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» Diario Norte
Fecha: 24/12/2025 16:09
"Se corto el aire y crei que habia bajado la termica", recuerda. Al salir a la galeria, su papa le pidio ayuda: desde la ventana de su habitacion salian llamaradas. El instinto la empujo a la cocina: desconecto y retiro la garrafa con el fuego a un metro de su cuerpo. "Rogaba que no explotara", dice. Despues, volvio por el. El humo era una pared negra que no dejaba ver ni respirar. Su padre, diabetico, con amputacion parcial en un pie y dificultad para desplazarse, no podia caminar solo. "Vamos, papi, tenemos que caminar", le repetia mientras lo guiaba hacia el patio, el unico lugar donde todavia se podia respirar. Cuando el fuego gano el comedor y las puertas quedaron trabadas, los vecinos forzaron el acceso. Luego llegaron policias y bomberos. "Entro un agente, lo sentamos en una silla y entre varios lograron sacarlo. Yo me quede a buscar a mis perras", cuenta. Con los ojos cerrados y la respiracion contenida, logro sacar a las tres. Los medicos asistieron a su papa por quemaduras leves en la pierna mas comprometida y controlaron su estado. Pero lo que el fuego no se llevo, lo arruino el humo y el calor: heladera, muebles, techo de madera con riesgo de derrumbe, pisos reventados, paredes rajadas. "Mi pieza es lo unico que quedo en condiciones. El resto quedo inhabilitado", resume. El golpe invisible: la salud y lo perdido Mas alla de la estructura, la familia perdio lo esencial para el tratamiento del padre: insulina (frascos y lapiceras), agujas, tiras reactivas, glucometro y medicamentos para presion y circulacion. Un vecino visitador medico acerco Metformina y pastillas para la presion como primera ayuda. "Ahora debemos rehacer todo el esquema con el medico y gestionar por InSSSEP. El fuego se llevo hasta la heladera donde guardabamos la insulina", explica. La vuelta de la luz revelo nuevas roturas: las mangueras de agua al tanque quedaron quemadas y sin servicio. "No es solo reconstruir: es hacer un lugar seguro. Aunque sea pequeno, pero que podamos dormir sin miedo", dice Debora, seno de jardin y estudiante del Instituto Superior Sarmiento. Aquella tarde, debia rendir un examen. "Algo me dijo que me quedara. Si me iba, hoy estariamos contando otra historia", confiesa. Como ayudar Debora y su papa necesitan materiales para reparacion basica (electricidad, agua y techo), mano de obra solidaria y, en lo inmediato, insumos para el tratamiento diabetico: insulinas de uso habitual (las que identifica por colores naranja y verde), agujas, tiras, glucometro y elementos de curacion. Tambien son utiles colchon, ropa de cama, heladera, cocina y articulos de higiene. Quienes puedan colaborar pueden comunicarse al telefono 3624041633 . "Lo poco es mucho cuando se da con amor", repite. Hoy, esa frase es literal. Acompanamiento que sostiene Entre escombros y humo, algo se salvo: la red de afectos. Jovenes de la parroquia Nuestra Senora de la Asuncion, el Centro de Estudiantes, companeras del jardin y del instituto, vecinos y amigos se organizaron desde el primer minuto. "Nunca me dejaron sola", agradece. Ese abrazo comunitario, mientras tanto, es el techo mas firme hasta que llegue la reconstruccion.
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