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» Contextotucuman
Fecha: 24/12/2025 13:43
Miércoles 24 de Diciembre de 2025, 10:54 “El verdadero sentido de la Navidad está en la fuerza del amor y no en las cosas materiales”, afirmó el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, al invitar a la comunidad a recuperar el espíritu cristiano de esta celebración frente al consumismo. El prelado recordó que cada 25 de diciembre los cristianos celebran uno de los misterios centrales de su fe: Dios que, siendo omnipotente, se hace pequeño y nace como un Niño. “El Hijo de Dios asume nuestra condición humana para elevarnos a la dignidad de ser hijos de Dios. Ese Niño, 33 años después, entrega su vida por amor a la humanidad”, expresó. En ese marco, Sánchez remarcó que el pesebre es una verdadera enseñanza. “Allí vemos a un niño pobre, recién nacido y necesitado. Para los cristianos, el pesebre es una cátedra”, reflexionó, al tiempo que alentó a las familias a armarlo en sus hogares, aun de manera sencilla. “Aunque sea con una estampa, una foto o un dibujo, que estén María, José y el Niño. Mirando el pesebre aprendemos la paz, la unidad y la felicidad que nace del amor”, señaló. El arzobispo también destacó el valor de la familia en el mensaje navideño. Subrayó que Jesús nació en el seno de una familia y que Dios quiso que José asumiera el rol de padre adoptivo. “Esto nos enseña que toda persona tiene derecho a vivir y crecer en una familia como ámbito de amor y cuidado”, sostuvo. Asimismo, se refirió a quienes atraviesan la Navidad en soledad e invitó a ampliar el corazón. “Jesús también estuvo solo, pero llegaron los pastores y los magos. La Navidad nos enseña a no dejar solos a los que están solos”, dijo, y valoró las celebraciones comunitarias y solidarias que se realizan en espacios públicos. “Las familias se amplían cuando se vive la solidaridad”, afirmó. Por su parte, el sacerdote Luis Zazano propuso tres ejes para vivir la Nochebuena. En primer lugar, invitó a volver al origen y reconocer la historia personal y familiar. “No se puede saber hacia dónde ir si no se reconoce de dónde se viene”, señaló, y remarcó que la identidad se construye en el seno familiar. El segundo eje estuvo vinculado con la esperanza, a la que diferenció de la obsesión. “La obsesión busca un bien personal a costa de los demás; la esperanza es un bien para uno junto a los otros”, explicó. Para Zazano, la esperanza es una fuerza que se transmite y genera vida. Finalmente, se refirió al significado del Niño Jesús y al valor del sacrificio entendido como renuncia para un bien mayor. “La vida es sacrificio, pero no masoquismo”, aclaró, e invitó a vivir la Navidad desde la humildad y la sencillez. “Las personas simples dejan una huella más profunda que quienes buscan imponerse desde el poder”, reflexionó. En sintonía con este mensaje, esta noche la plaza Independencia será escenario de una cena solidaria organizada por la fundación Un Mundo Diferente. La iniciativa busca compartir la mesa con personas en situación de vulnerabilidad y solicita donaciones de alimentos, así como el préstamo de equipamiento. Quienes deseen colaborar pueden comunicarse al 381-5732721.
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