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Rio Negro » Adnsur
Fecha: 23/12/2025 15:22
La crisis en el corazón de la yerba mate argentina se profundiza en Misiones y el norte de Corrientes, donde la desregulación impulsada por el gobierno de Javier Milei desató un dominó de deudas, quiebras y protestas que amenaza con derrumbar una cadena productiva emblemática. Pequeños productores, cooperativas y secaderos acumulan cheques rechazados por miles de millones de pesos, mientras la industria paga precios por debajo de los costos y el consumo cae ante la competencia de yerbas importadas de Brasil y Paraguay. Lo que empezó como una reforma para "liberar" el mercado ahora expone las grietas de un sector vital para la economía regional, con dos marcas históricas al borde del colapso. EL ORIGEN DE LA TORMENTA: DNU 70/2023 Y EL FIN DE LA MEDIACIÓN ESTATAL La producción yerbatera, concentrada en Misiones y el norte de Corrientes, atraviesa una crisis aguda desde la asunción de Javier Milei y la publicación del DNU 70/2023, que eliminó las principales facultades del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM). Este organismo, hasta entonces rector de la actividad, mediaba entre productores e industria para fijar precios mínimos justos para la hoja verde y la yerba canchada, cubriendo al menos los costos básicos de producción. Sin esa intervención estatal, la industria molinera impuso precios a su arbitrio, muy por debajo de lo necesario para cosechar y mantener los montes de Ilex paraguariensis, árboles que viven décadas en los campos misioneros. Los pagos se extendieron a cheques de hasta 120 días, paralizando la recolección y generando una cascada de protestas: cortes de ruta, marchas de colonos y reclamos por un precio digno. Productores primarios, atrapados en su especialización, no pueden reconvertir sus tierras fácilmente, lo que agrava la tensión financiera en una región dependiente de esta economía regional. La desregulación también abrió la puerta a un volumen creciente de yerba importada de Brasil y Paraguay, más barata y sin controles arancelarios estrictos, lo que deprime aún más los precios locales y el consumo interno. En un contexto de inflación galopante y caída del poder adquisitivo, las familias argentinas reducen su ingesta de mate, pasando de un promedio histórico de 6-7 kg por persona al año a cifras inferiores, según datos del sector. LAS DOS HISTÓRICAS MARCAS DE YERBA AL LÍMITE: ANDRESITO Y LA HOJA Después de los productores primarios, el golpe recayó en las cooperativas, pilares de contención para los agropecuarios misioneros frente a los vaivenes del mercado. Estas entidades defienden precios justos y canalizan la yerba verde hacia secaderos y molinos, pero la crisis las ha empujado al borde de la cesación de pagos. La Cooperativa Andresito, elaboradora de una marca tradicional, fue la primera en alertar: comunicó a sus socios que entró en quiebra técnica hasta que se aclare el panorama desregulador. En las últimas horas, se sumó la Cooperativa La Hoja, propietaria de la emblemática marca homónima, con una deuda millonaria de más de 1.200 millones de pesos en 398 cheques rechazados, según datos oficiales del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Esta situación complica a cooperativas más chicas que le suministran materia prima, generando un efecto dominó. Un caso paradigmático es la Cooperativa KM 16, con 20 años de trayectoria y 20 socios que compran yerba verde a 110 familias de terceros productores. "Son unas 50 familias que no cobraron. La bomba explotó hace 60 días con los primeros cheques rebotados de la yerba canchada que le vendimos a La Hoja. Eso hizo que rebotaran nuestros cheques", relató Patricio Koch, productor y tesorero de la entidad, a Bichos de Campo. Anualmente, adquieren 8 millones de kilos de hoja verde, que se convierten en 3 millones de kilos de producto terminado: el 10-15% va a su marca "Yerba Progreso", y el resto a molinos como La Hoja para estacionamiento. Hoy, acumulan 628 millones de pesos en 489 cheques rechazados, según el BCRA. ¿HACIA DÓNDE VA EL MERCADO YERBATERO DESREGULADO EN 2026? El punto de quiebre es claro: la eliminación de los precios mínimos del INYM alteró el equilibrio de la cadena, exponiendo asimetrías brutales entre productores débiles y grandes molinos con mayor poder negociador. Antes del DNU, el instituto era un ámbito de diálogo —imperfecto, pero funcional— para valores de referencia que evitaban derrapes. Ahora, la negociación directa favorece a los concentrados, dejando a pequeños y medianos actores en la cuerda floja. Expertos del sector advierten que esta crisis no solo afecta ingresos: pone en riesgo miles de puestos de trabajo en una región con escasas alternativas económicas. Las protestas persisten, con demandas de intervención estatal temporal para estabilizar precios y pagos. Mientras tanto, el gobierno nacional defiende la desregulación como paso hacia un mercado "libre y competitivo", pero los números del BCRA y las calles misioneras cuentan otra historia. La yerba mate, infusión nacional y exportación clave (con destinos como Siria, Chile y Europa), enfrenta un futuro incierto. Sin soluciones rápidas, como una recomposición del INYM o mecanismos transitorios, el colapso de cooperativas podría arrastrar a toda la cadena, impactando la soberanía alimentaria y la identidad cultural argentina. Con información de iProfesional, editada y redactada por un periodista de ADNSUR
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