameluco. La respuesta de los trabajadores municipales fue fundamental para alimentar la ilusion de Felipe. A pesar de la exigencia fisica y la rapidez que demanda el servicio de recoleccion en una ciudad con el crecimiento de Tandil, los recolectores siempre encontraron un espacio para la humanidad. Sin ninguna obligacion, los operarios frenaban la marcha, lo saludaban con entusiasmo y tocaban la bocina, gestos que para un adulto pueden parecer menores, pero que en el mundo del pequeno representaban la validacion de su mayor sueno. Un juego que se convirtio en vocacion Para Felipe, ser recolector no era solo una observacion pasiva, sino su principal forma de entretenimiento. A los dos anos, el living de su hogar se transformaba diariamente en un escenario de trabajo logistico donde la imaginacion no tenia limites. Junto a sus amigos, el nino replicaba con exactitud las maniobras que veia en la calle, repartiendo pequenas bolsas por toda la sala para luego pasar a recogerlas en sus autitos de juguete. La precision con la que el pequeno imitaba la labor era sorprendente para su familia. Agustina detallo que su hijo no solo se limitaba a trasladar los residuos, sino que incorporaba a su juego los detalles tecnicos del camion. El nino realizaba la mimica de la doble palanca e incluso reproducia el sonido caracteristico del sistema hidraulico, demostrando una capacidad de observacion minuciosa sobre el funcionamiento de la maquinaria municipal. Este tipo de conductas, lejos de ser una simple curiosidad pasajera, reflejaron la internalizacion de un oficio que muchas veces resulta invisible para la sociedad. En la mirada de Felipe, el recolector no era un operario mas, sino un heroe cotidiano encargado de una mision vital. El juego en el living era, en realidad, un homenaje diario a esos hombres que veia pasar frente a su ventana con tanta admiracion. La historia de este pequeno tandilense comenzo a circular como un ejemplo de como los valores se construyen desde la infancia a traves de la observacion de lo cotidiano. En un contexto donde el trabajo manual a veces es relegado en el imaginario del exito, Felipe puso en valor una tarea fundamental, recordandole a los adultos la importancia de cada eslabon en la cadena de servicios de la comunidad. El reconocimiento en una fecha especial El punto culminante de esta relacion de afecto mutuo se produjo durante la jornada del 24 de diciembre. Como es costumbre en muchos hogares de la ciudad, la llegada de la Navidad motivo a la familia de Felipe a realizar un gesto concreto de agradecimiento hacia quienes recorrieron la cuadra durante todo el ano, incluso bajo condiciones climaticas adversas o en horarios nocturnos. La familia decidio que este ano el agradecimiento debia ser especial, buscando retribuir todo el carino que los trabajadores le brindaron al nino sin esperar nada a cambio. "No podiamos dejar de agradecerles todo el carino que demostraron dia a dia sin ninguna obligacion. Su sonrisa demuestra ese carino y a nosotros nos explota el corazon de alegria", expreso Agustina con visible emocion ante el encuentro navideno. Para los padres de Felipe, la actitud de los recolectores fue una leccion de vida. La madre subrayo que, en un mundo a veces indiferente, estos gestos de empatia hacen que la convivencia sea mas habitable. La entrega de un presente en visperas de Nochebuena fue la forma que encontraron para cerrar un ciclo de encuentros que, para su hijo, significaron mucho mas que una simple recoleccion de residuos. Esta historia, que El Eco atesora como un reflejo de la identidad local, resalta la importancia de la empatia y el respeto por el trabajo del otro. Felipe, con su deseo de ser recolector, no solo eligio un futuro oficio en sus juegos, sino que logro que toda una vecindad volviera a mirar con ojos de nino y gratitud una tarea que sostiene el bienestar de todos los tandilenses. Responsable y coordinador de redes sociales en El Eco.

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