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» El Zonda
Fecha: 24/12/2025 03:03
Cuando el calendario marca 24 de diciembre y la ciudad se prepara para brindar, en el Hogar de Adultos Mayores Eva Perón la Navidad tiene otro ritmo. No hay apuro, no hay estruendo. Hay miradas que buscan, manos que esperan ser tomadas y palabras que necesitan ser escuchadas. Desde temprano, la tarde se llena de visitas. Familiares, vecinos y personas de la comunidad llegan para compartir un rato con quienes viven allí. Algunos traen regalos, otros solo su presencia. Y muchas veces, eso alcanza y sobra. En el hogar residen 158 adultos mayores, hombres y mujeres con historias marcadas por la vida, por las ausencias y también por la resiliencia. La cena de Nochebuena es temprana y se comparte junto al personal que cumple guardia, trabajadores que eligen acompañar cuando la mayoría vuelve a casa. Fernanda Vives, directora de la Residencia Eva Perón, lo resume con una frase que atraviesa el corazón: "Lo más importante para los residentes es la compañía, tener con quién hablar, que los escuchen con sus historias. Eso es el mejor regalo que ellos puedan recibir. Es increíble el intercambio de energía que hay". Esa energía se siente en cada rincón. En las charlas que se repiten, en las anécdotas que vuelven una y otra vez, en los silencios compartidos que también dicen mucho. El residente más joven tiene 55 años. La mayor es Nidia Ruth, de 106 años. Está en silla de ruedas, atraviesa un proceso de demencia que no es de los más severos, y permanece estable. Su mirada, a veces perdida, otras veces lúcida, guarda más de un siglo de recuerdos. Como ella, cada residente es una historia viva que merece ser honrada, especialmente en una fecha tan cargada de emociones. El hogar también es refugio. Un lugar que recibe a quienes ya no tienen a dónde ir. "Tenemos en espera 52 personas", explica Vives. "La mayoría son personas que estaban en situación de calle, personas sin familia o con familiares muy lejanos que no cobran ningún beneficio. Hoy tenemos cubierto el cupo máximo y la disponibilidad solo se da cuando fallece uno de los residentes". Este miércoles desde las 17.00 se permiten las visitas especiales de Navidad. Para organizar el ingreso, quienes deseen acercarse deben comunicarse previamente con el Área Social al 2644894732, donde se los registra para ser recibidos por mesa de entradas. En el Hogar Eva Perón, la Navidad no se mide en regalos ni en mesas abundantes. Se mide en tiempo, en escucha y en presencia. Porque para muchos de sus residentes, una silla ocupada al lado, una charla sincera o una mano que acompaña pueden significar mucho más que cualquier brindis. Y cuando llega la noche, entre luces suaves y voces calmas, la Navidad sucede. Silenciosa, profunda. Humana.
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