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» Nueva Rioja
Fecha: 24/12/2025 10:50
En el marco de un procedimiento supervisado por el Ministerio de Seguridad Nacional, efectivos del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal Argentina (PFA) decomisaron en la localidad misionera de Puerto Iguazú miles de bidones de aceite de oliva adulterado, considerado no apto para el consumo humano. Como resultado de los operativos, fue detenido el principal responsable de la maniobra ilícita. La investigación se inició en noviembre del corriente año, a partir de un informe remitido por el componente brasileño del Comando Tripartito —acuerdo de cooperación policial entre Argentina, Brasil y Paraguay— a la División Triple Frontera de la PFA. En dicho informe se daba cuenta de una causa desarrollada en la ciudad brasileña de Foz do Iguaçu, donde las autoridades incautaron aceite de oliva adulterado que se comercializaba en ese país y cuyo origen se encontraba en la Argentina. Ante esta situación, los efectivos federales pusieron los hechos en conocimiento del Juzgado Federal de Puerto Iguazú, a cargo del juez Marcelo Cardozo, con secretaría de la doctora Carla Salomé Lentini, quien ordenó avanzar con las tareas investigativas para esclarecer el caso e identificar a los responsables. Como primera medida, se solicitó información a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), organismo que confirmó que el producto investigado no se encontraba registrado en su base de datos oficial. Las pesquisas permitieron identificar a un individuo que adquiría aceite de baja calidad, lo mezclaba y diluía con otros componentes y luego lo envasaba en botellas plásticas rotuladas con el logotipo de una marca reconocida. Posteriormente, la mercadería adulterada era distribuida y comercializada en distintos locales, tanto a nivel nacional como internacional. Asimismo, se constató la existencia de siete inmuebles en la ciudad de Puerto Iguazú —entre comercios, supermercados y depósitos— que eran utilizados para el acopio y el envasado ilegal del producto. Con las pruebas reunidas, el juzgado ordenó la realización de siete allanamientos, que culminaron con la detención de un ciudadano argentino de 53 años. Durante los procedimientos se secuestraron 2.190 bidones de aceite de oliva adulterado, siete tanques de acero de 10.000 litros y dos de 20.000 litros, 60 cajas con bidones de cinco litros listos para su distribución, cuatro máquinas de envasado, 15.500 botellas, siete rollos de rótulos, una importante suma de dinero en efectivo, un camión, una máquina contadora de billetes, teléfonos celulares y documentación de interés para la causa. Los peritajes químicos confirmaron que se trataba de productos falsificados, elaborados sin ningún tipo de control sanitario y en clara infracción a la normativa vigente en materia de seguridad alimentaria, constituyendo un grave riesgo para la salud pública. El detenido y los elementos secuestrados quedaron a disposición de la Justicia Federal en la causa caratulada “Tráfico de mercaderías peligrosas para la salud”.
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