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» Mdzol
Fecha: 24/12/2025 12:21
El año 2024 dejó una postal incómoda para el oficialismo: una dirigente con pasado libertario, Carolina Píparo, enfrentada a Javier Milei en público. La tensión no nació de un solo episodio. Fue una secuencia. Primero, un lugar que parecía reservado y se esfumó. Después, una votación en Diputados que encendió la mecha. Y, por último, un intercambio áspero en X, con etiquetas y acusaciones que ampliaron la grieta. Con el tiempo, el mapa volvió a moverse y la relación mostró gestos de acercamiento. El arranque: la promesa de Anses que quedó en pausa El primer tropiezo apareció incluso antes de que Javier Milei asumiera. En los días posteriores al triunfo de 2023, el nombre de Carolina Píparo circuló como posible conducción de la Anses. El anuncio no tuvo forma de decreto, pero se interpretó como una señal política fuerte. Sin embargo, cerca de la transición, el casillero cambió y el organismo quedó para Osvaldo Giordano, en medio de negociaciones de armado. Para Píparo fue un golpe de realidad. Para el entorno presidencial, una decisión de estrategia. El resultado fue el mismo: la relación arrancó con ruido y desconfianza. El pico de conflicto llegó en febrero de 2024, en pleno debate de la Ley Ómnibus / Ley Bases. Píparo rechazó un inciso puntual del articulado y el Gobierno lo tomó como una afrenta. La reacción se trasladó a redes: desde cuentas asociadas a la comunicación presidencial apareció una lista de legisladores marcados como “traidores”. Allí figuró la diputada. La escena fue potente porque no ocurrió en un despacho, sino ante miles de usuarios, en tiempo real. La respuesta también fue pública. Píparo cuestionó la lógica de buscar enemigos y criticó los métodos, con una frase que elevó el tono del cruce. En paralelo, Javier Milei endureció su postura y repitió una línea que se volvió titular: “Para los traidores no hay tabula rasa”. No fue un comentario al pasar: funcionó como un mensaje disciplinador hacia adentro y hacia afuera del espacio. Críticas al rumbo y una reconciliación con calendario Con el choque ya instalado, Carolina Píparo sumó objeciones sobre la gestión. Marcó que el ajuste se sentía con fuerza en la vida cotidiana y que el trato del Ejecutivo hacia el Congreso se volvía cada vez más ríspido. En ese tramo, su ubicación política quedó en una frontera: no era oposición clásica, pero tampoco encajaba en la obediencia plena. Ese equilibrio, frágil, alimentó la distancia durante gran parte de 2024. El giro llegó en septiembre de 2024. Tras conversaciones internas, Carolina Píparo anunció su regreso formal al bloque de La Libertad Avanza en Diputados. El movimiento fue leído como una recomposición pragmática, más que emocional. Actualmente, la señal más contundente apareció con un nombramiento: el Gobierno oficializó su incorporación al directorio del Banco Nación mediante el decreto 907/2025, y ella anticipó que dejaría su banca para asumir el nuevo rol. Con ese cierre, la pelea de 2024 quedó atrás, al menos en términos de armado político.
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