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» Rafaela Noticias
Fecha: 23/12/2025 00:50
El cáncer de ovario continúa siendo uno de los tumores ginecológicos más complejos en Argentina y en el mundo. En el país se diagnostican alrededor de 2.200 casos por año y cerca del 70% de las pacientes llega a la consulta en etapas avanzadas, cuando la enfermedad ya se ha diseminado fuera del ovario y las posibilidades de curación son más acotadas. La ausencia de métodos de tamizaje eficaces para mujeres sin síntomas, sumada a manifestaciones iniciales poco específicas —como distensión abdominal persistente, molestias digestivas, dolor pélvico o saciedad precoz— favorece el retraso diagnóstico. Por este motivo, la concientización sobre los signos de alerta y el acceso oportuno a controles médicos continúan siendo claves para mejorar el pronóstico. Durante décadas, el tratamiento se basó principalmente en la cirugía y la quimioterapia. Si bien estos abordajes permiten controlar la enfermedad en una primera etapa, un número significativo de pacientes presenta recaídas y desarrolla resistencia a la quimioterapia con platino, lo que redujo drásticamente las alternativas terapéuticas disponibles. Sin embargo, el avance en el conocimiento de la biología tumoral permitió identificar blancos moleculares específicos, dando lugar a terapias completamente diferentes a las estrategias tradicionales. En este contexto, recientemente se produjo un avance que marca un cambio de paradigma: la llegada de un anticuerpo conjugado a droga, una terapia dirigida que reconoce selectivamente el receptor de folato alfa presente en la superficie de ciertas células tumorales. Esta molécula ingresa a la célula cancerosa y libera allí la quimioterapia, aumentando la eficacia del tratamiento y reduciendo el impacto sobre los tejidos sanos. Está indicada para casos avanzados resistentes al platino. “A diferencia de la quimioterapia convencional, que actúa de manera sistémica, esta estrategia permite focalizar el tratamiento en tumores que expresan biomarcadores específicos. Por eso, hoy el testeo molecular resulta indispensable para identificar a las pacientes que pueden beneficiarse”, explicó la Dra. Valeria Cáceres, oncóloga y directora del área médica del Instituto de Oncología Ángel H. Roffo. Resultados de estudios clínicos internacionales demostraron mejoras en la sobrevida y en el control de la enfermedad en comparación con los esquemas tradicionales. Para los especialistas, estos datos representan una noticia largamente esperada tras años de beneficios limitados. “La posibilidad de adaptar el tratamiento a cada paciente marca un antes y un después en este tipo de tumor”, señaló la Dra. Ana Laura Mendaña, oncóloga del Instituto Alexander Fleming. No obstante, los expertos advierten que persisten desafíos vinculados a la equidad en el acceso al diagnóstico molecular, a tratamientos de última generación y a centros especializados, condiciones indispensables para que estos avances impacten de manera real en la población.
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